Y ahí estaba Zabdiel enfrente de la puerta de la casa de Christopher. Después de unas batallas consigo mismo, decidio que tenía que ir a visitarlo. Con muchos nervios tomó valor y tocó la puerta 3 veces ya que no contestaban.
Y mientras que Zabdiel estaba afuera, por dentro los padres de Christopher estaban discutiendo.
—¡¿Cómo que te quieres llevar a mi hijo contigo?! —preguntó la mujer sin poder creerlo pero a la vez molesta—. Con razón viniste, no porque estuvieras arrepentido sino para quitarme a mi hijo
—Él no recibira el mismo cuidado conmigo que contigo
—¡Claro! Porque yo si amo a mi hijo, tú nunca lo haz querido.
—¡No digas estúpideces Jenny! ¡Yo lo amo! —gritó molesto
—Si lo amarás nunca le hubieras pegado, nunca le hubieras gritado que era un estorbo con solo 8 años Martín ¡8 años! Le arruinaste la infancia a mi hijo, es por eso que actúa como un niño ¡tú eres el culpable!
Y la mujer fue callada gracias a la cachetada que recibió por parte de su ex esposo.
Mientras había una espantosa escena en la cocina, Christopher, quien su madre lo había llevado a su cuarto antes de que sus padres empezaran a discutir, estaba en su cama acostado, abrazando una almuhada mientras que lágrimas salían de sus ojos que aún tenía su color café. Odiaba oír los gritos de dolor de su madre, ya se habían vuelto recuerdos pero aquel hombre volvió para reevivirlos. Le daba un enojo y tristeza tener que ser ciego y no poder ir a defender a su madre y lo peor esque estaban solos, Jade tenía doble turno de trabajo para mala suerte y nadie podía impedir aquel sufrimiento.
Lo que no contaba esque un chico estaba intentando abrir la ventana de su habitación.
Christopher empezó a escuchar ruidos y comenzó a sustarse.
—¿Quién... quién es? —preguntó mientras apretaba los labios
—Soy Zabdiel
Al escuchar esa voz, Christopher se sentó de inmediato, sus ojos se iluminaron y una sonrisa se esbozó en sus labios.
—Zabdiel, Zabdiel ¡Viniste!
Zabdiel se acercó al chico quien lo esperaba con una sonrisa aunque no podría verlo. Lo abrazó y ambos sintieron los brazos del otro.
—¡Te extrañe mucho mi heroe!
—Aquí estoy pequeño —le dio unas palmadas en la espalda para poder calmarlo.
Christopher se sentía tranquilo y salvado en los brazos de aquel chico. Pero todo se fue abajo cuando un grito de dolor que provenía de la cocina hizo llamar la atención de ambos chicos.
—Mi mamá —susurró
—¿Eh?
—¡Mi mamá Zabdiel! ¡Ve por ella! ¡Ayudala a que mi papá ya no le pegue! —respondió el chico con tristeza y como si estuviera apresurado.
Zabdiel asintió y bajó corriendo en las escaleras. Miró que la puerta de la entrada estaba abierta y después fue a la cocina que era en donde se había escuchado aquel ruido. Al entrar, miró el cuerpo de Jenny en el suelo con sangre saliendo de la cabeza de la mujer. Asustado empezó a llamarle la ambulancia para que vinieran por ella. Él trató de encontrar su pulso pero nunca lo encontró.
Meghan llevó a la madre de Chris al hospital mientras que Zabdiel se quedó al cuidado de Christopher en su casa. El chico estaba nervioso, su madre había quedado en el hospital gracias al monstruo de su padre y tenía miedo de que ese hombre volviera a entrar y se lo llevara.
Jade llegó a casa saliendo del hospital. Entró a la casa con una cara de melancolía y Zabdiel la miró triste.
—¿Quién llegó? ¿Es mi mamá? —preguntó Christopher preocupado sosteniendo aun las manos de Zabdiel
—Soy yo —dijo Jade.
Zabdiel se levantó y Jade se acercó a su hermano. Se puso en culequillas y tomó las manos de su hermano. Empezó a llorar
—¿Qué pasa? ¿Por qué lloras?
—Chris... mamá... ella...
—¿Qué pasó con ella Jade? —hizo un puchero
—Falleció Chris. Ahora ella está en el cielo —contestó con dificultad estallando en llanto.
Christopher se descontroló. Empezó a llorar a un peor que un bebé. La vista la había pérdido y ahora la vida le había quitado a su madre, no entendía el porque el mundo lo trataba con mucha crueldad. Él solo era un ángelito. Él solo era un niño inocente en el cuerpo de un adolescente. Él estaba chiquito.
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ᴇsᴛᴏʏ ᴄʜɪǫᴜɪᴛᴏ | ᴄʜʀɪsᴅɪᴇʟ
RandomA Zabdiel no le agrada tener que mudarse.Dejar su antigua ciudad, sus amigos y a su novia por la culpa del nuevo trabajo de su mamá lo tiene molesto. Y aún más molesto se pondrá cuando conozca a su nuevo vecino, Christopher quien es un chico "raro"...