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Corriste sin descanso ¿la razón? Realmente no la sabias del todo pero...simplemente no podías quedarte de brazos cruzados ¿verdad?, frisk logro todo aquello debido a la determinación que coloco en cada una de sus acciones pero parte de esa determinación fue gracias a las decisiones del mismo jugador.

Tus decisiones fueron parte del destino de ese mundo, tal vez el tiempo de estar ahí sea poco pero eso no significa que no sea suficiente para poder dar un mejor final a todos, frisk les dio la libertad y llego al corazón de muchos, sin embargo aquello no fue suficiente, sus decisiones tambien provocaron odio y dolor a personas cercanas para él.

Tal vez esa sea la razón por la cual estas ahi, para originar un nuevo final feliz, uno donde todo sea realmente perfecto, donde nadie sufra, donde nadie tema, un mundo donde todos sean felices consigo mismos.

Aunque esa no sea tal vez la razón del porque estés ahí, eso no te impide poder intentarlo ¿verdad? Si, si uno quiere puede, y tu en ese momento deseabas formar parte de la historia, aunque no marques la diferencia, aunque realmente puedan terminar olvidandote, ellos te brindaron felicidad aunque no lo supieran ¿por que no transmitirles la misma felicidad?.

Sin verlo venir ya te encontrabas cerca del castillo, para tu sorpresa te encontraste con dos caminos que en el juego no se encontraban, o simplemente no recordabas haberlos visto antes, realmente no querías tomar un camino y terminar más perdida, preguntar a alguien seria la mejor opción aunque aquello te resultaba algo difícil, la gente iba a tu alrededor sin detenerse, sin embargo viste a un pequeño monstruo al cual habías visto antes en el juego.

-monster kid!

Tal vez ese no era su nombre, pero era lo único que el juego te dio para reconocerlo.

- ¡ah! ¿Quien eres?

- eso realmente no es necesario saberlo, necesito llegar aquel lugar.

Señalaste al castillo del rey, a lo que el pequeño te miro sorprendido.

-ahh, quieres ir donde el rey dreemurr, él es muy majo, tienes que tomar el camino a tu derecha porque el de tu izquierda va a la ciudad, pero ahora esta algo abandonada, ya sabes, ahora viviremos en la superficie, todos están haciendo sus hogares.

Dijo intentando alargar la conversación, sin embargo le agradeciste para seguir tu rumbo pero para tu sorpresa este te siguio, mientras caminabas este te platicaba variedad de cosas, también pregunto sobre ti y si eras familiar de frisk, aunque al comienzo sus preguntas y historias habían sido principalmente fastidiosas al ya conocerlas, también resultaron entretenidas y aveces divertidas, sin haberte dado cuenta ya te encontrabas frente a un ascensor, sus conversaciones te habían hecho el camino mas corto, al parecer debes en cuando ir acompañaba servía bastante.

-oh! Ya hemos llegado, sera mejor que me vaya, emm no le digas a mis padres que estoy aqui.

Dijo para luego irse corriendo, claro se cayo algunas veces pero de igual manera siguió avanzando, no lograste agradecerle del todo pero ya no importaba.

Al Entrar te encontraste con un pasillo por el cual caminaste un largo rato, en una parte lograste ver toda una ciudad con sus habitantes...era tan raro...de todas formas seguiste avanzando topandote con más cosas, fue en su momento que te topaste con una casa...era idéntica a la de toriel sin embargo era muy gris, entraste con algo de incomodidad, sabias de esa casa así que al entrar solo fuiste a las escalera, había una cadena con sus respectivos candados pero...no te ibas a tomar la molestia de buscarlas, solo pasaste sobre ella y seguiste.

Al seguir tu camino, encontraste el lugar donde Sans y frisk pelearon en alguna linea temporal, era un lugar bastante hermoso...el juego no te lo mostraba de manera tan llamativa pero era un lugar que te hacia emocionar con tan solo verlo, aun así por más que te haya gustado sabias que tenias que continuar y así lo hiciste, hasta llegar aquel salón lleno de flores, donde encontraste al rey asgore regando las flores y poniéndolas en pequeñas macetas.

Un amor como el Tuyo ( inksans x lectora )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora