Shergell The Black Hound

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Las voraces espadas consumían el montón de rocas del que estaba hecho el golem de Faustus, el torso del gigante se desmoronaba, ya no era capaz de mantenerse en pie.

—¡Necesito que te lleves a Tod! ¡Váyanse tan lejos como les sea posible! — le pidió esperando moverse a sus anchas.

—Lo intentaremos, pero mi pierna no está en su mejor momento — le dejaba en claro, se apoyo en Tod y se marcharon, adentrándose en el bosque.

Faustus volvió a colocar sus manos en el suelo, el cazador de brujas destrozó la cabeza del golem, reduciendo a su enemigo  en pedazos, tras esto fue directo por Faustus, sus espadas estaban preparadas para decapitar al mago, sin embargo un inusual disparo mando a volar una de sus armas, se trataba de otro golem flotante, otros cuatro aparecieron detrás.

—Consíganme tiempo para sacar a nuestro chico malo — les pidió a sus creaciones.

—Dudo que puedan aguantarme, se ven menos aptas para el combate — advertía su audaz perseguidor.

Para su sorpresa los golems se desplazaban a gran velocidad, uno de ellos arremetió contra el cazador, llevándolo a estrellarse contra un árbol, al abrir los ojos pudo ver cómo otro de los golems se disponía a disparar contra él, sus piernas no le fallaron al eludir el poderoso rayo de fuerza mágica, Faustus seguía concentrado, intentando convocar a su as bajo la manga.

—Esos golems pueden parecer peligrosos, pero su reserva de magia se les agota con cada disparo y al usar esa tremenda velocidad, solo espero tener listo a este bastardo acorazado — refiriéndose a lo que llamaba.

El cazador tomo su otra espada, los golems volvieron a lanzarse contra el joven, este pudo esquivar dos de ellos, quienes iban a una impresionante velocidad.

—Puedo sentir la magia que les da vida, no me es difícil predecir sus movimientos — apenas dijo eso otro golem pasa cerca de su cabeza, únicamente la mueve evitando el golpe, pero el golem lo sujeta de la hombrera — ¡¿Fue un truco?!

—Resulta que no eres tan rápido como creías — se burló Faustus, quien veía como los golems se preparaban para atacarlo con un disparo a quemarropa.

Tres disparos fueron frente al cazador, con sus espadas logro contener la energía, pero otro golem detrás estaba por cambiar las cosas.

—Sus espadas son capaces de redirigir la magia liberada, eso complica las cosas, ciertamente no es mi tipo de enemigo — pensaba el mago mientras intentaba apurarse.

El golem disparo en la espalda de Shergell, este perdió el equilibrio, junto con su guardia, recibiendo el disparo combinado del resto de los golems, su cuerpo cayó al suelo, esto tomo por sorpresa a Faustus.

—¡Corre mi niño! ¡Corre! — recordaba Shergell cómo su pueblo natal era consumido por el fuego, todos los habitantes corrían despavoridos — ¡La pelea se intensificó y viene al centro del pueblo! ¡El mago consume todo a su paso!

—¡Madre! ¡Madre no te alejes! — Shergell estiró su mano intentando alcanzar a su madre entre la muchedumbre, pero así como ella estaba frente a él, de un momento a otro fue aplastada junto a un puñado de personas más, dejando al niño impactado —¿Mamá?

Un gigante aplastó a los habitantes sin compasión, el monstruo continuo arremetiendo contra el mago, quien se había envuelto en las unas flamas, adquiriendo la imagen de una gran bola de fuego, consiguió golpearlo en la cabeza, el gigante se vino abajo al perder el conocimiento, aplastando a más gente y sus casas, dejando al niño entre las ruinas en llamas, dónde antes solía ser su hogar.

—¡¡MALDITOS MAGOS!! — exclamó, pero sus palabras nunca llegaron a los oídos del maga pelirroja.

Rápidamente volvió en si, su cuerpo estaba ligeramente chamuscado tras recibir el ataque de los golems, pero su espíritu lo lleno de fuerza para volver a enfrentar al mago frente él, el Black Hound lo señaló con una de sus espadas.

—¡Quiero que me digas, antes de que te maté! ¡¿Conoces a alguna maga de pelo rojo?! — la cara de Faustus reveló la verdad antes de que pudiera decir algo, si la conocía, pero esto extrañaba al heredero del conocimiento de Stone Mage.

—¡¿Qué quieres con un miembro de la familia Le Piro?! — apenas escuchó sus propias palabras entendió lo tonto que era preguntarlo.

—¡Primero iniciare contigo, luego me aseguraré de vengar a mi madre! — con un rápido tajo partió el golem que le sujeto.

—¡Desármenlo! — les ordenó, pero el cazador de perdió en el bosque — ¡Carajos! ¡Fue por Felicia y Tod!

—¡Nadie escapara! ¡Quizá con esto solo estoy logrando lo que ese mago quiere, ganar tiempo, pero no permitiré su huida! — exclamaba el Black Hound, quien solo buscaba su propia venganza.

En breve logro alcanzarlos, ellos se sorprendieron al verlo, Felicia empujó al niño al ver cómo el cazador se arrojo en su dirección.

—¡Si tanto deseas morir primero que así sea! — Felicia se vio sin tiempo para lograr protegerse, pero se sintió bien al salvar a Tod.

—¡NOOO! — grito estirando su brazo derecho, sin ser su intención libero una llamarada de fuego, el cual devoró el cuerpo de Shergell.

Felicia pudo alejarse, el cazador se retorcía por el fuego implacable que intentaba consumirlo, el gritaba y lloraba, no por el sufrimiento propio, sino por que ese tormento fue por el cual otros de su pueblo pasaron, era un recordatorio de cuál era su destino, miro al niño y se abalanzó sobre este.

«—¡Debemos pelear! — resonó la otra voz en la cabeza del niño castaño.»

Tod fue consumido por el fuego, las llamas eran azules para la sorpresa de Felicia, Shergell no retrocedió, sus espadas eran idóneas para sorprender a su enemigo, si es que pensaba protegerse en el fuego.

—¡Eres mío mocoso! — aseguraba victorioso el cazador de la secta.

La mano emergió del fuego tomando por la boca a Shergell, tirando su paliacate, la apariencia de Tod era otra, su semblante no mostraba dudas o alguna clase de titubeó, su pelo se volvió azul y se movía como si se tratase del mismísimo fuego, incluso el iris de sus ojos adquirió la tonalidad azul, el joven comprendió lo peligroso de este cambio tan abrupto.

«—Ya no serás una amenaza para mí recipiente.»

La mano del cambiado Tod se prendió en llamas y los gritos de Shergell inundaron el bosque, este acto aterrorizó a Felicia, no podía concebir tal brutalidad, la peste a carne quemada asqueaba a la maga, el cazador perdió la conciencia ante el ensordecedor dolor, fue liberado del agarre, pero parecía no haber acabado con él, lo apunto con su brazo para dar el golpe de gracia.

—¡Detente! ¡No sigas! ¡No mates! — le rogaba la mujer, temiendo que el alma del niño fuese manchada por tan bárbaro acto.

«—Yo no soy él, por eso no debes preocuparte, yo cargaré con este peso — contesto el extraño ente.»

—¡No! ¡No lo hagas! ¡Estoy segura que él no lo quisiera! ¡Tu solo quieres protegerlo! ¿O me equivoco? — esto hizo que el cuerpo de Tod se alejara.

«—¿Tu vas a protegerlo si yo no mato a este individuo? ¿Te comprometes con su cuidado? — sonaba bastante seria su pregunta, pero ella solo podía importarle Tod y su porvenir.»

—Si — con esa respuesta, la extraña apariencia de Tod desapareció, y con ella su conciencia, pero fue atrapado por Felicia — ¿En qué me metí?

Blue Mage: Tod Lender And The OtherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora