Lover for Money | Ziall

5

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Niall se estremeció bajo la penetrante mirada del alfa.

¿Qué problema tenía con él?

Había hecho lo que le había pedido. Había renunciado a su ansiado descanso y había acudido al despacho, pero, ¿para qué? ¿Para qué lo mirara como si fuera un filete expuesto en el mostrador de una carnicería?

Incómodo e inquieto, el omega se frotó los brazos para calmar el extraño cosquilleo que le subía por debajo de la piel y le endurecía los pezones.

«Maldito imbécil», pensó para sí, ansioso por salir de allí.

Aquel alfa desconocido desprendía arrogancia por los cuatro costados y ya se le estaba agotando la paciencia que había reunido antes de salir de la habitación.

—¿Me va a explicar qué está ocurriendo, o es que va a seguir mirándome toda la noche? —le dijo, mirando a su alrededor—. ¿Dónde está Demetrius?

—El hombre al que conoce como Demetrius se ha ido.

—¿Pero de qué está hablando? ¿Adónde se ha ido? ¿Cuándo vuelve?

—No va a volver. Ahora el hotel me pertenece.

Niall sintió un gélido escalofrío que lo atravesó como un rayo de la cabeza a los pies.

Fuera lo que fuera, las cosas debían de haber sido muy rápidas. Esa misma tarde había oído a su jefe hablando por teléfono, justo antes de que apareciera aquel extraño de ojos fríos y feroces.

Niall tragó en seco y trató de mantener su compostura.

—¿Y entonces de qué se trata todo esto? ¿Es una especie de entrevista? Muy bien, me llamo Niall Horan y llevo tres semanas limpiando este hotel, y preparando desayunos. Demetrius debe de haberle dicho...

—Demetrius no me dijo nada. No figura en la lista de empleados que tenemos.

—¿Qué? Bueno, Demetrius me pagaba en efectivo. Dijo que era mejor para los dos.

—Oh, claro, por supuesto que sí.

Zayn entendía por qué. Darius debía de quitarle medio sueldo a cambio de cama y comida.

Niall se encogió de hombros, confuso.

—Entonces... Aún necesita alguien que limpie, ¿no?

—No exactamente.

—Muy bien, puedo hacer otras cosas. Me levanto a las cinco para preparar los desayunos...

—No estoy buscando alguien para la limpieza, o un ayudante de cocina.

—Pero el hotel...

—Va a cerrar.

De repente un miedo creciente se apoderó del omega. Aquél no era el mejor trabajo del mundo, pero por lo menos tenía algo de comer y un lugar donde vivir.

—Entonces me quedo sin trabajo.

Él asintió con la cabeza y Niall cerró los ojos un instante, desesperado. La lluvia seguía cayendo con fuerza al otro lado de la ventana.

—¿Cuándo? —le preguntó en un susurro—. ¿Cuánto tiempo tengo?

—Hasta esta noche. Tiene dos horas para recoger sus cosas y marcharse. Los huéspedes van a ser trasladados a otro hotel y mañana a primera hora entrarán los contratistas y decoradores para empezar con las obras.

—¿Esta noche? ¿Va a cerrar tan rápido? —el pánico se convirtió en rabia—. No. ¡No puede entrar aquí y hacer algo así!

—¿No? ¿Y por qué no? No creo que le tuviera mucho aprecio a su jefe. Desde luego él a usted no le tenía ninguno.

—No, maldita sea. Me ha llevado todo el día limpiar este inmundo lugar, cada habitación, de arriba abajo, ¿y ahora me dice que va a cerrar esta misma noche? Podría haberme marchado a primera hora de la mañana, pero ha tenido que esperar hasta ahora para presentarse aquí. Muchas gracias. ¡Bien podría haberme ahorrado el esfuerzo! —levantó ambos brazos y gesticuló con impotencia.

Sin embargo, lo que llamó la atención de Zayn no fue aquel drama apasionado, sino el delicado movimiento de su cuerpo. La camiseta le mostraba unos pezones duros.

¿Serían igual de apetecibles al descubierto?

Por increíble que fuera, se sentía muy intrigado ante aquel misterioso omega y tenía que satisfacer su curiosidad de alguna manera.

—¿Está enfadado porque se ha pasado todo el día limpiando? ¿No se supone que es su trabajo?

Niall trató de contener las lágrimas que le comprimían la garganta.

—Si... Si supiera lo que es limpiar un sitio como éste. He tenido el peor día de toda mi vida. ¿Qué le parecería que se le cayera encima un montón de basura maloliente y terminar apestando a cerveza y a pizza de tres días? Oh, pero claro, ahora llega usted y me dice que no me tenía que haber molestado.

Zayn levantó la vista sorprendido.

—¿Es que no bebe cerveza? Pensaba que era Irlandés —dijo, interrumpiéndolo.

—¿Y eso me convierte en un alcohólico? No, desde luego que no. Para su información, bebo cerveza si. Pero no hasta quedar ebrio sin saber dónde estoy. Y... —Niall retomó el hilo rápidamente—. Y me saca de la cama, me dice que ya no tengo trabajo y que me tengo que ir. ¡Y me echa a la calle en mitad de una tormenta! — señaló la ventana—. ¿Qué clase de hombre es usted?

Zayn se empezó a enfadar. No iba a dejar que un mugroso omega que se encargaba de la limpieza arruinara uno de los días más buenos de toda su vida.

—Un hombre de negocios —le espetó en un tono implacable.

—Bueno, ya veo. ¿Pero qué clase de negocio es ése que le permite arrojar a omegas inocentes a la calle en una noche como ésta?

A Zayn se le agotó la paciencia. Ya había oído bastantes berrinches por parte de ese chico. Soltó un bajo gruñido y enseguida el cuerpo del omega salto, solo un poco, si Zayn no le hubiera prestado atención no se hubiera dado cuenta.

Las cosas no estaban saliendo como el quería y tenia que arreglarlo rápido.

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Debido a su interés en la fic pos les traje el capítulo antes jajaja como varias lo pidieron pal domingo quien soy yo pa negárselos!

Muchas gracias por comentar, tienen tanta imaginación que cuando leo sus frases me divierto mucho jajaja lxs amo!!