Visita capítulo 11

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La mujer mayor miraba la carta en sus manos, había intentado abrirlo, pero estaba claro que solo ella podría abrirlo, le molestaba no saber porque ella, suspiro ates de dejar la carta en un cajón, la puerta se abrió y entro su hija

Su hija menor, la cual había sido la única que había estado a su lado a pesar de todo, había apoyado a su madre cuando dejaron a su hija, sabía que estaba algo decaída por no poder saber de su hija, pero ella se lo había buscado

--Mama—está la miro seria –El clan de hechiceros esperan que cumplas con tu parte—la mujer mayor frunció su ceño

--¿Me están exigiendo?—su hija trago saliva

--Así es—dice firme

--Bien, manda a Mario, quiero que les enseñe que a mí nadie me exige—ella asiente, se le queda viendo por unos segundos --¿Hay algo más?—ella niega

--¿Algún día perdonarías a todos?—está la mira mal

--Claro que no, primero muerta—ella suspiro

--Iré a hacer el trabajo—dice para después salir de ahí

Camino por los largos pasillos del castillo, miro algunos empleados que hacían una reverencia, ella como siempre, con la mirada enfrente, algunos la miraron sabían que algo pasaría

Una vez que llego donde estaban los guerreros del lugar, todos agacharon la cabeza en su presencia, ella los miro antes de acercarse al que buscaba, todos veían cada paso que daba hasta que se detuvo

--Tengo un trabajo para ti y tus hombres—el hombre la miro, por muchos años había estado enamorado de ella, pero sabía que no podía intentarlo, porque su madre no lo permitiría

--Lo que digan—dice haciendo una reverencia

--Patético—dijo –No pierdas el tiempo, la reina quiere que le enseñes a los hechiceros quien manda—asiente sonriendo –por cierto, deberían de mejor su hechicería—dijo para salir de ahí como una reina

Los hombres suspiraron, sabían que su general estaba muerto por ella, lo tenía comiendo de su mano, pero no decían anda, que a pesar de todo, ella los trataba bien y no les decía nada que no supieran

--Bien muchachos vamos a calentar un poco—todos asintieron

Tomaron algunas de sus armas, y salieron por la parte trasera, donde nadie los vería, no porque temieran, sino porque así nadie se preocuparía de anda, era lo mejor para todos

(......)

--Estoy bien—repitió por no sabe cuántas veces

--Acabas de caerte, vamos a ver a un doctor, que diga que él bebe está bien—ella suspira

--Que está bien, no me paso nada, solo fue un pequeño resbalón, te juro que estoy bien—el suspiro mientras la abrazaba –Te prometo que tendré mas cuidado, ahora vamos a comer—el sonrió mientras besaba su frente

--Vamos a comer—ambos comienzan a caminar de regreso

Habían salido temprano a dar una caminata, ya que ella se había aburrido, así que después de algunos besos, lo convenció, ambos habían salido a caminar, pero entre varios tropezones, termino cayendo, por suerte logro poner su manos, y no sucedió nada, pero él es un exagerado, pero estaba preocupado por ambos.

--¿Ya estas feliz?—dijo una vez que terminaron de comer

--Mucho—dijo sonriendo –Ayer hable con mis tíos, ellos también sintieron la muerte de uno, van a investigar quien es—suspira –Mi abuela los amenazo—dice con tristeza –Si vuelven a hablar conmigo, ella les seguirá rechazando el acta de adopción, pero ellos la mandaron por un tubo, dicen que soy su bebe y que no dejaran de hablarme nunca—el sonrió al verla sonreír

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