C a p í t u l o 24

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Abril 25, 2021

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Abril 25, 2021.
Nevada, Estados Unidos.

El progreso de ambos jóvenes había sido impresionante. Habían superado cada una de las pruebas impuestas por Thomas Hamlet, y él no podía sentirse más orgulloso de eso, pero no estaba orgulloso de Matthew y Noah, sino, de él mismo, de lo que había sido capaz de lograr con ellos. Durante todos estos últimos días, además de los estudios físicos y de intelecto que les había estado haciendo, los había sometido a un especie de "lavado" de cerebro. No para que olvidaran todo lo que sabían, era más bien para que ellos afianzaran sus ideales y se mantuvieran fieles a lo que él propio Hamlet quería. Ideas de la supremacía del hombre, de la necesidad de poder, y de cómo hacerles creer que no importaba lo que hicieran, estaban haciendo lo correcto, para así a la hora de accionar, coincidieran en las perspectivas de Hamlet. No obstante, ninguno de los dos había caído en aquella formación militarizada y tan rígida que les estaba implementando, habían optado por fingir que sí, para poder mantener a Thomas convencido de que su plan estaba funcionando.

Era increíble como habían muchas personas que buscaban el mismo objetivo, pero con intenciones distintas. En un principio Noah estaba segura de que eso era lo que quería, también quería la evolución del hombre para hacerlo alguien mejor, más sano, resistente a todo, y de esa manera incrementar su calidad de vida, alargarla; pero su padre no buscaba eso, él buscaba marionetas, soldados que hicieran lo que él quería para poder someter a la población, tenía sed de poder; y Adeus Beaumont, junto con Caleb, buscaban hacerlo por el afán del amor a la ciencia, a la investigación, o al menos eso era lo que decían, pero todo se había salido de control.

Ahora, era tiempo de que ambas partes del Área 51 se volvieran a fusionar. Finalmente habían dejado "libres" a Matthew y a Noah, y en menos de lo que se esperaba, había quedado concretado el encuentro entre ambos chicos con Beaumont. Más de una persona estaba con los nervios de punta, pero ya no podían evitar más lo que iba a suceder. El plan de Caleb se estaba ejecutando, solo se esperaba que todo saliera a la perfección, porque de no ser así, todo culminaría en una tragedia.

—Noah...

La voz de Caleb a sus espaldas la hizo girar sobre su propio eje, encontrando al hombre portando un elegante traje azul, listo para el encuentro con su jefe.

—¿Ya nos vamos?

—Sí.

Ella asintió en silencio.

—Caleb... —lo llamó la chica, algo pensativa —. Tu sabías de todo esto. ¿Por qué nunca me lo dijiste antes?

Él sabía a la perfección a lo que se refería. Y esperaba recibir alguna pregunta al respecto desde hace mucho tiempo, pero se les había imposibilitado el hablar de manera directa y a solas, como ahora.

—Sabes que es más difícil de lo que parece, y hablar de esto contigo, también lo es. Pero mereces saber la verdad, tu verdad. Así como Coleman merece saber la suya —comentó, haciendo una breve pausa, antes de continuar. —Estuve cuando todo comenzó, y cuando todo se desmoronó. Era cercano a Hamlet, él solía ser mi mentor y yo era su aprendiz. A las manos de la familia Savaris, llegaron dos diarios que eran considerados una leyenda en toda esta zona, pero no eran leyendas, era la verdad. En ellos se plasmaban proyectos de épocas de guerra, experimentos muy crueles que se llevaban a cabo con prisioneros que tenía la nación, pero el autor de los mismos era demasiado listo para dejar completos los proyectos en un solo diario, y nos dimos cuenta de que los había dividido por partes; era como jugar al rompecabezas. Puede que el proyecto se haya comenzado a plasmar en el tercer diario, su segunda parte esté en el primero, la tercera en el cuarto y el final en el segundo. Y así con una infinidad de experimentos. En esos diarios venía el "Proyecto Abigail", una historia muy famosa entre la población mundial, de cómo intentaron crear al soldado perfecto, aunque, claro que salió mal... Adeus Beaumont y Thomas Hamlet comenzaron a estudiarlos, tenían las primeras dos partes del proyecto, se habían dado cuenta de qué es lo que había fallado en esa época, y quisieron intentarlo de nuevo.

Proyecto Matthew (Parte I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora