Reid estaba a unos pasos de mí, recargado en el marco de mi puerta mirándome con sus ojos azules. No puedo creer que esté ahí, no puedo creer que sea real verlo otra vez... han pasado un par de meses desde que lo vi la última vez.
―¿Q... que haces? –me quedé de piedra, observando su dramática entrada. – ¿No deberías estar en...?
―¿En casa? –resopló –Querrás decir en el infierno. –musitó con una sonrisa burlona. No puedo creer lo mucho que extrañé, ver esa sonrisa estos dos meses, es increíble verlo, quiero sonreír como una estúpida pero me aguanto, sé que si le demuestro un poco de debilidad a Reid, él sabrá sacarle más provecho de lo que pueda imaginarme. – ¿Te comió la lengua el ratón? –se burló de mí acercándose un poco más, arrastrando la pierna enyesada.
―No. –contesté. – Es que... —no pude terminar mi frase cuando de repente, una risita inocente escapó de mí.
―¿Qué? –me preguntó Reid sonriendo.
―Es raro verte de nuevo. –confesé.
―Sigo soltero por si te interesa. –musitó en tono informativo y guiñándome un ojo.
―Reid, Reid –sonreí. –Nunca vas a cambiar, ¿verdad?
―¿Por qué? ¿Quieres que lo haga?
Yo solo negué con la cabeza.
―¿Te dijo Tyler por qué no te contesté las llamadas y ni te hablé?
―Sí. –asentí. –Tu madre.
―Así es. Me he sentido como si fuera Rapunzel encerrado en mi torre.
―¿Me odia mucho?
―¿Eso qué importa? –rio.
―No entiendo como Reid Garwin se mantuvo en cama estos meses. –sonreí con burla.
―Gracias a Left 4 dead y Angry Birds. –contestó con sinceridad.
Reí enseguida.
.o0o.
Era lunes. Normalmente Bleed nunca se levantaba temprano los lunes, pero ese día se despertó primero que su padre, pues hoy podría volver a la preparatoria, por fin. Había estado enviando las tareas con Sarah todo este tiempo, pero tendría que presentar los exámenes una semana después de que llegara, para que se acoplara un poco a la vida estudiantil.
Desayunó un pan tostado y jugo de naranja, apresurando a su padre para que la dejara en el instituto. Tenía entendido que Reid ya se había incorporado a clases hace dos semanas.
Su padre la dejó en la entrada del instituto y Bleed se sintió la persona más poderosa del mundo cuando pudo caminar como normalmente lo hacía sin que la pierna le doliera. Sostenía dos libros en su regazo cuando —por distraída— chocó con una persona y sus libros cayeron al suelo.
―Lo siento. –se disculpó Kate. –Bleed –exclamó sorprendida. –Vaya, no esperaba verte. Qué bueno que ya estés bien de tu pierna.
―Gracias. –dijo Bleed.
―Oye, sé que no he sido muy amigable contigo pero... ¿te importaría si no sales con Pogue al menos unos días? Aún estoy un poco afectada por el rompimiento.
―¿Rompimiento?
―Sí, ¿Pogue no te lo dijo?
―No te preocupes, Kate –Bleed escuchó una voz tras ella. –Mantendré a esta chica tan ocupada en mí que ni siquiera recordará a Pogue. –exclamó Reid abrazando a Bleed por la espalda.

ESTÁS LEYENDO
Libélula
ДуховныеUna joven escéptica llega a Ipswich sin saber que ahí sera presa de experiencias sobrenaturales que le harán revalorar sus creencias, pero afortunadamente no estará sola. ReidxOC /Terminado.