Sin Fronteras

"Amenaza Borrada"

El aire se hizo pesado de pronto y una presencia poderosa no conocida alertó al mayor de los Higurashi, quien acompañado de su nieto menor se encaminó a toda prisa hacia el lugar donde emana aquel descomunal poder. La caseta del pozo de donde su nieta recién acababa de llegar 

¿Algún peligro?

De pronto el anciano sacerdote se detuvo a la expectativa, al igual que el menor quien trago en seco mostrándose tenso ante el poder que él, como monje en entrenamiento podía sentir, quizás su reiki era mucho menor que el de su adorada hermana, pero Sota era un hombre y como tal protegería a su familia de ese inmenso poder.

Las puertas se abrieron dejando ver a la presencia platinada asomarse elegante y fiero, despacio el demonio iba marcando su marcha mareado por los extraños y desagradables olores mezclado con la infame bullicio al cual sus agudos sentidos estaban siendo torturados.
Sus orbes dorados se fijaron de pronto en los dos humanos, uno mayor y un niño; agudizó sus sentidos para captar los aromas que él deseara y no la asquerosa mezcla que provenía de todas partes. El aroma inconfundible de la miko emanaba también de ellos, familia, pensó.

-Abuelo, se parece mucho al Orejas de Perro.

-En físico quizás Sota, pero míralo bien, este ser jamás ha de ser comparado con InuYasha –Aclaro – ¡Demonio! ¿A qué has venido?

El nombre del mestizo le revolvió aún más las entrañas, pero el viejo tenía toda la razón, jamás se le podía comparar a él como la peste de la media sangre; Los pasos apresurados de una mujer se hicieron presentes en el momento, una fémina algo madura y con el olor de la miko. -Su madre- , hablo Yako para sus adentros, le vio algo confundida, ella también poseía reiki mucho menor que el de sus hijos, pero igual lo tenía y sintió un escalofrío al momento de que Sesshomaru hiciera acto de presencia.

-¡Hey tú! ¿Eres amigo o enemigo? –Sota gritó al ver que Sesshomaru solo los observaba en silencio.

-Aliado de batalla, Sota –La voz suave de Kagome tomó a todos desprevenidos, ella detrás de su familia caminado lentamente con la mirada fija en el Daiyoukai –Él es Sesshomaru-Sama, medio hermano de InuYasha, no es amigo por ello, pero tampoco es enemigo –Se abrió paso por entre sus seres amados y estando frente al demonio hizo una reverencia formal al Lord –Bienvenido a mí tiempo, no sé cómo has cruzado el pozo pero eres bienvenido a este Templo Sagrado –Se alzó mirando al ambarino, el cabello largo por el tiempo cubría casi a totalidad su ojo derecho, haciéndole verse deseable, según la bestia interna.

-Miko –Cabeceó entendiendo a la perfección lo que le quiso decir entre líneas –Este Sesshomaru agradece su bienvenida e invitación.

La familia se miró entre sí relajándose al momento ya que la presencia amenazadora del Lord desapareció por completo al ver a la azabache y uno a uno luego de su presentación y bienvenida se fueron retirando, dejando solos a ambos jóvenes.

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