Mi adolescencia fue una muy caótica, sufrí de bullyng exagerado, fui pisoteado, golpeado, insultado y visto de menos. Me hice un maldito antisocial, mi mejor amigo podría decirse que era la pornográfia y la masturbación, resolvía todos mis problemas dandome placer en el baño de la casa, día y noche, antes y luego de despertar, no podia ir al colegio sin masturbarme, era algo clave para tener un buen día.
Con el tiempo fui descubriendo que la pornográfia es un mundo amplio, lleno de cosas increibles hasta cosas muy oscuras, encuentras producciones que te hacen fantasear increiblemente hasta parodias estupidas de películas, pero bueno, encontré algo que me ponía super excitado que a día de hoy no lo comprendo, foot fetish (fetiche por los pies), por dios, el ver a una mujer con los pies bien cuidados me prendia, no veía el sexo y la cogida que se daban las personas, me clavaba viendo los pies, como estos se movían, como eran algo clave en la estimulación del hombre, el como la planta del pie de la mujer masturbaba el pene del hombre hasta el punto de correrse, cerraba los ojos e imaginaba que era yo el del video, que yo estaba siendo tocado de esa manera, que chupaba cada dedo del pie hasta dejarlo humedo y reluciente, que me convertía en alguien sumiso que se arrodillaba y se humillaba con tal de poder besar los pies, que me los restregaban en la cara para luego ser metidos en mi boca hasta el punto de atragantarme.
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Mi mayor pecado
RandomUn chico de 20 años sufre mentalmente por diversas fantasias y deseos sexuales que tiene, estos se han apoderado de sus pensamientos y busca la manera de como poder librarse de ese sufrimiento
