Zabdiel hizo una sonrisa de satisfacción pero a la vez de burla, al ver como su vecino corría a su casa llorando. No comprendía el porque el chico actuaba de esa forma si no era un niño. En cambio, pensaba que era una actitud falsa y solo lo usaba por molestar y eso lo hizo enojar aun más.
Su mamá lo llamó y de mal humor volvió a entrar a la casa cerrando la puerta y a la vez azotándola.
—¿Y ahora por qué estás enojado? —la mujer puso una mano en su cintura y miró molesta a su hijo
—Hugh, conocí a un chico y todo por la culpa de su estúpido balón
—¿Y?
—Me cayó en mi teléfono y el chico vino con su actitud toda falsa y decía cosas sin sentido
—Me temo que es el hijo de Jenny
—¿Quién es Jenny? —preguntó la niña sentada mientras jugaba con sus ponys de juguete
—Era mi mejor amiga de la prepa —contestó—. Hace rato antes de llegar, nos contactamos y la invite a casa.
—¿Van a venir? —preguntó Zabdiel otra vez molesto
—Bueno a ti te molesta todo ¿verdad?. Más te vale mostrar respeto y no estés con tu cara de amargado.
Zabdiel subió a su cuarto y se encerró. Había una base de cama y se acostó en ella, conectó sus audífonos a su teléfono y empezó a escuchar las canciones de Julieta Venegas hasta quedarse dormido.
Las horas pasaron y Meghan había arreglado la habitación de su hija, la suya y la cocina y la sala la limpió. Eran las 8 de la noche y en 1 hora llegaría su amiga, era buena hora para bañarse ella y bañar a su hija.—Mami —llamó la niña llegando hasta donde estaba la mujer que le dio la vida
—¿Por qué estás vestida así? —preguntó al ver como su hija usaba un pantalón, una playera de Zabdiel y una cachucha de él
—Soy un niño —contestó la niña
—¿Eh?
—Me vestí así para ver si Zabdiel me quiera —contestó la niña con un puchero
Meghan se le hizo un nudo en la garganta, Lory se había vestido de niño para que Zabdiel la aceptara y eso le parecía un gesto que le rompía el alma. Una lágrima salió de ella y la niña se la quitó
—No llores mami —pidió la pequeña— no quiero verte triste
—Está bien —fingió una sonrisa—. Vamos, hay que bañarte
—¿Me puedo vestir como niño?
—Sí mi niña, pero cortaré esa playera porque te queda grande ¡muy grande!
La niña sonrió y asintió. Prepararon la ropa y ambas se bañaron, se peinaron, se cambiaron y se perfumaron. Estaban listas y justo a tiempo tocaron la puerta, Meghan abrió.
—¡Hola Meghan! —saludó su amiga con mucha emoción
—¡Jenny! —se abrazaron y después se soltaron— ¿Cómo estás?
—Muy bien. Mira, te presento a mis hijos: Jade y Christopher
—Hola —saludaron ambos jóvenes y Meghan.
Meghan les pidió que pasaran y lo hicieron. Jenny dejó el pastel que traía en manos en la mesa y todos se sentaron en ella para comer el pastel. Meghan quitó la tapa del pastel y Christopher metió su dedo al betún y luego a su boca. Meghan lo miró riendo
—Christopher, no hagas eso —regaño su madre pero no molesta
—No te preocupes, no pasa nada —dijo Meghan y Christopher se puso tímido
Sirvieron platos, se sirvieron y empezaron a comer mientras platicaban. Luego, Christopher empezó a jugar con Lory a las muñecas mientras que Jade quien tenía la misma edad que Chris, los cuidaba.
En eso, bajó Zabdiel y miró a los 3 chicos.—¡Zabdiel! —gritó su mamá— ¡ven a saludar!
Y ahí Zabdiel se lamentaba por haber bajado. Le caían mal que hubiera visitas y más cuando no había saludado en el momento en el que llegaron. Puso sus ojos en blanco y no le quedó de otra que ir hacia la cocina y saludar a la mujer desconocida.
—Jenny, el es Zabdiel, mi hijo
—¡Ay que grande estás! —exclamó la mujer con sorpresa.
Típica frase de mamá que no ve a los hijos de sus amigas desde hace tiempo.
Meghan miraba a su hijo con orgullo y Zabdiel... era Zabdiel.
—¿Quieres pastel? —preguntó Jenny
—No gracias. No tengo hambre —respondió con amabilidad
—Hijo, ¿por qué no llevas a Christopher a tu cuarto para que se conozcan más? —sugirió su mamá y Zabdiel quería pegarse un tiro
—Está bien —fingió una sonrisa.
—Christopher, mi vida —llamó su madre
—Mande mami
—Ve con Zabdiel a jugar un rato ¿si?
—Si mami
Christopher miró a Zabdiel y lo tomó de la mano. Zabdiel fingió una sonrisa y lo soltó.
—Solo sígueme —dijo Zabdiel en un tono frío
Christopher siguió a Zabdiel y los 2 entraron a la habitación y el dueño del cuarto cerró la puerta.
—¡Vamos a saltar en la cama! —gritó Chris con mucha felicidad e hizo lo que dijo
—¡No, bájate! —Zabdiel lo bajó— ¡Es mi cama! La vas a ensuciar
—¿Tienes juguetes?
—¿Por qué debería tener juguetes? Tengo 15 años ya no juego
—¡Yo si! Tengo aviones, muñecos, un peluche y muchas pelotas
—¿Quieres que te desinfle una?
—¡No! Fuiste un niño muy malo Zabdi
—¿Zabdi? No me llames así
—Es un lindo apodo
—Pues no me gusta
Christopher se quedó sentado en el piso cruzando sus piernas mientras que Zabdiel se sentaba en su cama con una computadora en sus piernas.
—¿Qué vas a hacer? —preguntó Chris
—Voy a ver algo
—¿Una película? ¿Podemos ver el rey león? Amo esa película
—No —Chris dejó de sonreír— miraré por...ya sabes
—¿Qué es eso? —preguntó con curiosidad— Yo no sé de lo que estás hablando
—¿Nunca te han hablado sobre relaciones sexuales? ¿De dónde vienen los bebés?
—¡Si! Mi mami dice que un cigüeña me dejo en su casa, mientras que a mi hermana la encontró en un basurero —rio
—Que inocente eres...
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ᴇsᴛᴏʏ ᴄʜɪǫᴜɪᴛᴏ | ᴄʜʀɪsᴅɪᴇʟ
De TodoA Zabdiel no le agrada tener que mudarse.Dejar su antigua ciudad, sus amigos y a su novia por la culpa del nuevo trabajo de su mamá lo tiene molesto. Y aún más molesto se pondrá cuando conozca a su nuevo vecino, Christopher quien es un chico "raro"...