Capitulo 1: la historia

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POV Beomgyu:

No era el mejor día y Taehyun lo sabía, el solo me abrazaba mientras ambos mirábamos al cielo. Me sentía culpable, en mi cabeza solo quería que si me devolviera la llamada pero ya era demasiado tarde ya que ese celular había quedado sin dueño y yo sin mis amigos.

Unos meses antes

Estábamos los cinco juntos almorzando como siempre. Hueningkai, Taehyun, Soobin, Yeonjun y yo, siempre nos poníamos en la misma mesa para almorzar.
A los padres de Yeonjun y Soobin no le agradábamos ni Taehyun ni yo debido a que éramos una pareja pero a ellos parecía no importarles. Los padres de Yeonjun eran más exigentes pero el siempre se negaba a seguir las órdenes de sus estrictos padres.
Quizá los cinco teníamos nuestra popularidad pero Yeonjun era el que llamaba la atención de todos, en especial de las chicas. Parecía que no le interesaban, solía decir que quería enfocarse en sus estudios y lo de tener una pareja sería ya después.
Cierto día Hwang Yeji, una porrista popular llegó y le entregó algo a Yeonjun durante el almuerzo. El solo se quedó tomando el papel sin abrirlo e intentando que siguiéramos hablando con normalidad.
Soobin miró aquel papel con inquietud, se notaba que Soobin quería saber lo que la carta decía. Yeonjun se le quedó viendo y se rió al notarlo curioso por la carta.
  —pequeño conejo curioso—murmuró.
  —yo también tengo curiosidad hyung—dijo Kai.
  —¿de dónde es pequeño Soobin?—cuando Taehyun dijo eso todos lo miramos con esa sonrisa que el supo lo que significaba—no hagan comentarios sobre mi altura mejor sepamos lo que la porrista te escribió.
Soobin se notaba en especial curioso por el papel. Todos mirábamos a Yeonjun con la esperanzada de que abriera la carta.
El la abrió al final, supongo que por nuestra presión.
  —es solo su número ¿okey?—nadie lo creía pero Hueningkai fue quien se la quitó y la leyó.
  —quiere que vayas al baile con ella y que salgan, por eso te dió su número—todos nos miramos menos Soobin quien se mantuvo con la vista baja.
Mis dos neuronas rápidamente supusieron que a Soobin le gustaba Yeji ya que no pareció feliz cuando Yeonjun dijo que quizá aceptaría la invitación.

Era un día de octubre cuando mientras nos encontrábamos en casa de Hueningkai y a Soobin quería un helado, hacía frío por lo que todos le dijimos que estaba loco y ninguno quiso acompañarlo por su maldito helado.
  —Yeonjun...—le hizo puchero y el solo se rió.
  —seguramente Ningning tiene pan en la casa—le dijo empujándolo leve.
  —no quiero pan, quiero helado—el mayor se rió.
Quizá era el único loco que lo pensó pero en el momento en el que se miraron parecía que había una conexión entre ellos. Yeonjun lo empujó supuse que porque lo puso nervioso tener a Soobin mirándolo así y tan cerca.
  —¡¿qué haces?! ¡No me mires como si yo fuera el helado!—cuando noté a Soobin sonrojarse por ese comentario fue que decidí hablar.
  —yo te puedo llevar por el helado Soobin—se levantó dándole un cabezazo a Yeonjun.
  —¿en serio?—asentí con la cabeza.
Soobin quería tanto el helado que no le dolió pegarse con la cabeza de Yeonjun.
Miré a Yeonjun sobándose la cabeza.
  —ponte abrigo, hace frío—Soobin miró a su alrededor y YeonJun lo miró a él.
Sin que nadie dijera nada Yeonjun solo se quitó su sudadera y se la dió.
  —póntela, no quiero tener que cuidar a un conejo enfermo—Soobin tomó de manera muy lenta la sudadera y se la puso—. Te queda bien—Soobin se levantó.
  —iremos p-por el helado ¿quieren algo? ¿Helado?—Ningning levantó la mano.
  —helado de menta con chocolate—Taehyun hizo una expresión de desagrado.
  —¡yo igual!—dijo Yeonjun a lo que Hueningkai levantó la mano para que chocaran los cinco.
  —tráiganme helado bueno—dijo Taehyun.
  —muy bien, vámonos—tomé la mano de Soobin para irnos.
Soobin tocaba mucho la sudadera mientras caminaba. Parecía gustarle tenerla puesta, era bastante tierno.
  —¿qué tienes con esa sudadera?—el la soltó.
  —lo lamento, simplemente me gustó—asentí.
Llegamos a la heladería y tardamos un poco en lo que nos entregaron nuestros helados. Si a Soobin le gustaba esa sudadera entonces le gustaba mucho ya que le sonreía e incluso se sonrojaba se tan solo verla.
  —Soobin... ¿qué haces? Eres como un raro, parece que te gusta la sudadera y no solo como un objeto—suelta la sudadera mirándome apenado.
  —me gusta...—murmuró.
  —¿tienes algún fetiche?—me miró sonrojado y negó con la cabeza.
  —me refiero a...
Llamaron por los helados y ambos fuimos a recogerlos.
En el camino Soobin se quedó sin decir nada, solo agarraba los botes de helado con la mirada baja.
  —¿a qué te referías?—le pregunté.
  —si te lo digo habrá una posibilidad de que llegue a los oídos de mis padres—dijo en voz baja.
  —yo no le diré a nadie, me lo guardaré hasta la muerte si es necesario—el solo me miró sonriendo.
  —¿tampoco a los chicos?—neguémosla con la cabeza.
  —te lo juro.
  —me refería a que... me gusta Yeonjun—hizo un pequeño puchero—pero es obvio que a él le gusta esa niña Yeji a parte de que yo no soy del agrado de sus padres... es notorio que no estamos destinados a estar juntos pero yo no dejo de pensar en un universo en el que nuestros padres no sean tan exigentes y yo le guste por lo que podamos estar juntos.

The Story -yeonbin-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora