Capitulo 5:una luz Entre Un Mar De Angustia

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-<<¿Qué fue lo que me pasó? >>-.

Fue lo que pasó por mi mente mientras ya estaba desmayado en ante lo que pasó, a decir verdad esto no lo había experimentado en combate.

Aquella vez que entrené con mi padre y mi hermana hasta que ya no pude seguir hasta tres días después, me había sobreesforzado y alcanzado lo que parecía ser mis límites. Sobre usar más allá de lo que puede ofrecer mi chispa si que fue una mala idea viendo cual poco puedo usar a estas alturas.

En todo el rato solo sentí con el tacto de unas suaves manos cuidando mi cabeza y limpiando las heridas que tenía, sentía una paz que no había experimentado hace ya tiempo atrás. Como si un calor familiar me estuviera rodeando y ayudando a recuperarme, cuando me sentí en lo que se podía decir un poco mejor. Yo empecé a abrir los ojos para ver quién era y para mí sorpresa, era Elys la que me estaba socorriendo aplicando primeros auxilios y remendando las heridas superficiales con una precisión quirúrgica sorprendente.

-¿Oye, donde aprendiste eso? - fue lo que dije apenas levantándome y tomando un poco de postura - wow... - fue como reaccioné cuando vi que la aguja estaba levitando en el aire y rodeado de una tenue luz verde.

- Que bien, despertaste ya después de 4 horas de estar desmayado. - fue lo que dijo con una expresión de asombro y de alivio al ver que ya estaba bien - Lo de dar primeros auxilios con la aguja fue algo que aprendí a temprana edad, también empleando mis habilidades psíquicas para atenuar el dolor que produce la aguja al entrar en contacto fue algo que me enseñaron los curanderos de la casa de donde provengo, entrando en contacto con el cerebro del paciente. Puedes atenuar o dejar casi nulo el sentir del dolor con la alteración que usamos en el sistema nervioso. Es un procedimiento delicado ya que, un simple error puede dañar al paciente y dejarlo con graves episodios de dolores crónicos. - Lo dijo con tanta delicadeza y amabilidad la explicación que me estuvo dando.-Ven aquí para que termine, aún me falta cerrar unos puntos.-

Me acerqué a ella y le di la espalda para que siguiera, ella puso sus manos en mi cuello y lo que sería en la parte superior trasera de mi cabeza. Volví a sentir esa sensación cálida acogedora de nuevo,creo que fue aquello lo que menciono sobre aplicar sus habilidades en el sistema nervioso relajando así el dolor.

-Te agradezco lo que haces ahora por mí, si hay algo que necesites. Tienes mi palabra de caballero que te ayudaré. -Le dije dándole las gracias y ella tan amable pero no fría respondió con un simple gesto de aceptación.

-¿Puedes voltearte?. Ocupó suturar lo que sería tu pecho. - Ella acabó con mi espada y tomó un encendedor y volvió a esterilizar la aguja para el nuevo uso. - Ahora aquí voy, me sigo sorprendiendo cómo fue que te hiciste tanta herida, si vi cuando esta criatura te aventó pero de más de eso no se como fue que hizo más. - Ella se acercó más y volvió a aplicar su técnica anestésica.

-Supongo que debió ser cuando me arrastró y cuando me subí en su espalda, creo que debió tener espinas sobresalientes y debido a la adrenalina no las sentí. - Fue lo que dije hasta cuando me acerqué más a ella para que me diera las suturas, pude notar el leve rubor en su cara. A mi también me daba algo de pena que una bella chica como ella me vea así sin camisa, hasta que termine tendré que pasar por esto un poco más.

-Y ya está, con eso debería bastar hasta que cierren por completo, descuida por el hilo. Este se desvanecerá junto a la herida y la cicatriz. - al terminar ella vi que prosiguió a limpiar la aguja y guardar su botiquín en su mochila, cuando me volteé para agarrar mi camina vi como ella tenía las manos rojas, los dedos temblando y la parte de las rodillas marcadas con poca sangre. Debió estar atendiendo me por horas, el estar desinfectando, aplicando su anestesia y tratando mis heridas de manera desinteresada. Mi conciencia no podría cargar con algo así, mi estado dejándole tal marca y cansancio, aunque su expresión no muestra cansancio. Si lo hace su lenguaje corporal, por mi código de honor y mis principios de caballero tengo la obligación moral y de gratitud de compensarlo en la manera que mi inconveniente se saldará con ella.

-Espera, todavía no pongo las gasas y las demás vendas en tus brazos. - Ella se levantó y se acercó a poner las gasas y vendas estériles. Su suave tacto en lo piel se sentía como el de una amorosa madre preocupada por su hijo herido, tratando sus heridas. Terminó de aplicar todo lo demás hasta que finalmente decidió salir de lo que sería mi tienda.- Te recomiendo que descanses por ahora, si las heridas se infectan. Avisame y con gusto te ayudo a limpiarlas, solo evita estar en lugares con mucha suciedad y lo demás no será problema, ahora me iré a descansar. Tramel y Laubrel patrullará ellos hoy. Nosotros dos lo haremos mañana por la noche, así que te recomiendo recuperar lo más que puedas las energías que más tarde seguiremos avanzando por el bosque hasta alcanzar las praderas. -

Vi cómo salió y se dirigió a su tienda de acampar, pude notar que su límite ya lo alcanzó debido a que cuando llegó y se tiró a lo que era su pequeña cama. Hoy más tarde me esforzaré y prepararé el desayuno para agradecerle su ayuda, será para todos. Pero me esmerarse en que le guste y sienta las energías recobradas.

Me dispuse a sacar todos los ingredientes de mi mochila, mi madre me ayudó a empacar lo que sería los utensilios de cocina ya que ella me enseñó todo lo que se en la cocina, también recetas revitalizantes para el cuerpo. Así que será mi agradecimiento para mi equipo por suplirse y ayudarme cuando más lo ocupase.

así que manos a la obra que en unas horas amanecerá y ocupan las energías necesarias para poder seguir hasta la pradera pues el camino que nos falta ya es bastante grande por lo que llevamos recorrido.

Y hasta aquí el capítulo de hoy, gracias a todos los que se interesaron en seguir leyendo mi historia. Son la chispa que me motiva a seguir escribiendo, muchas gracias y hasta el próximo capítulo.

EL GUERRERO DE LA CHISPA : ALMAS CENTELLANTES Donde viven las historias. Descúbrelo ahora