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— ¿Solo tres minutos? — Preguntó, odio cuando alguien se ponía así...
— Tómalo o déjalo — Respondí mientras caminaba hacía adelante.
Escuché un suspiro bastante frustrado.
— Bien, ¿¡qué diablos que pasa!? ¡Primero me exiges entrar en tu maldito juego y luego me ignoras como si nada! ¡Eres realmente extraño! — Gritó, me devolví donde estaba él.
Tomé con gran fuerza su playera.
Jalando está, hacía el frente.
— Unos cuantos centímetros no me van a detener, puedes ser más alto que yo... Pero, no tienes la valentía para hacer esto — Dije, su frente estaba pegada con la mía. El miedo abundaba sus ojos...
Como un tierno gatito que quería mostrar su gran sombra de león, pero, no podía... Ya que era un cobarde.
— Primero que nada, si Emily se despierta... No tendré problema en culparte a ti de todo, ¿recuerdas mi título, no? — Él apartó la vista, jale aún más fuerte de su playera — Responde, maldita sea...
— Sí, sí lo recuerdo — Le dí una palmadita a su cabeza.
— Buen chico~ — No podía disfrazar su enojo, sin duda que aún es un adolescente que se deja llevar por sus emociones.
— ¡No he terminado, Rogers! ¿¡Por qué te comportas de este m... — Sus inútiles gritos hacían que me doliera la cabeza.
Decidí callarlo de una buena vez.
No sabía cómo responder ante la presión de mis labios sobre los suyos, como castigo por haberme gritado, mordí su labio de manera brusca.
Provocando que la sangre no tardará en aparecer.
— Sí, Sí, Bájale a tu ira sin fundamentos ¿quieres?— Dije observando lo que había hecho.
Se calmó un poco luego de eso. ¿Es todo lo que quiere? ¿Mi atención?
¿Por qué? Le dejé muy claro que toda clase de acercamiento "afectivo" estaba prohibida.
Al igual que el enamorarse.
Dejé libre su playera, luego lo empujé.
— Tiempo, nos vemos después del baile — Eso fue lo último que dije antes de irme.
Pobre chico, si tan solo supiera que las cosas no funcionan como uno quiere..
Es... Inútil.
[•••]
— ¿Qué haces? — ¿Era enserió?
— ¿Por qué me sigues hasta el baño? ¿No tienes clases o algo? — Cuestione mientras lavaba mi rostro.
