Capítulo 3

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Q u i e r e n   V e r m e.

Michiru se encontraba de paseo con Nazuna y Nina, una salida de chicas para pasar el rato juntas era normal, asi que decidieron ir acompañar a una firma de autógrafos a Nazuna por su nuevo sencillo,demasiada fila a decir verdad. Pero entre las tres hablaban.

—Lamento que tengan que estar aquí. No se cuando acabe -se disculpo.

—No te preocupes, Nina y yo aceptamos.

—Si, podemos esperarte, no hay tanto que hacer aun asi en casa -dijo Nina.

—Trataré de acabar rápido, ¿bien? Solo esperen.

Así Nazuna paso la tarde firmando y tomándose fotos con sus fanáticos entre mas cosas. Para cuando acabo se dio cuenta la noche se asomaba, realmente había tardado mucho, cuando salió de nuevo vio a Michiru y Nina, estaban sentadas afuera mirando sus teléfonos oara entretenerse.

—¡Hola! Logre salir, ¿esperaron mucho?.

—No te preocupes, Michiru decidió ir a casa y volver en unas horas, compramos batidos pensamos que estarías sedienta.

Nina le tendió un batido para que ella lo tomará y asi lo hizo, Michiru y Nina se levantaron.

—Gracias. ¿A donde vamos?

—Podemos ir pasear, ¿o quieren ir a algun lugar?.

—Creo que estaría bien, ¿no Nazuna?

—Claro vamos, eh estado sentada que me duele el trasero.

Rieron para empezar a caminar entre los establecimientos, comiendo y riendo, claro hasta que Nazuna se detuvo un momento en mirar su teléfono, lo cual tomo por sorpresa a Michiru y Nina, quienes la miraron.

—¿Pasa algo? -Preguntó Michiru.

—¿Te cayo mal el pan? -preguntó Nina- tal vez deberíamos comprar medicamento.

—No, no es eso. Es solo que me llegó un mensaje -respondió.

—¿Qué tiene de raro eso?

—Creo que es mi madre.

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Se despidieron de Nina mas rápido de lo pensado, ambas fueron a la habitación de Nazuna, quien dejo en teléfono entre ambas.

—¿Qué hacemos? -preguntó.

—Hay que verificar que sea tu madre.

Asi ambas miraron el contacto sin nombre apenas un mensaje que decía "¿Hija?", aunque eso no fuera prueba el número si, Nazuna lo recordaba de todas esas veces que la llamaba.

—Llamemos -dijo firme tomando el teléfono y suspiro.

—Tu puedes Nazuna.

Nazuna oprimio el contacto, donde venian dos opciones ¿Llamar o aceptar?, aun con un poco de duda llamo. Lo puso en altavoz y lo dejo en el centro para que Michiru también escuchara y pudieran saber su era o no era la madre de Nazuna quien llamaba.

Un tono.

—¿Y si no contesta?

—Lo hará.

T U  A R O M A   2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora