Angel dust había tenido suerte. Siempre que veía a un pobre demonio con forma de perro, o de algún adefecio deforme, entendía que había tenido más que mucha suerte al haber obtenido esa forma al caer. No, no era como cuando estaba vivo, pero si que era una forma hermosa y atrayente.
Sus brazos extra habían sido bastante difíciles de aceptar al principio pero apenas entendió lo funcionales que eran comenzó a apreciarlos. Otra cosa que le gustaba era estatura, era muy alto, eso le gustaba, cuando había vivido fue un chico algo bajito que lo a tormento al menos los años de escuela en los que lo llamaban maricon, y bueno... Si, si lo era, pero no tenía nada que ver con su estatura. Mírenlo ahora, era el mismo tipo gay solo que más grande.
Quizá su parte favorita era su pecho peludito que podía parecer un par de senos y lo hacía lucir aún más androgino. Si, todo era bueno... Todo excepto una cosa.
Al caer, no tardó mucho en terminar en las garras de valentino, volver a ser prostituto no le importaba, había hecho eso durante años estando vivo, ahora sería igual, solo que no era una sucia puta demacrada en las calles chupando pollas por diez dólares para comprar crack o cigarrillos si todo iba mal , Oh no, ahora era un artista porno que podía comprar buena cocaina en un solo acostón, y aveces, si era buen chico, valentino le regalaría una buena esnifada que lo mantendría animado para las grabaciones.
Pero... Había una cosa, que le molestaba, bueno... Lo incomodaba, agradecía que sólo ocurría una vez al año cerca del exterminio, pero de igual modo, lo detestaba.
La primera vez que pasó estaba en medio de una orgia, había estado tan drogado que perdió la cuenta de los demonios que lo follaron. La grabación terminó y Angel ya no tan sumido en su pequeño viaje, logró ponerse de pie, lo cual había sido una tarea titanica, pues sus rodillas le temblaban, podría ser por la droga o por las incontables veces que lo follaron sin piedad.
Se arrastró a su "camerino" y encendió un cigarrillo. Como siempre estaba despeinado, cubierto de fluidos y con el maquillaje corrido. Daba igual, fumo otro cigarrillo hasta que sintió una punzada en el bajo vientre... Abrió su bata de satin rosa y vio un pequeño bulto... Ujum, eso era. Pensó que debía volver a ponerse a dieta, si valentino lo notaba, lo mataría, pues nadie quería a una estrella porno con maldito sobrepeso. Sintió otra punzada.
Pero no le dio importancia. Se limpio y vistió , para solo volver a su departamento donde tomó una ducha a conciencia y se tiro en la cama dispuesto a forjar un buen porro, quizá eso lo haría olvidar el dolor de esa parte inflamada. ¿Se podía tener apendicitis estando muerto? No le dio importancia... Pero había sido una terrible desicion.
Pasaron dos semanas en las que, su dieta se restringió por completo pero el bulto no se iba, por suerte valentino no lo noto y eso lo alivio de sobre manera. Llegó al estudio; ese día grabarían una típica porno en la que angel sería una colegiala que no era muy lista pero haría lo que fuera para subir calificación. Ah, le traía recuerdos.
Ese día no había esnifado nada, había un par de líneas que recitar antes de que lo empotraran contra un escritorio.
Terminó de poner su ropa pero entonces solo sintió esa punzada volverse más fuerte, tanto que no pudo ignorarla. Contuvo un grito y callo de rodillas, no supo por qué, pero se puso en cuatro (¿o seis?) tomó su bata y la mordió para evitar chillar de ese dolor agonizante.Algo le sucedía, algo que lo estaba desgarrando.
No escucho que lo llamaban a escena, solo estaba centrado en ese dolor... Ese dolor que lo nublaba, su garganta ardía y... Y su entrada...
No supo que sucedió solo supo que se había desmayado.
Cuando despertó, seguía en el piso, pero ahora estaba desnudo, su vista estaba nublada y sólo pensaba en que todos su cuerpo vibraba de puro dolor, no era agonizante, pero si era lo suficientemente claro como para dejarlo aturdido.
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[Eggs]
FanfictionAngel dust adoraba su forma demoníaca, mientras algunos iban al infierno con cuerpos de perros o gatos patéticos el había mantenido un poco de su belleza de cuando estaba con vida. No había nada que no le gustara de su arácnida apariencia... Bueno...