capitulo 106

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Capitulo 106

"Cambio de maestro"

Al llegar al comedor después de pasar por una rigurosa prueba de seguridad, se sentaron en las mesas de sus respectivas casa. Todos por muy raro que sonase estaban muy tranquilos mientras disfrutaban de la cena

Las conversaciones y risas que resonaban por todo el comedor cesaron casi al instante que notaron a dumbledor ponerse de pie.

—¡Muy buenas noches a todos! —dijo el director del colegio con una amplia sonrisa y los brazos extendidos como si pretendiera abrazar a los presentes.

—¿Qué le ha pasado en la mano? —preguntó millicent con un susurro

No era la única que se había fijado en ese detalle. Dumbledore tenía la mano derecha ennegrecida y marchita. Los susurros recorrieron la sala; Dumbledore, interpretándolos correctamente, se limitó a sonreír y se tapó la herida con la manga de su túnica morada y dorada.

—No es nada que deba preocuparos —comentó sin darle importancia—. Y ahora… A los nuevos alumnos os digo: ¡bienvenidos! Y a los que no son nuevos les repito: ¡bienvenidos otra vez! Les espera un año más de educación mágica…

—La tiene como muerta —comentó blaize con cara de asco—.

¿Sabes?, hay heridas que no se pueden curar. Maldiciones antiguas… y hay venenos que no tienen antídoto… - dijo Violet en susurros solo para que sus amigos la escucharán

—… y el señor Filch, nuestro conserje, me ha pedido que os comunique que quedan prohibidos todos los artículos de broma procedentes de una tienda llamada Sortilegios Weasley.
»Los que aspiren a jugar en el equipo de quidditch de sus respectivas casas deberán notificárselo a los respectivos jefes de éstas, como suele hacerse. Asimismo,
estamos buscando nuevos comentaristas de quidditch; rogamos a los interesados que se dirijan a los jefes de sus casas.
»Este año nos complace dar la bienvenida a un nuevo miembro del profesorado: Horace Slughorn. —Éste se puso en pie; la calva le brillaba a la luz de las velas y su
prominente barriga, cubierta por el chaleco, hizo sombra sobre la mesa—. Es un viejo
colega mío que ha accedido a volver a ocupar su antiguo cargo de profesor de
Pociones.

—¿De Pociones?

—¿De Pociones?

Las preguntas resonaron por el comedor; todos querían saber si habían oído bien.

—¿De Pociones? —se extrañaron también Draco y theo, y miraron a Violet— pero no que dijiste

—El profesor Snape, por su parte —prosiguió Dumbledore, elevando la voz para acallar los murmullos—, ocupará el cargo de maestro de Defensa Contra las Artes Oscuras.

El profesor Snape se puso de pie y estiro su mano a la mesa de slytherin en agradecimiento por los aplausos.

Dumbledore carraspeó. Vários se habían puesto a cuchichear: el comedor en pleno era un hervidero de murmullos tras saberse que el profesor Snape había conseguido por fin su gran sueño. Como si no se hubiera percatado del impacto de la noticia que acababa de comunicar, Dumbledore no hizo más comentarios sobre los nuevos nombramientos y se limitó a esperar a que reinara de nuevo un silencio absoluto. Luego continuó:

—Bien. Como todos los presentes sabemos, lord Voldemort y sus seguidores vuelven a las andadas y están ganando poder- Mientras hablaba, el silencio fue volviéndose más tenso y angustioso. -No sé qué palabras emplear para enfatizar cuan peligrosa es la actual situación y las grandes precauciones que hemos de tomar en Hogwarts para mantenernos a salvo. Este verano hemos reforzado las fortificaciones mágicas del castillo y estamos protegidos mediante sistemas nuevos y más potentes, pero aun así debemos
resguardarnos escrupulosamente contra posibles descuidos por parte de algún alumno o miembro del profesorado. Por tanto, pido que os atengáis a cualquier restricción de
seguridad que os impongan vuestros profesores, por muy fastidiosa que os resulte, y
en particular a la norma de no levantarse de la cama después de la hora establecida. Os suplico que si advertís algo extraño o sospechoso dentro o fuera del castillo, informéis inmediatamente de ello a un profesor. Confío en que os comportaréis en todo momento pensando en vuestra propia seguridad y en la de los demás. — Dumbledore recorrió la sala con la mirada y sonrió otra vez—. Pero ahora os esperan vuestras camas, cómodas y calentitas, y sé que en este momento vuestra prioridad es estar bien descansados para las clases de mañana. Así pues, digámonos buenas noches. ¡Pip, pip!

Una Nueva Vida Como Una ShawDonde viven las historias. Descúbrelo ahora