— ¡Hermano mayor! ¿Dónde estás? Necesito que me ayudes con algo que aneki* olvidó en su habitación.
Hermano mayor... Humanos, futuro, avance... Desde el momento en el que el primogénito de Inu No Taisho arribó a un mundo nuevo, para así cada amanecer que pasa en estas tierras del mañana es una odisea tras otra, desde el mínimo picor del reiki hasta el nauseabundo hedor del aire que respiraba cada vez que se zambullía hacia lo desconocido.
El recorrer de los siglos en su cuerpo longevo se marcaba en su aprender de los días. Las emociones selladas en su exterior, estallaban cual pirotecnia dentro de su muro inexpresivo, cual inu pequeño, más debía mantener a raya esa emoción. Su curiosidad lo llevaría a donde quisiese y su poder devastaría a quien osase atravesar su camino.
Más en las largas lunas que ha vivido, en los cientos de solsticios jamás se vió estando así... Siendo llamado hermano por un humano ajeno a su todo, pero que ahora es sangre de su todo. Pues el niño en cuestión, Sota, segundo en el linaje sagrado, es el amado hermano de su ferviente deseo hecho hembra.
Sentado en el sillón de la sala con el felino de la casa en su regazo, el temido regente del oeste respondía quedo, tranquilo a su pequeño hermano menor.
— Este no ha sido invitado a pasar a las habitaciones de la miko.
— ¡Pero solo esta vez te pido que me ayudes! Verás, tengo que ir por un paquete que mamá me pidió pero que olvidé totalmente y esta por cerrar la tienda, pero mi hermana me pidió que le llevara el libro de álgebra para devolverlo hoy a la escuela. ¡No puedo estar en dos lugares a la vez!
— Has de ser mas responsable con los encargos, más si deseas disfrutar de los placeres que las hembras pueden dar en gratitud.
Sota enrojeció luego de un par de segundos al escuchar tales palabras provenientes del albino, estaba en la edad de sus hormonas a flor de piel, pero que su aniki* le dijese algo así, más tratándose del hecho de que el demonio cortejaba a su hermana sólo pudo volar sus pensamientos en una ráfaga de segundos, pues si, la sonrisa ladina del lord cardinal lo decía todo.
— ¿¡M-me ayudaras!?
— Sea.
El menor de los Higurashi siendo seguido por el regente de las tierras occidentales se arrimaron entonces al cuarto de Kagome, abriendo la puerta con el singular cubre picaportes rosa tejido a mano; al abrir la puerta el aroma de la mujer golpeó los sentidos del demonio llamando a Yako en el acto, haciéndose presente ambas entidades en un mismo cuerpo.
Ese aroma que lo arrastraba a la locura se escapaba delicioso por la habitación a oscuras que fue iluminada con el brillo de la luz artificial de la lámpara en el techo. Tenso en un principio y regio al no entrar a ese templo dentro del tempo, sus músculos dejaron de responderle y es que, ni Sesshomaru ni Yako habían sido invitados por la dueña del aroma a tentación envuelta en ese toque picante que, escondido en las notas de inocencia predominantes se escabullían silenciosas. Deleite total del despertar de la feminidad de una hembra.
— Entra, no haremos nada malo, solo debemos buscar el libro. Es el que ella estaba leyendo para el examen que odiaba tanto.
La pequeña habitación sin duda era una punzada de cabeza para el Taiyoukai, el cual estaba acostumbrado a que las habitaciones fuesen amplias. No era que se sintiese incómodo, al contrario, era como un refugio secreto, mas deseaba que ella tuviese mas de todo. Él podía darle ese mas de todo. Y lo haría...
Detallando la habitación de cortinas lila cerradas, el pequeño escritorio repleto de libros a los cuales su hermano menor se aproximaba para encontrar el susodicho. Reparo en todo pequeño detalle hasta que se topo con una curiosidad a sus sentidos. La pequeña cartelera en la cabecera de la cama, donde estaban clavadas numerosas imágenes, cada una más llamativa que la otra.
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Sin Fronteras
RomanceKagome queda destrozada al saberse perdedora en el amor y ha regresado al siglo XXI. Sesshomaru le sigue y sin encontrarla el Pozo le hace una invitación abierta sin fronteras. ¿Qué pasará en el 'Futuro' ? Esta historia esta publicada en fanfiction...