__________ sonrió pervertidamente, al escuchar de los labios de su marido esas palabras tan morbosas, que la ponía a mil por hora. Abrió más sus piernas, posicionó su mano sobre su clítoris y movió su mano con rapidez y a la misma vez con mayor lentitud, torturándose a si misma.
Se centró en su clítoris.
Fue estimulándolo lentamente, intentando estimular la parte del glande del clítoris. Se arqueó encontrando su punto más sensible. Hacia tanto tiempo que no se masturbaba con sus propias manos, que se le hacia bastante extraño, pero a la vez intenso.
-Necesito tu saliva. -Gimió ella, echando la cabeza hacia atrás soltando un gemido desgarrador.
Vio como su marido se levantó del sillón en el que estaba sentado y se dirigía a ella con decisión, sin soltar su mano de su miembro. Colocó una rodilla en una parte de la cama y se inclinó sobre su clítoris abriendo con la mano que le sobraba una pierna hacia un lado.
Dio una lamida sobre su clítoris y escupió sobre la vagina de su mujer, quién lo pedía a gritos.
Justin se separó y se sentó en el mismo sitio que anteriormente ocupaba. ________ gimió al sentir como la saliva de Justin se deslizaba por sus pliegues, excitándola. Volvió a posicionar su mano en su clítoris y lo siguió movimiento, rítmicamente. Observando a la misma vez como su marido la estaba observando desde su punto y se estimulaba de esa manera.
Una idea se pasó por la mente de ella y dejó de tocarse y dejó confundido a su marido a la vez que ella se levantó de la cama y cogió el cojín con el que estaba apoyando la cabeza, anteriormente. Lo posicionó entre sus piernas y se sentó encima de él sintiendo el frescor que le proporcionaba.
Se movió verticalmente, con movimientos normales que le proporcionaban gran placer. Ella se agarró a la parte superior del cojín y echó la cabeza hacia atrás sintiendo como su vagina palpitaba y se contraía a la misma vez.
Su cuerpo se incorporó hacia adelante dejando su trasero totalmente expuesto. Justin se mordió el labio inferior observando lo que hacia su mujer. Lo estaba poniendo demasiado caliente, se levantó del sillón y se fue hacia ella sin que se diera cuenta. Se posicionó detrás de ella. Y le dio un cachete su trasero. Haciendo que ella gritara de placer.
Se siguió moviendo sobre el cojín mientras sentía las manos de su marido estallar sobre los cachetes de su trasero, dejándolos completamente colorados.
-Dios mío.. -Gimió ella con voz ronca. -Sigue, cariño…
-Nena, muévete más rápido. -Exigió Justin dándole otra cachetada.
-Sí… -Gimió acelerando sus movimientos.
Parecía que a ella se le saldría el corazón del pecho, esto era lo más pervertido que había podido hacer en su vida. Era realmente una locura, pero una locura placentera. Se sentía realmente bien. Era lo que más necesitaba. Después de tener a los niños no habían tenido aventuras sexuales muy movidas, que digamos.
Y ellos dos, por decirlo de una manera, se lo merecían.
Justin colocó sus rodillas en la cama subiéndose a ella.
-Colócate a cuatro patas, nena.
Ella sin decir nada, lo hizo.
Justin se acercó a ella y la penetró en un rápido movimiento. Ella soltó un gemido desgarrador al notar como su pene entraba en ella, fácil y rápidamente. Las estocadas de Justin se hicieron más intensas y ella se llevó la mano hacia su clítoris para poder liberarse, lo necesitaba. Era lo que más quería en esos momentos.
Apoyando sus hombros en el colchón llevó su mano a su centro y de ahí, hizo movimientos circulares mientras que Justin ajeno a lo que ella estaba haciendo seguía penetrando su vagina con velocidad, sintiendo que llegaba al final. Los movimientos se detuvieron al momento que los dos gritaron al unísono, llegando al más esperado… orgasmo.
*~*
Aquí el último capítulo de dulce navidad.
Well... Esto no es todo.
¡Solo falta el epílogo!
Y será subido mañana, posiblemente :smileywink:
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dυℓce navιdad {נυѕтιɴ&тú} єяóтιcα; especial navidad
Lãng mạnUna apuesta. ¿Quién de los dos se rendirá?