capitulo 29

155 8 0
                                    

Él se tensó al escuchar una plática fuera de la habitación, era una mujer. Lo más seguro era que Greyson había llamado a Lauren y hoy venía a visitarlo, esto iba a ser tan extraño, hasta ahora no había pensado que en las pocas ocasiones en las que había hablado con su hermano la única vez que habían mencionado a Lauren, era para decir que estaba embarazada y posiblemente loca.

Se habían enfocado en ____________ y en su divorcio, solo en eso. Ahora era un hombre divorciado, cuando lo extraño es que él... nunca se había casado realmente, que revoltijo que habían provocado su madre, Greyson y él, solo para engañar a _________, que no merecía ser estafada, pero ahora ella estaba embarazada de su hermano, y lo amaba ¿no? De verdad deseaba poder hablar con ella...

La puerta del consultorio se abrió mostrando a una chica pálida, con solo las mejillas rosadas y los ojos azules brillando, Lauren... no había cambiado mucho, exceptuando la enorme barriga formándose. Ahí, ahí estaba creciendo su hijo.

-Hola -susurró ella.

-Hola -respondió- Siéntate por favor -hizo un espacio en su cama para que ella se acomodara.

-¿Cómo te sientes? -preguntó en otro susurro. ¿Por qué susurraba?

-Bien, el doctor dijo que tal vez este fin de semana me den de alta, los anti-inflamatorios por fin están dando resultados y los dolores de cabeza ya no me atacan tan seguido.

-¿Sabes si tendrás dolores o... problemas permanentes?

-Tal vez deba usar lentes, no sé, mi edad, mis ojos y el golpe que me di... me dijeron que no debo forzar mi vista, pero eso es todo.

-No tienes la posibilidad de quedarte ciego ¿verdad? -cuestionó asustada.

-No, Lauren. -negó levemente con la cabeza. -¿Cómo estás tú? ¿Cómo está el uhm... bebé?

-Es una niña -sonrió- lo supe ayer. Greyson le ah dado una muñeca.

-¿En serio?

-Sí, me ah llamado diciendo que querías verme y le di la noticia, por la noche se apareció con una hermosa muñequita.

-Una niña -murmuro mientras veía detenidamente la panza de ella.

-¿Estás feliz?

-Nunca me planteé el ser padre, pero sí -se encogió de hombros- es una buena noticia.

-¿Cómo quieres que se llame?

-Es pronto ¿no? Todavía falta mucho para que nazca.

-Sí, pero podemos ir eligiendo el nombre.

-No sé, tú elige.

Ella frunció el ceño -Decidiremos después. ¿Has visto a tu madre?

-No, no me ah visitado.

-Me ah corrido de su casa -el castaño abrió demasiado los ojos.

-¿Estabas viviendo en su casa?

-Sí.

-¿Por qué?

Ella empezó a jugar con su cabello, si le decía que era porque la tenía amenazada sabía que Tanner se enojaría.

-¿Entonces crees que estarás sano en unos meses? Quiero casarme antes de tener a la bebé, será raro eso de estar en un vestido de novia con esta enorme barriga -sonrió, tratando de cambiar de tema.

Funcionó, aunque no como ella lo esperaba. Tanner la miró como si ella le estuviera diciendo que tenía un perro de tres cabezas o algo...

-¿Cómo?

-Sí, quiero casarme antes de que nuestro bebé nazca.

-Lauren -sacudió su melena castaña, volviendo a tocarse la herida; fue como un recordatorio de que huir, hacer las cosas deprisa... ocasiona problemas, había escapado para no casarse y ahora estaba aquí, y la chica con la que huyó le estaba pidiendo que se casara con ella. Bueno no era una petición... se lo estaba exigiendo.- Yo no me voy a casar contigo.

-¿Qué?

-No quiero casarme, nunca, nunca eh soñado con hacerlo y no lo haré.

-¡No! ¿Por qué?

-Lauren, estamos en el siglo XXI, nadie nos va a ver menos por tener una hija fuera del matrimonio.

-Pero es que no solo es una niña más que viene a la tierra, es una Chance ¡Yo quiero que sea una Chance!

-Le daré mi apellido Lauren, no dudes de eso.

-Pero ¿Qué hay de mí?

-No entiendo...

-Yo, yo también quiero tu apellido. ¡Lo merezco!

-Puedes usarlo, si así lo deseas.

-No -gruñó- quiero ser Lauren Chance, legalmente -recalcó la última palabra.- Quiero ser tu esposa -gimió.

-No encuentro necesario casarnos, Lauren, no quiero hacerlo.

-¿Por qué la estúpida de __________ Parker se gana una proposición de matrimonio tuya y de Greyson y yo no? -gritó.

-Ya has sido la esposa de Greyson -recalcó.- Y lo dejaste ir.

-Tú me sedujiste -culpó.- Por eso perdí a Greyson.

Tanner abrió los ojos como platos -¡¿Qué?! Dios, Lauren tú fuiste la que me buscaste.

-¡Y eso qué! -miró desesperada hacía todos lados, como buscando una salvación... una estrategia.- Si no te casas conmigo, me iré; jamás veras a tu hija.

-Puedo llevarte ante un tribunal, y quitártela.

-Las probabilidades estarán de mi parte, estás enfermo, débil y nunca has cuidado a un niño, no eres capacitado.

-Aprenderé.

-¡Solo cásate!

-No puedes obligarme. No es no, te eh dicho que la niña tendrá mi apellido, tu puedes usarlo si quieres hacerlo, pero no me casaré.

-Bien, entonces suerte en encontrarme -se paró rápidamente y corrió saliendo por la puerta.

*****

Como que se safo del cerebro

El farsanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora