Capitulo 3: 3 de Diciembre

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POV Soobin:

Me hubiera gustado que noviembre hubiera pasado volando pero no fue así. Noviembre era ver todos los días a Yeonjun agarrando de la mano a Yeji, a veces besándose y otras veces algo tan simple como que le prestara su suéter.
El tercer día de diciembre, una fiesta a la que termine por ir solo por celos. Yeonjun me dijo que subiéramos al piso de arriba donde no hay nada para que pudiéramos ver el cielo, por un momento pensé que solo nosotros dos pero no pude estar más equivocado.
El tomaba su mano y luego la abrazó por lo hombros.
El me había dado su suéter, me dijo que se me veía mejor a mi de lo que a él. Solo pensaba en lo mucho que el me gustaba mientras lo miraba a los ojos.
Tras un rato sentí calor o incomodidad de verlos besándose. Me quité el suéter y solo pensé en lo tonto que era ¿por qué el me besaría a mi? No soy ni la mitad de lindo de lo que ella. El le dió su suéter, solo era un suéter pero me arrepentía de habérmelo quitado y habérselo devuelto, ahora sentía frío.
Solo quería ser Yeji.
Me sentía morir de verlos. ¿Cómo odiarla? Ella era muy amable siempre que estaba con ellos pero a veces quería que desapareciera. Quería que dejara de hipnotizar a Yeonjun con su belleza, de verdad quería ser ella.
En ningún momento me miraron, estaban muy contentos solo ellos dos por lo que el hecho de estar yo ahí solo era molestia.
Me metí a una habitación para llorar alejado de ellos, si me encontraban me preguntarían que me pasaba. No quería perder a mi mejor amigo solo por desarrollar sentimientos hacia el. 
Me imaginaba una vida a su lado pero a la vez sabía que eso jamás pasaría. Si al graduarnos el no se va de la ciudad entonces yo no podré entrar a la universidad en la que el quede.
  —quiero morir—murmuré al asomarme por la puerta y mirarlos caminar nuevamente hacia la puerta.
Quería sentirme en sus brazos, quería sentir todo lo que ella pero me faltaba ser más bajo, ser una chica y ser guapa. Me faltaba todo lo que Yeji tenía como sus buenas notas, su afición por los deportes, todas esas amigas tan guapas y querer ayudar con los eventos escolares. Quizá así al fin podría ser lo que Yeonjun quería, podría ser Yeji pero para ser ella me faltaría su amabilidad y querer que desaparezca no ayudaba en mucho. No había mucha oportunidad de poderlo tener conmigo.
No sé durante cuanto tiempo me quedé con la puerta con seguro, abrazando una almohada mientras lloraba.
Pronto noté mi celular vibrar, si eran mis padres debía controlarme ya que si me escucharan llorar me regañarían.
Respondí la llamada y me levanté rápidamente. Yeonjun estaba borracho buscándome en alguna parte de la ciudad.
  —mierda—murmuré.
Un chico de apenas diecisiete años borracho por la ciudad no es lo mejor que puede pasar. Corrí hacia afuera de la fiesta buscando a Yeonjun quien no sabía dónde se habría ido.
  —Soobin—volteé y vi a Yeji, estaba preocupada seguramente por su novio—no está contigo ¿verdad?.
  —me acaba de llamar—asintió con la cabeza
  —avísame si te vuelve a llamar—se acercó y me limpió mis mejillas—tranquilo, aparecerá—asentí con la cabeza.
Piensa que me puse a llorar por preocuparme por el. Odio no poderla odiar.
  —iré a buscarlo ¿quieres venir?—quería ir yo solo, ya era suficiente de ella pero aún así debía preguntarle.
  —no... debo regresar a casa pero llámame o dile que me llame si lo encuentras—asentí con la cabeza y me fui.
Seguro habría pensado que fui a casa pero no puede ir a mi casa. Es tonto, es un tonto.
Corrí hacia mi casa pensando que seguramente no lo encontraría.
Comencé a llorar de desesperación al no encontrarlo cuando ya estaba bastante cerca de casa.
  —¡Yeonjun!—grité esperando que me respondiera.
Volví a gritarle algunas veces más hasta que me tiré al piso a llorar.
Algo calló a mi lado.
  —sabía que eras tú conejito—lo miré y en ese momento quería lanzarme a él y besarlo pero solo lo abracé.
  —me tenías muy asustado idiota—lo miré sonreír y acarició mi cabeza.
  —tú me asustaste a mi primero—estaba borracho, tenía que llevarlo a mi casa.
Mis padres no sospecharían nada y probablemente ni estuvieran ahí. Mis hermanos probablemente estarían ahí pero quizá podrían ayudarme con Yeonjun.
  —vamos a mi casa—lo ayudé a levantarse intentando que no se durmiera en el camino.
Al llegar a casa llegué casi arrastrando a Yeonjun. Solo debía subirlo a mi habitación. Llegamos a la habitación y el solo se tiró a la cama.
  —¿qué se hace cuando alguien está así?—lo agarré del pie para quitarle los zapatos.
El se acomodó y dejé sus zapatos al lado de la cama.
  —quizá si lo meto a bañar con agua fría...—levanté su cabello para asegúrame de que no tuviera fiebre o algo así.
Estaba sudando, tal vez debía quitarle la camisa.
Me senté al lado de el y comencé a desabotonar su camisa. Tomó mis manos y me tomó por sorpresa cuando se impulsó y me besó.
No estaba soñando, Yeonjun me estaba besando. Me tomó de la nuca y me hizo caer en la cama.
Estaba mal, le estaba correspondiendo el beso y lo estaba disfrutando. No quería parar pero justo cuando tuve ese pensamiento todo el peso de Yeonjun calló sobre mi tras murmurar lo que creí era el nombre de su novia.
Comencé a gritar al sentir que no podía quitarlo.
Morí de vergüenza cuando mi hermano llegó a quitarlo y a ayudarme con el.
  —¿por qué terminó sobre ti?—preguntó tras cubrirlo con la cobija.
  —es que no quería que le quitara la camisa y se me lanzó encima—era la excusa más tonta pero me creyó.
  —prepararé algo de cenar, llévalo a la cocina cuando despierte—asentí y en cuanto salió de la habitación toqué mis labios aún sintiendo los del el besándome.

The Story -yeonbin-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora