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Amenazo a cinco personas de muerte. ¡En menos de treinta minutos!

Katie's pov:

Media hora antes...

—¡Craig! ¡O abres o tumbo la puerta! ¡Tú decides!

Pateé la madera frente a mí frustrada, pero no obtuve respuesta.

Bufé.

Llevaba intentándolo casi quince minutos ya.

—¡Voy a llegar tarde por tu culpa, mandril incompetente!—vociferé.—¡Pienso enviar a todos tus contactos en la universidad una foto tuya disfrazado de My Little Pony!

Y nada.

¿Me preocupaba que le hubiese pasado algo?

¿Que se hubiera desmayado? ¿Que alguien hubiese entrado para matarlo?

Por supuesto que no.

Craig era una diva.

Tenía fases en las que creía que el mundo no merecía contemplar su cara.

Le gustaba encerrarse en su habitación, escuchar temas de Ariana Grande y pasar de todo.

Las fases de "no-me-toques-soy-demasiado-guapo-para-ti" podían durar horas... o días.

—Suficiente—gruñí.

Rebusqué en mi mochila.

Saqué una daga del tamaño de mi antebrazo, justo al lado de una bolsa de M&M's y una barra de pintalabios.

Encajé la punta en la cerradura de la puerta.

Ésta se abrió de un chasquido.

—¿Ves mi daga, Craig?—empujé la puerta.—Pienso clavártela mientras canto "meto cuchillo, saco tripas" como no... ¡por los dioses!

Me tapé la cara con las manos, horrorizada.

Craig estaba allí, sí.

De pie, con una mano apoyada en la mesa.

Desnudo.

Otro chico, también desnudo, tenía la cara metida en sus...

—Ah, hola, Katie—saludó Craig como si nada.

—¡Te espero en las escaleras!—chillé antes de salir huyendo.

Debí sentarme en un escalón por otros largos diez minutos hasta que Craig se dignó a salir de su habitación.

—Volveré enseguida—escuché que le decía a su compañero.—Tú... mira un vídeo de HolaSoyGermán en Youtube o algo.

Cerró la puerta.

Lo vi dirigirse hacia mí con una gran sonrisa.

—Podrías haberme avisado que estabas ocupado—refunfuñé.

—¿Cómo podría decirte que estaba ocupado, si estaba ocupado?

Me levanté del escalón.

Craig siguió con su sonrisa.

—Aparta esa cara de mi vista—le empujé el rostro hacia atrás.

—No te hagas la dura. Adoras mi cara. Dame un besito—puso morritos.

Hice fuerzas por no reír.

—Estoy enfadada. Voy a llegar tarde porque tú eres un maldito caliente.

De flores y bromas pesadas (#TRATIE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora