13. Night changes

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Cam

- No, por favor, suéltame, deja que me vaya, por favor déjame...

De repente abro los ojos y me inunda la ocuridad de la habitación. Otra pesadilla, la misma que se repite una y otra vez desde que ocurrió... eso. Me incorporo y enciendo el móvil: 8:30 de la mañana. Mierda mierda mierda. El instituto.

Me visto rápidamente y bajo corriendo las escaleras sin peinarme ni asearme.

- Mamá, que son las 8 y media, que llego tarde, mamá que llego súper tarde, ¿¿por qué no me has despertado??- pregunto histérica, mientras ella friega tranquilamente el suelo. 

- Cariño, suponía que hoy también te quedabas en casa.

- No mamá, ya me quedé ayer, estoy mucho mejor, ya no tengo pesadillas- miento- y quiero ir al insti, no puedo empezar a faltar los primeros días.

Me cuelgo la mochila sin ni siquiera mirar lo que hay dentro y bebo rápidamente un vaso de leche.

- Como quieras, pero si te encuentras mal, o te duele la cabeza o lo que sea, llámame y voy a buscarte.

- Sí mamá, no te preocupes, hasta luegoooo- me despido.

Salgo a la calle. Es la primera vez que salgo desde que hace un par de días. Realmente, desde ayer, ya que estuve todo el día en casa.
Pongo en spotify One Direction y dejo que la música guíe mis pensamientos.
Sergio tampoco fue a la universidad, y eso que está en primer año y no puede permitirse saltarse las clases. No pude persuadirle de que se marchara, así que, estuvimos todo el día jugando a la play, póker, incluso hablamos sobre la uni y cómo le está yendo. Echaba de menos hablar con él. Al ser el mayor siempre está fuera de casa o encerrado en su habitación.

Cuando desperté la mañana después de sufrir el "shock" (así lo llama mi madre), tenía recuerdos borrosos, pero pensaba que había sido una pesadilla, que lo había soñado todo. Mi madre estuvo un buen rato explicándome que debía descansar, que me lo tomara con calma. Luego mencionó al chico que me había traído a casa. Y entonces, me acordé de quién me encontró. Itzan. 

Los recuerdos inundaron mi mente rápidamente. Él corriendo hacia mí mientras el tío me soltaba. Intentaba tranquilizarme mientras lloraba a mares. Dios, qué vergüenza. 

Disappearing when you wake up
But there's nothing to be afraid of
Even when the night changes
It will never change me and you

El abrazo. No sé cómo, pero supo que lo necesitaba. Un chico cómo él, arrogante y desagradable, no me soltó hasta que estuve tranquila. 

Chasing it tonight
Doubts are running 'round her head
He's waiting, hides behind a cigarette
Heart is beating loud and she doesn't want it to stop

Recordé que me tendió la mano, y yo la agarré y no la solté hasta que llegamos a la puerta de casa. Ahí, mi madre en seguida me tumbó en el sofá, apareció Sergio, y después de abrazarle, cerré los ojos y no me acuerdo de nada más.

Cuando me encuentro de frente la puerta del instituto sin darme cuenta, me quedo perpleja. Estoy tan absorta en mis pensamientos que no me entero de cómo llego a los sitios. 

Entro en el párking y la veo. Su moto azul está, así que él también Claro, es obvio, no porque yo falte un día los demás también.

Even when the night changes
It will never change, baby
It will never change, baby
It will never change me and you

Cuando acaba "Night Changes", pienso en esa frase que no se me quita de la cabeza.

- Tranquila, no me voy a ninguna parte.

Decido dejar de lado lo que  me ha ocurrido durante unas horas y entro en el edificio.

Al llegar a clase, ya son las 8:55. 

Hay muy pocas cosas que me den vergüenza, y entre ellas está el llegar tarde al insti y tener que entrar cuando ya está el profesor explicando. 

Respiro hondo y llamo a la puerta. Al escuchar un "adelante", abro la puerta. Todas las miradas se posan en mí. Me disculpo por llegar tarde y me siento en mi sitio, junto a Alba. Ella me abraza y me da un beso suave en la mejilla. Les conté a mis amigos lo que había pasado, y estuvieron muy preocupados, incluso querían venir a verme ayer por la tarde, pero mi madre insistió en que tenía que dormir.

- Hola Cam, qué tal, ¿estás mejor? Anoche dijiste que hoy tampoco venías, no deberías haberlo hecho que no hay prisa por que vengas a clase tía.

- Lo sé, pero tenía que salir de casa.

- Encima de llegar tarde, ¿hablas?- la profe de mates me mira seria. Niego y me callo. Sonrío a mi amiga y me giro, encontrándome de frente con Raúl. Él me susurra "Hola" y me dedica una sonrisa preciosa. Se la devuelvo y miro hacia delante.

Me mata la intriga. Necesito mirar a Itzan, agradecerle lo que hizo por mí, pero hasta que suene la sirena no puedo. Observo disimuladamente a mis compañeros hasta que mi mirada se topa con sus ojos. Me estaba mirando, y no se molesta en esconderlo. Ambos sostenemos la mirada. ¿Habéis escuchado eso de que "una mirada vale más que mil palabras"? Pues es cierto. Y aunque me encantaría mirarle durante toda la clase, aparto la mirada y atiendo.

La de cosas que me han pasado a mí en tres días, pero si a mí nunca me ocurre nada. Entre que casi soy atropellada, me desmayé por culpa de Itzan, que he hablado con Raúl, casi me rompo algo en educa, y lo último con el tío ese gilipollas... Joder, cómo sea así el resto del año lo llevo claro.

Antes de que suene el timbre, la profe nos comenta no se qué de teatro, una Noche de Teatro, lo llama. Es el sábado por la tarde, y aunque a todos nos da pereza ir, es obligatorio.

- Oye, Alba, ¿no te parece eso del teatro un tostón? Menos mal que aún quedan un par de días a ver si me libro...

- Qué va, me gusta la idea, es que nunca hacemos nada. Y te equivocas, mañana es sábado, así que no quedan un par de días, queda uno.

Ostia, es verdad, no sé en qué día vivo.

Por fin toca la sirena, y me levanto para ir a hablar con Itzan. Le encuentro con la mirada y me dirijo hacia él, al igual que él viene hacia mí.
Alguien me toca el hombro por detrás antes de llegar hasta él.

- ¡Qué haces, qué quieres, suéltame!- grito nerviosa.

-Eh, soy Raúl, no te estaba agarrando sólo te he tocado el hombro perdona si te he asustado.

Le miro, está paralizado. Normal, le acabo de gritar cuando no ha hecho nada. Es por el estado de shock, seguro.

- Nono, perdóname tú a mí, es que estoy un poco alterada. Dime, ¿querías algo?

- Sí, bueno, - sonríe seguro- es que como van a hacer esto del teatro y tal pues lo mismo quieres hacer una escena o algo conmigo, no sé, si no tienes pareja claro, sino nada.

Estoy atónita. No me lo creo. Que Raúl me esta pidiendo hacer la cosa esa del teatro conmigo. Azucena me mira perpleja detrás de él. Se nota que está celosa.

- Raúl, verás yo...

- Ya tiene pareja, está conmigo.

Itzan aparece de repente. ¿Por qué siempre aparece en el momento exacto? Para bien o para mal, el caso es que siempre está ahí, aparece de repente.

- ¿No eran grupos de tres personas?- pregunta Raúl- es que era porque Ander y yo somos sólo dos, y seguro que tú ya tienes un grupo- afirma, mirando a Itzan.

- Pues no, porque con ella y Maik somos 3 personas, así que lo siento futbolista, búscate a otra.

- Cam, ¿estás segura de que no quieres venirte con nosotros?

Ambos me miran. Me quedo pasmada. No tengo ni idea de qué hacer.

Si me quieres, tuitea que me odiasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora