Capítulo 3 ; "Masaje, ¿erótico?"

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-Que bien huele, cariño. -Comentó Justin poniéndose detrás de ella rozando sus genitales con su trasero, provocándola.

Ella cerró los ojos por un momento y sonrió ante sus intenciones, en ahora intentos fallidos.

-Gracias, te he preparado tu comida favorita. -Anunció echando la cabeza hacia atrás para dejar un suave beso en sus labios.

-Y los niños? -Preguntó una vez que estaban sentados en la mesa, dándose cuenta que aún no habían llegado, ni los había visto en todo el día.

Ella levantó la vista de su plato y sonrió con malicia, sin que se diera cuenta de ello.

-No están en casa, los he dejado en casa de Nicole.

Él levantó la vista sorprendido ante su respuesta.

-¿En casa de Nicole? ¿Por qué? -Preguntó metiéndose el tenedor en la boca, en el cual contenía spaghetti. __________ aprovechó la oportunidad y se desabrochó la bata que llevaba puesta, mostrando como sus pechos estaban ajustados resaltando la parte superior de ellos.

Gracias al push-up que incluía el corsé, colocó la espalda en el respaldo de la silla y puso sus manos encima de la mesa en cada extremo de esta.

-Bueno… quería tener en la casa un poco de… tranquilidad. -Contestó de manera sensual, levantando la pierna debajo de la mesa y la colocó en la entrepierna de Justin, quién soltó el tenedor de golpe y empezó a toser, atragantado.

-Oh! Cariño, estas bien? -Le preguntó de manera inocente ofreciéndole su copa de vino.

Él negó con la cabeza mientras movía la mano rechazando la copa de vino.

-Estoy bien. -Contestó, tras lanzar un suspiro.

Ella lo miró con la ceja levantada y empezó a mover su pie, el cual todavía seguía en su parte más sensible, excitándolo con un roce delicado en círculos.

Justin se sujetó a la mesa fuertemente y empezó a desabrocharse los primeros botones de la camisa, el calor estaba empezando a instalarse en su cuerpo y ella podía notarlo. Justin no sabia que hacer en esos momentos, por que en cualquier momento un cable se le podría cruzar por la cabeza y hacer cosas que él en esos momentos deseaba, pero que al fin y al cabo no podía.

Como arrancarle la poca ropa que tenía, que le hacia ver unas curvas que… joder.

Ya estaba pensando en cosas que no debería hacer, porque se volvería loco, literalmente. Pero, lo estaba provocando y tenía que hacer algo inmediatamente para no acabar en la mesa en la que estaban cenando y follarla con todas sus ganas. Y eso que solo llevaba dos días sin poder tocarla como él realmente quería.

Ella dejó de mover el pie encima de sus genitales y apartó el pie poco después, ese gesto hizo suspirar a Justin, pero de tranquilidad. Justin se levantó de la silla con prisa recogiendo su plato y la copa de vino, sin terminar ambas cosas se dirigió a la cocina. Ella se tapó la boca reteniendo las ganas de reír. Esto en su parte tenía algo de gracioso, ver las caras que ponía Justin, era épico.

Se relajó y hizo resonar la silla al levantarse, imitó a Justin y se llevó sus cosas sin acabar a la cocina, en el cual estaba Justin de espaldas a ella, sujetando sus manos en el borde de la encimera de la cocina.

Frunció el ceño al verlo de esa manera y dejó su plato a un lado de él.

-Cariño, estás bien? -Le preguntó asustada.

Levantó la mirada hacia ella y asintió con la cabeza.

-Ven. -Le agarró de la mano y lo llevó de vuelta a la sala, sentándolo en el sofá.

-Qué haces? -Preguntó desconcertado.

Ella se colocó detrás de él, de manera que él estaba sentado en el sofá sin apoyar la espalda en el respaldo.

-Te prometí que obtendrías un masaje después de cenar. -Le susurró en la oreja, rozando su labio inferior con el óvulo de su oreja. Pasó sus dos manos a lo largo de su espalda y poco después empezó a desabrocharle los botones con una sonrisa en la cara.

-Quítate la camisa. -Le dijo tocando con sensualidad sus pezones admirándolos, bajó las manos hasta hallar sus abdominales, los cuales la volvía completamente loca y la hacían suspirar a cada momento.

Justin se deshizo de la camisa apartándola de sus vistas, en un abrir y cerrar de ojos. Ella sonrío al ver las ansias que tenía de que lo tocara. Se puso de rodillas sobre el asiento del sofá y comenzó a brindarle su masaje. Justin gimió, haciendo que ella se desconcentrara. Los dos estaban deseando la misma cosa, pero tenían que resistir.

Tenía que acabar con esto, se dijo ella.

Inclinó su cabeza hacia adelante, y fue dejando pequeños besos a lo largo de su espalda, brindándole leves caricias con la yema de los dedos sobre su abdomen.

-Nena, deja de hacer eso. -Le advirtió girando su cabeza hacia ella.

-Y qué pasará si no lo hago? -Le retó con una ceja alzada.

Él se mordió el labio y la atrajo hacia él en un beso, hambriento. Justin posó su mano en su mejilla derecha mientras la besaba con ganas, empujándola en el respaldo del sofá. Su lengua entró tomando posesión de toda su cavidad bocal, deleitándose con su sabor, su calidez y el intercambio de salivas. Ambas lenguas jugaban entre si y se conocían la una a la otra. Un jadeo salió de la boca de ella al notar como su erección le apretaba en el costado de su cintura. La lengua de Justin delineó los dientes del otro, tomando posesión del paladar, acariciándolo por completo.

Una idea se le pasó por la mente de ________, haciéndola sonreír.

Tenía que caer en sus redes esa noche.

*~*

Hola babes. Ya estoy aquí.

Los dos están cayendo en la tentación.

¿Pararán?  ¿O acabarán con esa excitación y pasión que se transmiten mutuamente?

...Lo veréis en el próximo capítulo, no os lo perdáis...

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