Corazón de Youtuber [ Rubius Yandere! Y/X Tú ]

Capítulo 17: Salseo... O Decepción.

-Oye... Quiero agradecerte que no me odies. —Dice Rubius, mirándome—

-¿Por qué tendrías qué agradecerme algo así? —Pregunto, confusa—

-Por si en el futuro no puedo hacerlo...
—Responde Rubius, acercándose a mí—

-¿Ah, si? ¿Qué tienes pensado?
—Pregunto, mirándolo—

Rubius me agarra de los brazos y me pone debajo de él.

-Eso ya lo ha hecho, no me molesta.
—Pienso, dejándome—

Él empieza a morderme el óvulo de la oreja con suavidad.

-O-Oye... ¿Qué haces...?
—Digo, nerviosa—

Deja de morder y fija su mirada en mí, con unos ojos que reflejaban deseo.

-Tengo ganas de comerte...
—Dice Rubius, sonrojado—

Me besa apasionadamente y saboreo sus labios con curiosidad, notando un poco de alcohol.

Mis latidos se empiezan a acelerar.

-¡Ah, mierda! ¡El batido qué se pidió en el restaurante llevaba alcohol! ¡Está borracho! —Pienso, sonrojada—

Separo mis labios de los suyos y con fuerza, lo agarro del brazo y lo pongo debajo de mí.

-¡Oye, Tranquilo! ¡Estás borracho! Será mejor que te pongas a dormir.
Yo voy a intentar tirar el cadáver...
—Digo, estando encima suya—

Rubius pone su brazo encima de su rostro, tapando sus ojos por la vergüenza.

Le doy un beso en la frente y me quito de encima.

Nos levantamos y lo abrazo. Él se tumba en la cama y yo voy a la cocina.

Agarro una bolsa vacía y gigante de basura y vuelvo al dormitorio.

Uso toda mi fuerza para meter el cadáver de Luc en la bolsa y la cierro.

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Cuándo he bajado a recepción, nadie ha sospechado de que llevaba una bolsa con forma de cadáver.

-Hay dos opciones, la gente es gilipollas o Mangel tiene contactos.
—Pienso, confundida—

Salgo del hotel y me dirijo a una fábrica. He tenido demasiada suerte; En un cartel decía que allí había incineradores.

Estaba mareada por el fuerte olor a sangre que transmitía la bolsa.

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Después de unos minutos, logro entrar a la fábrica y incenero el cuerpo.

Vuelvo al hotel y subo al piso que está en lo más alto.

Entro a la habitación dónde dejé a Rubius, voy al dormitorio y lo veo dormido.

Me siento en borde de la cama y le quito la peluca, para después dejarla en la mesita de noche y acariciarle el pelo a Rubius.

-Puede que en el futuro pueda... Ser tu "Waifu", si es lo que te haría feliz...
—Pienso, sonrojada—

Oigo cómo llaman a la puerta, así que me levanto y voy a abrir.

Cuándo abro, veo a Mangel y Alexby.