|Mi otro lado|

-Capitulo 4-

|Actualizado|

Era un silencio incómodo.

Apenas llegó Sr.Slenderman o como nosotras lo conocemos "El tío Slenderman" la sala se volvió silenciosa y cada asesino presente se sentó en un sillón, en las escaleras o se habían quedado quietos apoyados a la pared.

Todos mirandonos a nosotras, a comparación de todos la única que se podía decir que era alta era Sky.

-Me siento una hormiga -Dije mientras apoyaba mi menton sobre mi mano.

-Ni me lo digas a mi -Se quejó uno de los asesinos, era rubio y mucho más bajito que yo. Creo que habían dicho que se llamaba Ben...

-Okay poste de luz -Dijo el de piel extremadamente blanca y con un corte en su boca -¿Podrías explicar porque estás tres dicen que son tus sobrinas y no tienen ningún parecido contigo? -

Nosotras abrimos nuestros ojos al ver como alguien podía hablarle informalmente y que nuestro tío no reaccione rápidamente.
Todo eso cambió en 2 minutos cuando vimos que aquel asesino estaba de patas para arriba, sostenido por uno de los tentáculos de slenderman.

-Muestrame algo de respeto Jeff-La voz de Slenderman era gruesa a comparación de muchos años atrás, cuando sonaba con estetica-Son las hijas de Zalgo y van a quedarse en la cabaña-.

-¿¡QUE?! -Los asesinos y hasta incluso los Proxys gritaron sorprendidos antes la respuesta de Slenderman.

-¿Lo tengo que volver a repetir o es que acaso están sordos de tanta sangre en sus orejas? -Slenderman levanto su voz logrando que los asesinos negaran con su cabeza -Tenemos habitaciones disponibles, así que podemos dejar que se queden -.

-Sally, Jane -Ambas chicas se levantaron -Por favor, muestrenle a las chicas las habitaciones que son para ellas -

Ambas asistieron, Sally se acercó a mi y me tomo la mano para guiarme hacía unas escaleras anchas color negro dejando la sala, en donde mi tío se encontraba hablando con el resto de asesinos.

[N/A:Cuando dejó un espacio muy grande es que hay un cambio de narrador]

-¿Se puede saber porque tienes contacto con las hijas de zalgo? -Se quejó el asesino que adora los riñones, E.Jack.

Todos los asesinos al ver como las hermanas dejaban la sala, rodearon a Slenderman un tanto curiosos y algo enfadados al enterarse que las hijas de su mayor enemigo estaban por dormir debajo del mismo techo que ellos.

-Antes de que esta cabaña se convirtiera un hogar para muchos, Zalgo habia empezado con un proyecto para buscar a unos sucesores, en su principio iban a ser hombres pero todo cambió drásticamente -Dijo Slenderman mientras con uno de sus brazos tomaba un retrato que estaba en un cajón- Zalgo mando a varios de sus sirvientes a conseguir mujeres santas y vírgenes para ser las incubadoras de sus experimentos...

Una de las razones de porque Zalgo quería unos sucesores, era buscar nuevos poderes para destruir a sus enemigos. Una manera de jugar a la familia, pero a su vez usarlos como armas.
Varias mujeres fueron asesinadas por los fetos mal formados en sus vientre o hasta incluso sus cuerpos explotaron porque algunos de ellos eran demasiado para el cuerpo humano.
Zalgo en su momento estaba perdiendo las esperanzas de encontrar un cuerpo "digno" de sus creaciones y estaba dispuesto a jugar con el cuerpo de otras santas...y no necesariamente santas humanas.

Mando a los mejores sirvientes a que buscarán en los cielos, en la tierra y en las aguas a las mejores santas.

Una de ellas fue la madre de Sky. Una joven aprendiz de la sociedad de ángeles al norte del país, quien cayó en las palabrerias de Zalgo, quien le prometió riquezas y una manera de llegar más rápido al cargo de líder suprema de la corte de ángeles.
La segunda víctima fue una "bruja" de los bosques bajos de el otro mundo.
Y por último, milagrosamente una de las santas humanas había aceptado el feto y se encontraba en el séptimo mes de embarazo.