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Otro día tranquilo se alzaba en el infierno.
Charlie observaba por la ventana del lobby las calles semi-vacias del infierno, ya que habían llegado hace poco algunos miles de pecadores nuevos como cada mes, pero decidían dejarlos escoger entre redimirse de una vez o vivir ya una vida de este calibre.
Charlie bebía su taza de té con calma mientras los del hotel seguían descansando.
Se preguntaba dónde y cómo se encontrarían su angel y Vaggie.
Se concentro en la polilla, pensando en cómo terminar con ella sin herirla.
No lo sabía, temía que volviera a caer en el mundo de las drogas.
Mordió su labio inferior y colocó su mano disponible en el pecho, sintiendo la culpa de verla decaer por su ruptura.
-¿Algo te perturba Charlie?-
Alastor hizo su aparición, no llevaba su gabardina habitual, dejando ver su camisa y los tirantes de su pantalón, se sentó a su lado con una taza de café cargado.
-Oh, Al, no es nada..-
Charlie no sabía mentir con aquel demonio que le gustaba.
Alastor la observó y como si leyera un buen libro, tomo su mejilla.
-Estoy viendo la manera de cambiar esta página...-
Charlie se confundió notoriamente con aquel comentario.
-... Esta página de caras tristes no me gusta ¿Dónde está la bella y encantadora sonrisa que me gusta observar?-
Charlie sonrió y se ruborizó levemente, Alastor sonrió tierno mientras sus pupilas se dilataban.
-Mi bella dama, no me gustan las caras tristes y menos las tuyas-
Charlie recargo su rostro sobre la palma de Alastor y cerró los ojos, sintiendo otra vez esa calma que no sentía desde que era una niña y se escondía en la habitación de sus padres por el temor a los truenos y rayos.
Esa calma que emanaba Alastor era inigualable, sintió su latir acelerarse y lo observó mientras sus pupilas se dilataban.
Ambos se veían con calma y ternura, lo cual era extraño de observar en los ojos psicóticos del demonio de la radio.
Charlie tomo la mano de Alastor, la acercó a sus labios y beso la palma de esta, teniendo la necesidad de hacerlo.
Alastor al sentir esos labios negros lo derritió, lo colocó en alerta e imploro a su inexistente dios que lo hiciera de nuevo.
Pero se separó después de unos cuantos minutos, se colocó un mechón de cabello detrás de la oreja y le sonrió al demonio.
-Debemos ir a trabajar... Ya llegaron miles de pecadores y tenemos que repartir los volantes...-
Ninguno quería pararse del sillón, pero tenían una misión que cumplir.
O al menos esos eran los planes.
Repentinamente, una lluvia se alzó con brutalidad.
Fueron cuestión de minutos de pasar de un cálido ambiente del infierno, al terrible frío infernal que parecía salir del cielo. (Por muy loco que suene)
-Mierda, no...-
Charlie trago en seco al ver la repentina y cruel lluvia estrellarse contra la ventana del lobby.
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M4$0QU¡$T4
Historia Corta(Todos los personajes pertenecen a Hazbin Hotel, creado por Vivziepop) Charlie adoraba con su alma a su novia. pero Vaggie era incapaz de complacerla en su lujuria... no toleraba la idea de hacerle "eso" a su luz. Charlie cada vez se ponía de un hum...