Afectuoso recuerdo.

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Bueno aquí está la continuación del capitulo anterior, espero les guste lo que se viene para Steven y Lapis. Y veré la forma de hacerme de más tiempo para subir algo más. Quizá un shot lindo, algo de romance
jejeje. ¿Ustedes que quieren que ocurra?

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Desde lejos se veía como la neblina se esparcía y lo cubría casi todo, dejando oculta a la enigmática Ciudad playa. Todas las luces se atenuaron con excepción de la luz del faro, que se perdía a la distancia.

Más de media hora había transcurrido y aquellos dos siguieron en aquel solitario muelle, rodeados por ese blanco que poco a poco desdibujaba el entorno y los perdía a la vista.

Esa noche se desataron demasiados recuerdos, pesares que incluso con el mejor psicoanálisis tardarían en sanar, pero que al menos ahora se podía empezar a explorar.

Steven por fin había logrado contener su llanto. Las palabras que se le escaparon, expresaron una culpa y quizá el motivo de su intento por volver a vivir en las calles. Era quizá un último esfuerzo a aferrarse a la única vida que conocía, o al recuerdo de un ser querido.

Por su parte Lapis Lazuli lucho por dentro para no romperse ante aquel tierno joven y de hacerlo, espero que esté no fuese capas de notarlo.

Resultaba difícil para Lapis y para quien sea el descubrir aquella verdad, por fin la escuchaba de quién la vivió, era una fragmento del dolor de un ser que perdido, buscaba consuelo entre espejismos. Difícil poder si quiera darle una palabra de consuelo. Ahora Lazuli comprendía lo poco efectivo que le resultaron sus intentos por ayudarlo, por qué apenas piadosamente intervino repitiendo; Nada de lo ocurrido a sido por tu culpa, Steven.

Cualquier comentario o acción que se le cruzará por la cabeza le pareció carente de utilidad para tal situación.

«¿Qué se debe decir o hacer para ayudarlo?»

Lazuli recordó como su pequeña aventura se inició con tantos errores, con tanta mala suerte que incluso el menos agudo de entendimiento, vería que jamás debió recogerlo y llevarlo a casa. ¿Por qué no dejo que alguien más preparado se hiciese cargo? La respuesta con la que más se autoconvecia fue; Que a nadie más le importaba ese chico.

Steven se fue soltando de aquel abrazo, no quería que ella le viese llorar, aún que sintiera desmoronarse por dentro debía mostrarse fuerte. Pero aquella aparición en la plaza le pareció tan real, como si su imaginación o la realidad misma le jugaran en contra. Dejándolo con el único deseo de que el mundo no se venga abajo y se despierte a mitad de la noche en aquel encierro. No soportaba la idea de afrontar ese miedo.

-Lo siento, ya se que debería dejar de hablar de ese tema... Además yo, te estoy arruinado tu noche.- Soltó el pequeño esas palabras cerrándose a la posibilidad de continuar. -Perdon... ya no seguiré.

La joven pensó en las últimas conversaciones que tuvo con Perla y concibió que quizá existía una manera de ayudar a Steven. Pero era tiempo de devolverlo al orfanato.

-Steven.- Le dio ella algo de espacio al dar un paso atrás. -Descuida, lo importante es que tú estés bien. Si quieres puedes hablar conmigo de lo que quieras.

-No, está bien... Ya fue suficiente.

El pequeño sonrió para tranquilizar a Lapis y al levantar su mirada se quedó quieto ante el azul de aquellos lindos ojos, que compasivos le observaban como si le quisiese regalar algo. Ahi Steven volvió a notar que Lapis Lazuli era muy linda. No era muy diferente a otras mujeres, pero por ese instante se le asemejo a una angelical figura.

El cantar de los caídos. Lapiven AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora