무서움ANXIETY~DARLING~ANXIETY고통

9°Grito sordo

Su cuerpo poco a poco se arrastraba por el suelo tratando de levantarse atado sin mismo por unas cadenas invisibles sus miedos.

Cada demonio masacraba poco a poco.

Quizás arrancando sus extremidades

quizas pisando sus virtudes quizá comiéndose su orgullo.

Pero uno devoraba su corazón, primero lo humillaba, sonreías y lo miraba con ojos de desprecio y asco.

"Una mentira"

Eso articulaban las carnosas bolsas que envolvian una perversa y filosa dentadura.

Su pecho dolía su garganta apretada y sus brazos no le funcionaba se sentía morir pero no moría

"Termina ya...termina ya...termina esto de una vez"

Su boca, asfixeada por su sangre apenas y podía articular dos simples palabras que se repetían una y otra vez, cada una más miserable, suplicante cada una más dolorosa, estaba ahgandose en si mismo.

"Despierta...hey despierta"

Graves susurros de una voz que ahora resultaba conocida darse cuenta que estaba siendo observado por Caín desde su muy pronunciada y diferente altura

-Donde...

De forma involuntaria, Eddie incorporó su cuerpo sintiendo como su senceño cuerpo era abrazado por ahora un acolchonado suelo cálido y que desprendía un perfume a tabaco y masculinidad bastante pronunciado.

-aun es temprano, pero no parecias tener un buen sueño

El alto hombre frente a él estaba vestido, una ropa que cualquiera diría que fuera las de un militar, cargaba una maleta y su cabello estaba atado por una liga, se veía masculino y firme.

Sin embargo esto despertó en Eddie una preocupación, ya que al verlo tan vestido creería que el iría a alguna parte, siendo que éste había quedado de llevarlos a la estación de autobuses una vez que el día pasará

-los autobuses...que hora

Nuevamente se incorporó aún más frenético que la vez pasada, sin embargo el impacto de la mano de Caín en su pecho lo detuvo .

Lo hizo mirarlo directamente a sus ojos, los cuales no pudo sostener por más de 3 segundos.

-Aun no hay paso hacia la central, duerme.

No quería aceptar el hecho de que le diera órdenes o simplemente decidiera sin embargo su cuerpo comenzó a ser absorbido por la cama y por aquella comodidad y el extraño calor que ahora le daba una extraña sonrisa de lado provenientes del pelinegro.

-Cuando vuelva veré como llevarte a casa.

Sus ojos ya estaban cerrados, no pudo ver cuando se alejó o abandonó la habitación.

Se sumió en el cansancio psicológico en el sentir enfermo de su cuerpo y en el agujero en el pecho que aún no cerraba ni un poco.

Esta vez el sueño fue diferente, mostraba un Izaac que lo abrazaba, sentía la calidez de su cuerpo sentía como podía esconder su rostro nuevamente en su pecho y sentirse a salvo, protegido y amado. Izaac  lloraba y le rogaba perdón por lo que había hecho.

Claramente era un sueño aún más cruel que una pesadilla, un sueño que se veía tan real, se sentía tan real y Eddie ansiaba que pasará realmente.

Sin embargo una tenue luz blanca que entra por una pequeña cortinilla le hizo separar sus ojos y nuevamente abandonar aquella realidad ficticia y dolorosa le hizo separar sus ojos y nuevamente abandonar aquella realidad ficticia y dolorosa.