Inestabilidad I

19. Cosquillas

-Lunes en la mañana-

Como siempre, Lan XiChen esperó a Jiang Cheng para ir al instituto.

-Hey, XiChen.

-A-Cheng - dijo dulcemente ladeando la cabeza - llegas temprano, hola - lo saludó como amigo, ambos sabían que no podían ser vistos tan melosos, todos en el instituto pensaba que era porque compartían pasiones.

-Vamos - dijo levantando un cuadro envuelto y amarrado - tengo que dejar esto.

-¿Qué es?

-La tarea que dejaste, duh.

-Ya la quiero ver.

Sonrieron y entraron al auto, fue un viaje pacífico.

Mientras tanto, Wei Ying estaba un poco inseguro, pero se sentía bien. Llamó a Lan Zhan.

-Oe, ya sal de tu casa, ahorita voy a salir, chaup.

...

Lan Zhan ni siquiera pudo decir hola. Suspiró, y salió para encontrarse una imagen... Preciosa.

Wei Ying estaba recargado en el auto, juagando con las llaves no de manera "sexy", no, muy tierno, como un niño descubriendo un objeto. Un pantalón negro semi entallado, unos botines negros tipo rockero, una camiseta blanca pegada al cuerpo, donde los dos puntos del pecho se notaban, el cabello suelto y una chaqueta gris... La chaqueta de Lan Zhan.

-Wei... Ying - tal vez era la primera vez que Lan Zhan sintió "cosquillas" allí abajo.

-¡Lan Zhan! Ven, mira lo que tengo - Wei Ying acarició suavemente la tela de la chaqueta - Me queda ¿no?

Lan Zhan solo dijo - olvidé algo, vuelvo en un minuto - salió corriendo a su casa, no cerró la puerta de entrada, fue directo al baño y se encerró unos segundos.

Se mojó la cara, y recitó las notas en su mente el himno patrio. El bulto que se formó fue suavizándose en unos dos minutos. Listo para salir. Salió.

-Oh, Lan Zhan, ¿qué olvidaste?

-... dejé la olla de leche prendida, y se regó un poco.

-¿No la tomaste toda?

-...No. Vamos.

Wei Ying notó que Lan Zhan no lo miró a los ojos en todo el viaje, ni siquiera lo miró, más claro, tenía los puños tensos y las orejas rojas como una cereza.

En el estacionamiento, cuando Lan Zhan se disponía a salir del auto, Wei Ying puso su mano en la parte posterior de la cabeza del pianista y lo obligó a verlo a los ojos.

-¿Estás bien? - murmuró - Estás raro.

-Estoy bien. Te queda bien la chaqueta - murmuró por lo bajo, queriendo cambiar de tema.

-Me queda un poco grande, y es un poco fría jaja.

Lan Zhan se quitó el suéter con el que estaba, un suéter de lana, muy caliente. Se acercó mucho a Wei Ying, se vieron fijamente unos segundos hasta que el mayor le retiró suavemente la prenda, para un segundo después, vestirlo con lo que se acaba de quitar.

-... ¿Mejor?

-S-si, mejor...

-Bien - sacó el colgante de bajo el suéter de Wei Ying, la tira estaba más corta.

-¡Oh! Si, la amarré para que me quede más arriba, ¿te gusta?

-Sí, te queda bien - miró a sus muslos - la cadena signifi-

Se escucharon unos golpecitos en la ventada de Lan Zhan, ambos regresaron a ver.

-¡Lan Zhan! ¡Hola!