JiHoon no sabe cómo reaccionar cuando, al despertar, no se encuentra ni en su cama, ni en su casa, ni en su grupo.
* Humor bobo
* No lo tomen tan en serio
Lee JiHoon se despertó en una habitación bastante familiar, esas paredes blancas con variedad de pósters y notitas adhesivas al lado del escritorio, su fiel guitarra, su teclado, unos papeles y el premio que recibieron en 2019 por álbum del año.
—Espera ¿El premio?— la mente de JiHoon sacó sus conclusiones al instante, y el hecho de escuchar una conocida melodía instantes después, hizo que esté seguro de estas.
Lee se levantó de la cama lo más rápido que pudo y se puso a seguir el ruido, lo que lo guío hasta la cocina.
— ¿Hola?— se adentró con más calma, tratando de reconocer a la persona que se encontraba de espaldas a él.
Esta persona se giró, disparando los niveles de dopamina del compositor.
— Hola.
El nacido en el 96, lejos de responder, fue directamente a abrazarlo.
— Te extrañé muchísimo, Han.
— JiHoonie.
— ¿Sí?.
— JiHoon.
— ¿Qué pasa?— Lee estaba confundido.
— ¡JiHoon!.
— Estoy aquí, HanSolie.
— ¡LEE JIHOON!.— todo se oscureció y el pelinegro sintió algo frío.
— ¡HANSOL!— Lee abrió de nuevo los ojos, solo que esta vez no estaba abrazando a su amado, sino siendo mojado por Yuta.
— ¿Cómo que HanSol? Ya sé que nos parecemos un poco pero yo soy más guapo que el— el se sentó y vió a su alrededor.— ¿Dónde está?.
— ¿Dónde está qué?— al terminar de analizar su entorno, se dió cuenta que todo había sido un sueño, un sueño que se sintió muy real.
— Nada, nada. Por cierto ¿Qué pasó?.
— Teníamos que ir a ensayar pero te desmayaste así que me dejaron a tu cuidado, JaeHyun se había ofrecido pero yo soy tu mejor amigo así que lo mandé a la mierda.
— Ah— "almenos no hice el ridículo" pensó JiHoon.
— Sí, pero como ya te levantaste y te ves bastante bien, creo que podemos alcanzarlos.
— ¡NO!— Nakamoto se sorprendió— quiero decir, no creo que sea adecuado.
— JiHoon NUNCA se negaría a ir a ensayar, peor aún si no lo ha hecho en mucho tiempo, siempre se sobreexige el idiota — Yuta cambió a un semblante serio— ¿Eres tú?.
— ¿De qué hablas, Yuta?.— Lee temblaba.
— ¿Quién eres y qué le hiciste a mi mejor amigo?.
— Ehhh, yo...—no se veía listo para hablar, pero la situación lo obligaba.— Yo....
Y ahí hablaron al mismo tiempo.
— ¡Te la creíste!.
— ¡Vengo de otra realidad!.
— ¿¡QUE!?.
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