capitulo 21

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Entró al pequeño cuarto temblando, tenía mucho miedo de volver a verlo; el doctor le había informado que desde que había entrado en coma no había presentado mejoría alguna, su cerebro seguía igual de inflamado y aunque sus heridas empezaban a sanar poco a poco, no mostraba algunas ganas de vivir. Pudo sentir como la sangre desaparecía de su cara al mirarlo tendido sobre la cama.

Un pequeño flashback inundó su mente: ese Tanner sonriente y bronceado con una pequeña caja rosa entre sus manos, comprándole una preciosa blusa, su primera cita, ese momento en la montaña rusa y los momentos que vinieron después. Cuando él le propuso matrimonio. ¿Eso había sido una mentira? La propuesta lo era, él solo había querido casarse por dinero, más bien había sido obligado a casarse… ¿pero qué hay del café? ¿Y de la feria? ¿Todo ese día también fue una farsa?

-¿Alguien ha venido a visitarlo? –preguntó de repente. Tal vez Lauren… 

-Su hermano vino ayer…

-¿Mi hermano?

El doctor soltó una risa –No, el hermano del paciente.

-Claro, Greyson.

-Se referirá a Tanner.

-No –corrigió- Tanner es el que está en coma.

-Señorita Parker –pero después recordó como se había presentado ____- perdón, señora Chance, creo que está confundida –le entregó los papeles que se encontraban a los pies de la cama.- este paciente está registrado como Greyson Chance.

___________ abrió los ojos al leer el papeleo ¡Falsificaron la carta médica!

-Maldito mentiroso –murmuró en voz baja.

-¿Disculpe?

-No, nada. Estaba hablando sola. ¿Podría dejarme con él un momento?

-Claro –sonrió.- regreso en unos minutos.

Caminó hasta poder posarse a su lado y toco las pequeñas manchitas marrones junto a su oreja.

-Aquí están… -sonrió levemente y luego poso un beso en ellas.

Así que mientras Greyson era Tanner, Tanner era Greyson, le estaba empezando a doler mucho la cabeza.

Dos hermanos gemelos, cada uno haciéndose pasar por el otro, uno para escapar con su novia y otro por dinero… bien, esto empezaba a sonar demasiado tele novelesco.

Una lágrima recorrió el rostro de ________, ella maldijo en voz baja, odiaba estar tan sensible.

-Hola, Tanner –empezó a hablar, sabía que él aún la podía escuchar. Tal vez lo podía motivar para que despertase, era un sueño vago… porque no era a ella quien amaba, si no a Lauren ¿Greyson también seguiría amándola a ella?

-Te extrañé mucho –continuó- Espero que estés soñando con algo muy bonito, pero –empezó a tartamudear- Tanner y-ya es hora que despiertes, muchas personas te necesitan aquí –un sollozo demasiado fuerte escapó de sus labios. –Lo siento –se disculpó con él, y empezó a acariciar su pálido rostro- estás tan frío –musitó- yo sé que aún tienes tantas cosas por hacer, n-no puedes solo quedarte aquí Tanner, tú tienes un futuro hermoso y… -frotó sus ojos- no estoy diciendo que será conmigo, tal vez con Lauren o con alguien más, será… será con quien tu decidas pero, por favor, por favor… despierta.

Empezó a admirar más de cerca su cara, afirmando una vez más todo: Greyson tenía lunares en su ojo y cuello, Tanner solo en su perfil derecho.

Había sido tan ciega, ella se había dado cuenta de eso desde un principio… pero ¿cómo podía haber sospechado? Apenas el día de San Valentín había podido recordar aquella tarde un poco antes de que él le pidiera matrimonio, fue cuando Tanner había mencionado a Greyson, vagamente… pero lo había hecho.

El farsanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora