⪻ Ella correría hasta encontrar la felicidad al final del camino. No sabía que le felicidad la perseguía desde las sombras ⪼
Porque Kim Taehyung, solo ha sido una sombra, y no sabe cómo reaccionar a esa luz que ha aparecido en su camino.
⪻ En el si...
Blanqueé los ojos mientras corría siendo guiada por Yoongi entre las luces de la preciosa noche de Seúl. Respiré de forma agitada sintiendo como la adrenalina me inundaba. Nos detuvimos justo frente a un club nocturno y pudimos respirar con tranquilidad al ver que nadie nos seguía.
-¿Ahora en que te metiste, Sunghye? -cuestionó mi mejor amigo observandome serio y con un deje de preocupación en su mirada.
-Te juro que no he hecho nada, ese hombre me siguió porque quiso, yo no he hecho nada. Tienes que creerme Yoongi. -confesé mientras llevaba mi mano a mi pecho y me doblaba apoyando mi peso en mis rodillas y recuperaba la respiración a un ritmo normal.
Yoongi solo me observó y se encogió de hombros.
-Si tú dices que no has hecho nada, entonces yo te creo.
Tenía pensando contestarle, pero, en ese momento alguien tapó mis ojos con sus manos. Mi primera reacción fue llamar a Yoongi a gritos pero escuché una carcajada justo en mi oreja y la reconocí al instante. Quité esas manos de mi rostro y me di vuelta para observar el rostro de mi mejor amiga sonriendo mientras lágrimas lo iluminaban.
Salté hacia ella abrazándola y susurrándole al oido lo mucho que la había extrañado. Joy era mi mejor amiga desde que tenía memoria, y habíamos estado separadas por tres años ya que tuve que irme a vivir con mi abuela al extranjero. Sollozó en mi oído y me rogó que no volviera a dejarla sola, la consolé diciéndole que no lo haría, y no mentía, había vuelto a quedarme y a darle frente a mis problemas. Yoongi sonrió cómplice desde una esquina y yo entrecerré los ojos en su dirección para luego dar unas palmaditas en la espalda de mi amiga.
-Te quiero. -sollozó apartándose de mi cuerpo.
Sonreí y le devolví el gesto.
-Yo también te quiero, Joy.
Yoongi, quién se había mantenido lejos de nosotras, se acercó con una sonrisa torcida mirándonos divertido. Entrecerré los ojos, aniquilando su rostro con mi mirada.
-¿Qué quieres? -cuestioné frunciendo los labios, siendo conocedora de todas y cada una de las facetas de mi mejor amigo, esa sonrisa torcida solo significaba una cosa, que quería algo.
-¿Por quién me tomas, Sunghye? -cuestionó llevando una mano a su pecho de forma dramática.
Blanqueé los ojos comenzando a cansarme, la paciencia no era una de mis virtudes.
-Habla.
-No soy yo, es Joy. -dijo encogiéndose de hombros mientras se acercaba a mi amiga.
La observé confundida... comenzando a notar por donde venía todo esto. Mi mirada pasó del rostro de mis mejores amigos, hacia el lugar en el que nos encontrábamos, estábamos justo al frente de un club nocturno. Negué con mi cabeza una vez miré a Joy, quién solo asintió sonriendo tierna y haciendo un puchero.
