Un cuento de hadas

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Cierra la puerta de la limusina. Esta empieza a moverse. Estamos dirigiéndonos hacia el baile.

-Esta noche estás muy guapa –dice acercándose cuidadosamente hacia mi

Yo me sonrojo y en voz baja el digo – gracias-

Harry se acerca cada vez más . Hasta que no puede más. Estamos el uno pegado al otro. Él deja caer su cabeza en mi hombro y empieza a darme besos en el cuello.  Yo me quedo en shock preguntándome ¿Qué hace?, pero no tardo mucho en  acariciarle su precioso pelo rubio.  Harry se acerca a mi boca. Yo me quedo mirándole sus preciosos ojos verdosos. Su labio superior se despega del inferior.  Cierra sus ojos y se acerca en busca de mi boca. Pero antes de que pueda acariciar sus labios con los míos me aparto. Pongo mi dedo en su boca y hago un pequeño ruido – Sh….-  y enseguida  digo

-Guárdatelos para esta noche-

Harry no tarda mucho en volverse a acercar a mí y me pone el brazo sobre los hombros. Yo le abrazo.  Esto es de locos. Le acabo de conocer hoy mismo. Y estar en una limusina con él. Abrazados los dos. Uno junto al otro.

Se crea un enorme silencio en la limusina y yo intento romper el hielo.              

-Bueno y que me cuentas sobre ti, ¿Dónde vives?- pregunto

-Vivo a unas calles a tu casa.  Es la número 15. Un chalet bastante grande. Con una piscina. Algún día te tendrás que venir a bañarte – dice guiñándome un ojo

-Mh… creo que me suena. Cuando haga buen tiempo y me invites voy encantada.

-Un día de estos-

Cada vez le abrazo más fuerte. Parece que sigue buscando mis labios pero intento esconderlos. Aun no es el momento.

Él se aparta de mí y me dice:

-¿Quieres ver que hay por encima nuestro?

-¿Encima nuestro? –repito

-Sí – se acerca a una pequeña caja en la misma  limusina. La abre. Y saca un mando. Aprieta uno de los pocos botones y se abre una pequeña ventana en el techo. Nos volvemos a abrazar y miramos juntos al cielo, oscuro y estrellado que hace en esta preciosa noche

-¿Te gusta?-dice él

Asiento con la cabeza y le doy un beso en la mejilla.

La limusina se para.

Ya hemos llegado – dice el chofer.

Harry baja primero de la limusina. Abre mi puerta y me coge de la mano para que salga con su ayuda. Estoy muy emocionada. No me creo que este aquí, y menos con Harry. Me da la mano y nos dirigimos al gimnasio. Por el camino le vuelvo a abrazar. Como si no me creyera que fuera verdad. El deja su mano en mi cadera y seguimos andando. Esto está repleto de jóvenes. Muchos de ellos me miran extrañados. Oigo susurros - ¿Quién es ella? Pero no hago caso.

Llegamos a la puerta. Nos separamos y nos damos la mano. Cuando entro me quedo asombrada. ¿Esto es el gimnasio donde hemos corrido sin parar? La verdad que no lo parecía. Esta todo lleno de focos. Al final de él hay un escenario donde hay un grupo de música tocando.  Se abre un pasillo cuando nosotros pasamos. Yo le miro asustada a Harry pero él me dice, continua. Miro a cada lado. La gente me mira. No me gusta mucho esta sensación pero enseguida me da la mano más fuerte y me tranquilizo. Al llegar al centro del baile sus amigos se acercan. Son 4 chicos. Casi todos están bastantes fuertes. Me fijo en uno de ellos. Es bastante guapo. Moreno de piel y un pelo oscuro.

-Hola Harry –dicen al unisono

-Hola, chicos os presento a Anna-coge mi mano y me dirige al frente.

 -Hola, encantada-digo yo y doy un paso atrás.

No me gusta conocer mucha gente nueva por eso intento poner una escusa para no ser el centro de las miradas.

-Bueno Harry y chicos, un placer, ahora vengo-

Harry me da un beso en la mano y contesta

-Adiós Anna, no tardes-

(NARRA HARRY)

Anna se dirige al puesto de bebidas. Yo la miro y enseguida empiezo a hablar con mis colegas.

-Ey chicos, ¿cómo os parece Anna?-digo yo

-Está muy buena-dice Jack mientras la mira.

-De donde la has sacado-dice Simon.

-Esta mañana he ido con las prisas a comprarme el esmoquin para esta noche. Al salir me la e encontrado y  me he quedado mirándola. Menudo cuerpazo tiene. Después he salido de la tienda. La he esperado un poco en la puerta y como veía que no salía me he ido a comprar un brazalete. Como tenía hambre he ido al Starbucks y justo allí, estaba ella. He empezado a hablar  y parece que se ha enamorado de mí-

-Que suerte tienes tío-

Unos minutos después:

-Bueno chicos voy con ella, no vaya a ser que me la roben-

-Adiós-dicen ellos.

 (NARRA ANNA)

 Me acerco al lugar donde está la bebida. Cojo un vaso y me pongo algo de ponche. Cuando me lo acabo espero apoyada en la pared  a Harry. Pero antes de ello, un grupo de chicas viene. Hay un montón de frikis( como ellas los llamarían) siguiéndoles las espaldas y haciendo lo que ellas quieren. Simplemente babean por las chicas imposibles. Cuándo ya están me miran atentamente. Yo me quedo algo rígida y espero a ver que quieren.

-Hola, tía ¿Quién eres? no te habíamos visto nunca por aquí-me dice

-Soy Anna encantada- digo mientras me pongo las manos en la espalda.

-Que suerte tienes tía, Harry es un chico imposible y tu lo has conseguido ¿Cómo lo has hecho?-pregunta

Yo me quedo parada. ¿Qué le digo? Miro de lado a lado. Tengo suerte. Harry viene.

-Hola chicas-dice mientras se muerde el labio

Me agarro rápidamente a él. Las chicas se quedan muy sorprendidas y miran a Harry con cara de enamoradas.

 -Hola Harry –digo yo

Empieza a sonar una melodía muy lenta. Parece que el atractivo rubio lo oye. Se acerca hacia a mí. Me coge la mano y me propone.

-¿Me concedes este baile?-dice mientras pone delante de mi mano la suya

-Por supuesto- digo yo aceptando su mano.

Vamos a la pista de baile. Hay pocas parejas bailando. Cuando llegamos al centro él me agarra más arriba de la cintura  y yo dejo caer mi cabeza en su hombro. Me fijo que todo el mundo nos mira. Yo cierro los ojos y me dejo llevar. Ya no me importa quien es Harry ni quién soy yo. Lo único que quiero es disfrutar por una vez de la vida. Levanto la cabeza de su hombro. El baja un poco sus manos y llega a mis caderas. Nos miramos. Inclinamos nuestras cabezas. Nos vamos acercando poco a poco.  Sus labios y los míos se van abriendo. Cerramos los dos los ojos y justo en ese momento  su nariz tropieza con la mía, pero no le damos importancia .Y un segundo después conectamos nuestros labios en un beso. Mi corazón bombea lo más rápido posible. Mis mejillas se sonrojan y mis labios se quedan en trance.  Harry  me abraza y yo hago lo mismo.  Despegamos las caras y cuando voy a cerrar los ojos para recibir otro de esos maravillosos besos oigo una caída. Rápidamente abro los ojos. Harry esta en el suelo. Alguien le ha dado un puñetazo. Cuando voy a mirar al frente, le veo. Pero, ¿Qué hace el aquí?

Love in LondonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora