¡𝐂𝐚𝐳𝐚𝐦𝐞 𝐚 𝐦𝐢, 𝐌𝐨𝐧𝐬𝐭𝐫𝐮𝐨! [ɢᴀʀᴏᴜ x ʟᴇᴄᴛᴏʀᴀ] [ᴏɴᴇ ᴘᴜɴᴄʜ ᴍᴀɴ]

«- VEINTIOCHO -»

Hay un capítulo antes que este.

CAPÍTULO 28

| LA ESCAPADA DE ESA NOCHE |

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NARRADOR OMNISCIENTE

En las lejanías de unas montañas gélidas y silenciosas en una noche preciosa de cielo oscuro con luces parpadeantes por doquier aparecía cierta pareja de jóvenes. Un joven muchísimo más alto de cabellos albinos mantenía reposado su brazo sobre los hombros de la morena a su lado, ambos caminaban emanando un aura tranquila y feliz, Mientras se disponían a emprender su camino de vuelta a casa.

— Garou. — Llamó la morena mientras alzaba su cabeza para ver fijamente el rostro definido de su pareja. Este solamente hizo un sonido parecido a un gruñido indicándole que dijese lo que tenía en mente. — ¿Crees... que se haya dado cuenta? — Dijo la morena jugueteando con sus dedos nerviosa agachando la mirada de golpe.

Cierto albino optó por dirigir sus orbes hacia ella viéndola con total admiración. Él no podía dejar de pensar la razón para que la vida lo hubiese premiado con una chica como ella.

— No pienses en ellos, No se va a dar cuenta. Por Dios, es Bang, ya está viejo y probablemente esté muy dormido en su cama. — Respondió moviendo su mano en el aire a medida que decía palabras.

Rin suspiró sin esperanzas.

— Garou.

— Ya ya, créeme, no va a pasar nada. Deja de pensarlo tanto, arruinarás el ambiente tan... — Su voz había cambiado, su tono normal se había transformado a uno más grave y lento. Él se aseguró de acercar su rostro lo suficiente a la suave mejilla de su novia provocando un roce peligroso entre sus labios y la humectada piel morena de Rin, — Excitante que hemos creado esta noche tú y yo. — susurró erizándole los vellos de la nuca a la contraria.

Esta rio nerviosa y jugueteó con sus dedos apartando la mirada lo más que pudiese.

— ¿Podemos ir al lago? — Propuso la de baja estatura sorprendiendo un poco al albino. Garou negó de inmediato, — Es peligroso, ya de por sí es bastante tarde, y aún faltan cuarenta y cinco minutos de camino hasta llegar al Dojo. En resumen, No. —

Agh, Era cierto pero ella añoraba darse una vuelta por el lago de agua cristalina. Y es que, además de ser el lugar preferido de Rin, había una ocasión especial esta vez. En estas fechas había una antigua leyenda que aseguraba que a la medianoche, los enamorados que jurarán su amor a todo pulmón perdurarían por la eternidad.