2• Descuido

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Angel Dust bajó las escaleras irradiando presencia y todo el estilo y glamour que lo caracterizaba. Dió grandes pasos hacia el comedor y apenas ingresó a esa sala, se encontró con las respectivas dueñas del hotel degustando algunos bocadillos sobre la mesa. Charlie y Vaggie conversaban casualmente, comían algunos sandwiches y bebían algo de jugo, un aperitivo rápido que podría considerarse una cena temprana ya que estaba comenzando a anochecer. La araña se deslizó con elegancia por la extensión del comedor hasta llegar a ellas con una gran sonrisa.

—¡Buenas noches, bebés! ¡Oh! ¡Eso se ve espléndido!

Tomó asiento en frente de ambas y no dudó en tomar un par de las papas fritas que reposaban en la fuente del medio. Estaba hambriento pero tampoco podía darse el lujo de comer demasiado ya que su labial podría arruinarse. Estaba considerablemente arreglado, vistiendo con un top con mangas que solo cubría su pecho y que era de un color rosado oscuro. Por debajo de colocó unos shorts de color claro y sus piernas eran cubiertas por largas medias de red negras. Sus compañeras se le quedaron mirando porque su maquillaje era espléndido y brillante, toda la leve pelusa de su cuerpo desprendía glitter y era imposible no admitir lo precioso que se veía ese día.

¿A qué se debe tanto buen humor? ¿Y por qué estás tan arreglado?

Indagó Vaggie algo confundida al verlo irradiar tanta luz y buenas vibras. Angel no era un amargado ni nada de eso, pero era extraño ver que fuera amable con ellas sin decir groserías, como también verlo sonreír de felicidad sincera. Charlie le sonrió a su novia para responder por su huésped.

¡Es su fin de semana libre, Vaggie! ¡Eso significa que podrá quedarse en el hotel con nosotros! Y podría ayudarnos con-

—¡Si! ¡Es mi fin de semana libre! Pero no te equivoques, linda. No voy a desperdiciarlo en este triste circo que simula ser un hotel. ¡Por supuesto que saldré de fiesta!

Interrumpió a la rubia sin consideración y eso hizo que Vaggie lo mirara mal. Angel apoyó sus codos contra la mesa, reposó sus esponjosas mejillas sobre sus manos y cerró sus ojos de forma soñadora. Porque nada iba a arruinar esos preciados y valiosos días, quería hacer tantas cosas con Cherri y también drogarse en esos antros decadentes del centro. La lista era larga, pero tenía la confianza de que podría lograrlo y por eso mismo la emoción que sentía lo hacía estar de muy buen humor.

¡De hecho tengo tantos planes! ¡Ni siquiera sé si el tiempo va a alcanzarme! ¿Quién sabe? Tal vez me pierda y vuelva en una semana.

—Nada de eso.

La morena intervino luego de escuchar sus evidentes planes que incluían un enorme grado de descontrol. Y conocían el lado destructivo de Angel, por eso debían evitar que hiciera todas esas cosas que acostumbraba y desviaban su camino hacia la redención. La araña abrió sus ojos y se acomodó repentinamente en su asiento, le dirigió una mirada fastidiada a la única persona que siempre resultaba ser una aguafiestas.

—El lunes estáras aquí durmiendo en tu habitación. ¿Ok? Y nada de disturbios, peleas, malos hábitos, prostitución.

El arácnido rodó los ojos y se cruzó de brazos con aburrimiento. La amargada seguía tratando de arruinar su diversión, como siempre. Y Charlie los miraba a ambos con nerviosismo, algo le decía que las cosas no terminarían bien.

Carajo. Creí que ya habíamos hablado de esto, Vaggs. Hay ciertas cosas que no puedo evitar, es mi trabajo y-

—Este fin de semana libre no trabajarás, Angel. Creo que es una buena oportunidad para limpiarte un poco, ¿No crees?

La rubia interrumpió las palabras de la araña y le sonrió un poco insegura. Pero quería animarlo a cambiar, sabía que debía seguir el ejemplo de Vaggie en insistir sobre las medidas que tenía que tomar. La rectificación de su camino y la limpieza de sus pecados terrenales debía comenzar a realizarse en algún momento.

Body Electric [ RadioDust ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora