capitulo 9

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Capitulo 9

"El profesor de pociones"

-Allí, mira.

-¿Dónde?

-Al lado del Gryffindor, la Ravenclaw y la Hufflepuff

-¿La de gafas?

- ¿lo puedes creer? Una Slytherin

-¿Has visto su cara?

- Es hermosa

Los murmullos siguieron a violet desde el momento en que, al día siguiente, salió del dormitorio después de que su jefe de casa les explicará las reglas de los Slytherin y con la mirada examinará a cada uno especialmente a ella.

Los alumnos que esperaban fuera de las aulas se ponían de puntillas para mirarla, o se daban la vuelta en los pasillos, observándola con atención.

Violet solo buscaba tranquilizarse para no mandarles un hechizo estaba harta, solo esperaba recordar el camino a clases

En Hogwarts había 142 escaleras, algunas amplias y despejadas, otras
estrechas y destartaladas.

Algunas llevaban a un lugar diferente los viernes.
Otras tenían un escalón que desaparecía a mitad de camino y había que recordarlo para saltar,. Neville casi se cae en uno.

Después, había puertas que no se abrían, a menos que
uno lo pidiera con amabilidad o les hiciera cosquillas en el lugar exacto, y puertas que, en realidad, no eran sino sólidas paredes que fingían ser puertas.

También era muy difícil recordar dónde estaba todo, ya que parecía que las cosas cambiaban de lugar continuamente. Las personas de los retratos seguían visitándose unos a otros, y violet estaba segura de que las armaduras podían andar ya que sus tíos se lo confirmaron.

pero Peeves el poltergeist se encargaba de poner puertas cerradas y escaleras con trampas en el camino de los
que llegaban tarde a clase.

También les tiraba papeleras a la cabeza, corría las alfombras debajo de los pies del que pasaba, les tiraba tizas o, invisible, se
deslizaba por detrás, cogía la nariz de alguno y gritaba: ¡TENGO TU NARIZ!

Pero aún peor que Peeves, si eso era posible, era el celador, Argus Filch.

Violet, Neville, luna y susan se las arreglaron para escapar de él, en la primera mañana.

Cuando los niños se reunieron antes del desayuno para hablar (Violet internamente se alegraba de que no se hubieran enojado por no decirles quien era), pero al no ver dónde iban terminaron en el pasillo del tercer piso, si no hubiera Sido que Violet rápidamente los saco de ahí les hubiera estado gritando por un largo tiempo

Filch tenía una gata llamada Señora Norris, una criatura flacucha y de color
polvoriento, con ojos saltones como linternas, iguales a los de Filch. Patrullaba sola por los pasillos.

Si uno infringía una regla delante de ella, o ponía un pie fuera de la línea permitida, se escabullía para buscar a Filch, el cual aparecía dos segundos más tarde.

Filch conocía todos los pasadizos secretos del
colegio mejor que nadie (excepto tal vez los gemelos Weasley con los cuales entabló una extraña amistad), y podía
aparecer tan súbitamente como cualquiera de los fantasmas.

Todos los estudiantes lo detestaban, y la más soñada ambición de muchos era darle una buena patada a la Señora Norris.

Y después, cuando por fin habían encontrado las aulas, estaban las clases.

Una Nueva Vida Como Una ShawDonde viven las historias. Descúbrelo ahora