Capítulo IV: Not said

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Abrió lo ojos desorientada como ya era usual en estos días. Tomó unos segundos recordar por qué podía despertar en un suave malvavisco en lugar del frío y duro suelo de aquella asquerosa gema naranja.

Tomó tiempo, pero tenía de sobra para saber que odiaba el naranja. El atardecer era algo que ya no podría apreciar de la misma manera jamás, pensar en el naranja ahora y para siempre le causaría náuseas

Un revuelto cabello rubio sobresalía del borde de la cama y justo en ese momento se dio cuenta del lugar en el que estaba, se arrastró al borde para ver el seño fruncido del capitán, la hizo dudar por centésima vez de lo que debería hacer. Sabía que el movimiento que había hecho era el peor y menos pensado de su vida pero el rubio lo valía, justo ahora dudaba cuanto...

La situación actual era COMPLICADA en mayúsculas principalmente por que no sabía cual era la situación, literalmente. Lo primero que hizo fue correr y, aunque hubiese estado en todas las facultades para investigar seguramente en este momento no estaria viendo la luz del sol de nuevo

No estaba convencida de querer saber y tirar de aquel hilo, todo lo que estaba detrás, tal vez, solo tal vez si ignoraba el hecho, aquellas personas encontrarían algo más beneficioso en que ocuparse y por fin tendría lo que siempre quiso.

Luego de tantos años solo queda el cansancio, la vida que llevaba era divertida y le encantaba pero ya no podía más con ella.

Morir no era inesperado, algún día la luz se apagaria pero ni los años pudieron prepararla para el horrible limbo en el que quedó suspendida por el tiempo que le pareció infinito

La perfección del lugar la enfermaba, acostumbrada a la inquietud no pudo hallar paz, bueno, su paz no se encontraba en el mismo plano en el que residía.

Se levantó de la cama y se sentó junto a Steve que aún dormia pacíficamente, aunque sus sentidos seguían alertas. Cuando advirtió su precencia no dejó pasar más tiempo para estrecharla contra sí y refregrase satisfecho ante el calor del cuerpo junto al suyo, el negro apareció de nuevo

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Steve me observaba con demasiada atención, con los ojos aún cerrados podía sentir los suyos estudiando mi sueño, no pude ocultar la sonrisa que empezó a formarse en mis labios, dejé de fingir y por fin lo miré.

El es real, yo también lo soy. Todo es real, solo eso me basta para continuar

-y bien... -

-Bien-

Silencio de nuevo

-No se que paso, no se si fue algo natural o simplemente obra de un postor que necesitaba a la viuda negra a su disposición. Desperté en una camilla, recibiendo suero y con amnesia. Una enfermera me ayudó, dio toda la información que pudo y me ordenó correr, estuve días tratando de salir de un bosque. Cuando lo conseguí no espere más tiempo para volver.

Encontrarte en ese parque solo fue un milagro vuelto coincidencia

Las palabras no dichas me abrumaron la primera vez y corrí pero no pude resistir verte de lejos y aquí estoy. Aún no estoy lista para decirte esas palabras, pero sé que las sabes y quiero aferrarme a lo que vayas a responder-

-Yo... Volví por ti pero la respuesta del espectro siempre fue no. Espere que cambiara y aun cuando tu cuerpo desapareció persistí, no quería volver sin ti pero me rendí y di la vuelta

Creí estar loco al escuchar tu voz y la ignore, te sentí, pero con las esperanzas pisoteadas en el suelo me reí con cinismo y para salvar mi cordura y no descargarme con el maldito cráneo rojo active el traje y regrese aquí. Ahora puedo pensar que fue real, eras tu y me duele que no haya sido lo suficientemente fuerte para soportar otra rotación del sol-

-me aleje de todo lo demas, dudo que los demás sepan siquiera que no me quede en el pasado como planee hacerlo, pero no hice nada para cambiar su pensamiento

-olvidalo ya, no guardo rencor por ello y volvería a esperar mil veces más si la concecuencia fuera volver a ti- dijo luego de un suspiro

-bueno... Entonces sellemos el trato- una sonrisa ladeada adornaba su rostro

-me parece justo...-

Se acercó lentamente, parecieron siglos cuando por fin sentí su aliento cerca del mío, cerré los ojos y espere el impacto. Fue dulce, lento y esperanzador, años habían pasado desde que nuestros labios se conocieron por primera vez. Arrugue el seño cuando note un detalle

Ya no quedaba aire por aprovechar, nos separamos -espera un momento... ¿Cual de supone que era el trato? Nunca dijiste uno-

Se rió apenado, con más valentía de la que creía podía tener dijo -estar juntos para siempre, no necesito más-

-¿y si el para siempre dura muy poco?-

-entonces nos encontraremos en otra vida, será inevitable no enamorarme de ti en todas tus presentaciones, dure lo que tenga que durar será lo mejor que me haya pasado en la vida, justo despues de conocerte. Prometo apoyarte sin condición y si alguien se vuelve en tu contra entonces también tendrá que vérselas conmigo-

No tenía palabras para responder a su promesa y el pareció entenderlo. Cuando el silencio y su boba sonrisa comenzó a incomodarme decidí cambiar el tema de conversación

-¿sabes que quiero hacer ahora?-

-Mm... ¿Darme muchos besos?-

-si, pero no me refería a eso, ¿que tal un desayuno?-

-no podría decirle que no, bella dama-

El resto de la mañana fue perfecta. La normalidad que había en sus acciones me atraía, eso era lo que mi vida necesitaba. Lo que había estado buscando aunque no lo supiera hasta encontrarlo

En el fondo todo este tiempo sabía que tenía que dar el salto de fe y no pudo salir mejor. Ahora tenía un apoyo, un pilar, una constante en la que podía confiar

Y al final se volvió inevitable que el destino no volviera a mi. Debía resolverse lo inconcluso, no tenía caso huir de aquel inminente designio

 Debía resolverse lo inconcluso, no tenía caso huir de aquel inminente designio

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¿FIN?

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