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—No tienes que hacerlo. —Repitió de nueva cuenta, ya había olvidado cuántas veces había escuchado al mayor decir eso, pero en ningún momento cambió de opinión, por lo que volvió a negar con la cabeza.

—Ya te dije que esta bien, hyung. —Le sonrió cálidamente, intentando demostrarle que realmente sentía lo que decía.

—Puedo hacerlo yo, podemos festejar otro día. Esto no es parte de tu trabajo. —Insistió.

—No. Hoy es tu día especial, tómalo como un regalo más, así no tendrás que preocuparte y podrás pasar un buen día con tus amigos.

—Tú también eres mi amigo, Taehyungie. Es mi primer cumpleaños contigo, quiero que estes ahí, a parte, le caiste muy bien a Namjoonie y Yoongi. —El recuerdo de la pequeña conversación que había tenido con los mencionados solo hizo que sus mejillas se tiñeran de un tono rojizo, apartando la mirada del contrario y procediendo a abrir la puerta del coche.

—No te vas a deshacer de mi tan fácil. —Repitió las palabras que anteriormente le había mencionado el pelinegro, terminando por bajarse del auto y cerrando la puerta, inclinándose sobre la misma y asomando la cabeza cuidadosamente por la ventana, captando la enternecida mirada que su compañero le ofrecía ante las palabras que le había dicho. —Habrá muchos más, ¿no?

—Prométeme que si terminas rápido nos alcanzarás en el restaurante.

—Lo prometo. —Aceptó, sintiendo como su corazón latía con fuerza con tan sólo imaginarse el hacer aquello. —Uhm, diles a tus amigos que lamento no poder ir de nuevo, eso es una mala impresión. Pero también prometo que la próxima vez estaré ahí, sin importar lo que pase, ¿de acuerdo?

—Es una promesa, Taehyungie. —Murmuró sonriente, asintiendo suavemente antes de poner el coche en marcha. —Te mandaré un mensaje más al rato, para ver cómo vas, okay? —Estableció, provocando que rodara los ojos y se alejara del coche.

—Por favor diviértete hyung, y olvídate un rato del trabajo. Lo mereces.

—Eso no lo prometo, Taehyungie. —Una risita escapó de sus labios, y antes de que el menor pudiera reprocharle, arrancó el auto, dejándolo solo fuera del edificio donde trabajaban, soltando un suspiro una vez que estuvo por su cuenta.

Un poco de tiempo solo no le hace mal a nadie.

No cuando eres yo. Voy a volverme loco.

¿Qué hice? (Taegi/Yoontae AU) SEGUNDA PARTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora