¡𝐂𝐚𝐳𝐚𝐦𝐞 𝐚 𝐦𝐢, 𝐌𝐨𝐧𝐬𝐭𝐫𝐮𝐨! [ɢᴀʀᴏᴜ x ʟᴇᴄᴛᴏʀᴀ] [ᴏɴᴇ ᴘᴜɴᴄʜ ᴍᴀɴ]

«- DIECISIETE -»

CAPÍTULO 17

| ÚLTIMO MOMENTO DECISIVO |

RIN

Últimamente la sensación de conformidad y calidez que me envolvía las veinticuatro horas del día no tenían nombre ni mucho menos excusa, todo era debido a cierta presencia que se pasaba a cada rato pidiendo comida, entrenando como loco aún cuando afuera estuviese nevando, siempre teniendo aires engreídos y por últimos sus comentarios de doble sentido que recibía cada dos que tres segundos. Era increíble, esto era increíble. Prácticamente ya estábamos a nada de que esto se acabase y finalmente pudiese oír sus sentimientos. Me decía a mi misma que en definitiva, Garou, me seguía amando quizás hasta más que antes pero a pesar de retenerlo no podía dejar de lado ese pequeño porcentaje de negatividad que me decía: "No seas tonta, Él ya tuvo que haber seguido su camino mientras tú te quedaste atrás".

Tenía deseos de escuchar su respuesta lo antes posible, y para eso simplemente debía aguantar tres días más, exactamente 72 horas y después de eso seria libre de escucharlo. Técnicamente hoy sería nuestra última noche aquí, en esta vieja y cálida cabaña que albergaba recuerdos de nuestra niñez y adolescencia en cada mendiga esquina o rincón más remoto. Solamente bastaba con cerrar los ojos y dejarme llevar en un largo viaje en el tiempo.

Sentía como si los días hubiesen pasado corriendo. Sentía que por más que intentaba no mirar el reloj lo hacía y me impacientaba al ver que se restaba una hora más. Sí, sentía la ansiedad de escuchar sus palabras cuanto antes y poder arrojarme a sus brazos y decirle que lo amaba, que no pude dejar de pensar en él en ningún momento desde que nos habíamos peleado y separado, pero tenía miedo. Tenía miedo de que su respuesta no fuese la que esperaba, tenía miedo que él negara un amor correspondido de su parte y pidiera algo de distancia, tenía miedo de que dijera que lo nuestro no podía resurgir. Era como si pelease conmigo misma sin descanso y agotara toda mi energía vital contra mi otra mitad.

El tanto pensar sobre lo que podría sucedernos y lo que no me había dejado nerviosa, inconforme y abatida. ¿Por qué no adelantar todo y hacerlo aquí, ya y ahora? Gritarle mi amor a los cuatro vientos y esperar a su respuesta. No, no se podía, habíamos hecho un trato. Un acuerdo que no pienso arrojar a la borda, después de todo, sólo será hoy, mañana el día de regreso a casa y luego llegaría el diecisiete de este mes.

La pesadez de mis propios sentimientos me había dejado agotada sacándome más de un suspiro demostrando mi cansancio emocional.

— ¿Qué pasa? — Abrí mis ojos de golpe cuando escuche su voz. Una melodía grotesca y varonil que endulzaba mi audición. Inclinó mi cabeza hacia un lado viéndolo fijamente, una sonrisa tímida se pronuncia en mis labios y decido darle unos golpecitos al puesto libre a mi costado indicándole que se acercara. Garou, no pierde tiempo y se aproxima a mi a paso lento dejándose caer sin titubeos de lleno, este gira su rostro en mi dirección y echa su cuerpo hacia delante y apoya ambos antebrazos sobre sus muslos marcando los músculos de su espalda y brazos. — ¿Tienes algún problema?— Cuestiona por segunda vez sacándome otra sonrisa sincera.