EL GUERRERO DE LA CHISPA : ALMAS CENTELLANTES

Capitulo 24: Escalando los retos

Narra Damián:
Con la salida y el amanecer de otro día, el equipo se presta una vez más a las labores que viene con este nuevo amanecer. Cada uno despierta y acto seguido prepara sus cosas antes de partir. El desayuno se sirvió, raciones de cereales y frutos secos, algo rápido para no perder tiempo y seguir avanzando con la misión. Una vez que terminamos de desayunar, levantamos nuestras cosas y partimos rápidamente.

Durante la caminata, Alexandria y Elys estaban explicándome las bases de como hacer fluir mejor la energía entre extremidades y como evitar accidentes.

- Presta mucha atención a mi mano, cada dedo tiene un brillo distinto al otro, tendrás que poner atención a tu propia energía en esos casos. La potencia y el fulgor de esta podría servirte de indicador de cuánta potencia tienes y cuántas reservas de luz te queda.- decía Elys mientras pasaba flotando en frente mío, su control de energía era considerablemente superior, como para poder dividir así su energía por su mano derecha y en cada dedo con una intensidad distinta.

- Lo más importante en todo esto es evitar hacer fluir demasiada luz, no quieres que te explote un dedo o te desgarres los tendones de tu mano.- Explico Alexandria a la par de la demostración de Elys.

-¿Porqué lo mencionas? ¿Experiencia propia, eh anciana?- Mofó Tramel en un tono burlón y sarcástico.

- Si, fue con este dedo.- Lo hizo enseñándole el dedo del medio en forma de burla a una pregunta tan redundante. - Como decía. Tu no tienes la misma cantidad o manejo de luz al igual que nosotros... Tu tienes tu propio ritmo, y eso está bien; ¿Recuerdas  cuando volaste esa parte del caparazón a ese monstruo? pude ver algo increíble, tu realmente dejaste salir tu energía de forma plena, por instantes y aún así lo lograste derrotar.–

– O simplemente fue una casualidad, he visto a doctores y me dicen que es algo de nacimiento. No tengo lo suficiente como ustedes– Con un tono un tanto decaído. – Pero no dejare que me detenga eso en aprender de ustedes ¡así que vamos con el entrenamiento! –
Narra Damián.

A las horas pasadas, el entrenamiento se fue poniendo muy abrumador, el ir intercalando el flujo de mi luz en mis dedos  me tenía estresado, si fallaba se me entumían los dedos y me ardían. La nueva forma de entrenas fue más difícil que la que tuve meses atrás en el asentamiento.

-Vamos Damián, si sigues con ese ritmo,  te dejarás de cansar rápido usando tu propia energía.-  Elys quien ,me daba ánimos, para en seco al chocar con una gran pared. Habíamos llegado a un enorme mural de piedra, demasiado grande para escalarla y demasiado larga para rodearla.
- Lo que faltaba, ahora nos tardaremos más tiempo del que no tenemos, será mejor escalar esto rápido antes de que se nos haga más tarde.- Laubrel refunfuñó.

– Tendremos que escalar esto si queremos avanzar lo más rápido posible, no es como que el tiempo que tenemos sea muy ilimitado que digamos.– Sarcástico y cínico, Tramel comentaba y miraba el lugar. - Elys ¿Crees podernos subir con tu levite psíquico?–

– Claro, en un momento nos vamos para arriba.– Alegre y activa, Elys rápidamente tomo posición y comenzó a emanar su verdosa energía hasta que fue interrumpida por Alexandria.

– Elys, aguanta un poco, tengo algo que decirte.– Alexandria se acercó a su oído y comenzó a hablarle en voz baja, nada se escuchó y Elys asentío con una sonrisa un tanto juguetona.

–¿Qué es lo que pasa? Tenemos algo de prisa.– Tras acabar la oración, todos los demás fueron rodeados del manto de energía de Elys junto a mi mochila y espada, quedando solamente yo en el suelo y ellos en la cima.

– Nueva lección Damián. La señorita Alexandria y yo nos pusimos de acuerdo con este improvisado ejercicio para ti, tendrás que escalar este mural sin nada más y nada menos que solo tus manos.– Elys, quién tenía mis cosas, las dejo a un lado en el suelo al lado de sus pies.