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Me duele demasiado la cabeza, ¿Por qué ese hombre nos obliga a hacer esto?
No he comido bien en dos semanas, lo máximo que como al día, son tres o cuatro vasos de leche, si tengo suerte tal vez hasta una galleta pueda comer..
Y todavía esta el maldito problema de Wright, ¿por qué se comportaba así?
¿No está viendo la situación en la que estoy?
Lo más probable es que, se esté quejando de mi actitud como el niño inmaduro que es. ¿Quiere saber de mi? ¡Bien! Puede esperar, yo recuerdo haberle contado todo... No es mi problema que él no lo recuerde...
Si fuera por mi, habría cortado el contrato ya.. Solo hago esto, por que.. Cody aún no lo ha descubierto, no planeó undir su amistad..
Aunque tampoco quiero que se hablen de más, no es por celos, simplemente... Quiero que Cody sufra un poco por lo que yo pasé.
Y tampoco estaba muy contento, Emily tenía un humor por los suelos, apenas podía tener los ojos despiertos.
Las ojeras no se veían tan mal, el inconveniente aquí... ¡No nos van a pagar por todas nuestras noches sin dormir!
Luego esta el punto de mi actividad sexual, la última vez que paso esto... Dure alrededor de tres meses, sin nada de sexo.
Pude "sobrevivir" por medio de masturbaciones y jugueteos con mis dedos...
No es momento para esto, tengo que comportarme como el adulto que se supone que tengo que ser...
No me importa lo que Wright tenga que decir, no le prestaré la más mínima atención...
Si el quiere hacer lo mismo, ¡da igual!
El que tiene el control aquí, soy yo... Eso debió haber quedado claro desde hace mucho...
— ¡Tobías! ¿Dónde va esto? — Pregunto un chico con algunas luces.
Señale una dirección concreta.
Este asintió y se fue.
— ¡Tiempo! — Llamó Cody, una chica se acercó a darle la hora.
— ¿De nuevo son las 12? Eso fue todo por hoy... Vayan a descansar — Interrumpió Emily, por mi parte solo pude emitir un sonido que reflejaba que ya ni me aguantaba yo mismo — Lo sé, lo sé... — Agregó.
Antes de que pudiera darme cuenta, el gimnasio quedó vacío, mi hermano se había ido...
Típico de él.
— Vayamos a la sala del consejo... — Susurró Emilia, asentí. Ambos nos retiramos como pudimos.
