two.

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En el bar todo iba excelente, habíamos logrado engañar a la madre de Jamie de que hacíamos pijamadas cada martes, jueves, o el día que nos llamarán del bar para ir a tocar. Su madre había aceptado con todo gusto sin saber la verdad, aunque realmente nos preocupara que algún día se llegase a enterar de la verdad. Matt y yo nos turnábamos días para que Jamie se quedara con nosotros, y hasta ese momento Jamie había seguido los planes al pie de la letra.

Era una noche bastante estrellada, eran las 11 pm y mis padres no podían saber que saldría, así que salí por una ventana de la cocina, lo cual fue bastante difícil debido al tamaño de mi guitarra. Cuando salí, me fui caminando una cuadra, donde Matt me esperaba en su camioneta, todo era parte de la rutina de siempre.

—¿Nervioso?.

Mire a Matt con una cara de confusión mientras subía mi guitarra en la parte de atrás.

—¿Por qué debería estarlo? Llevamos 1 mes trabajando allí, siempre vienen las mismas personas, recibimos poca propina y una miserable paga, creí que ya te habías acostumbrado.

Matt comenzó a reír, mientras yo me subía en la parte de copiloto y cambiaba la música que llevaba puesta. El comenzó a conducir a casa de Jamie, ese día Jamie se quedaría conmigo.

Al notar el silencioso incomodo que se había formado por mi última respuesta, decidí preguntar algo.

—¿Y cómo van las cosas con Lily?—. fue lo único que se me ocurrió preguntarle para poder romper el silencio.

—Pues la verdad no tan bien, pero siempre lo arreglamos.

—Uy, ya llevan un tiempo así ¿no?, Lily me cae bastante bien aunque no la he visto en un tiempo, aparte de que no querría que volvieras a esa estupida época de mujeriego.

—¿De que hablas? si esa fue mi época de oro, era todo un galán—. Matt parecía muy orgullo, aunque yo solo reí al notar el tono bromista y a la vez muy realista en el que lo decía. 

—Como quieras amigo, pero creo que estás mejor así, es sólo mi opinión—. decidí encender un cigarro, ya que las ventanas estaban abiertas, parecía que esa noche mis opiniones eran un poco polémicas para Matt. 

—¿Sabes? ahora que me pones a pensar, yo nunca te he visto a ti con una chica, ni siquiera he escuchado alguna historia de alguna, dime la verdad Alex, ¿eres gay?

Su comentario me hizo reír más fuerte de lo que lo hice anteriormente, provocando que me atragantara con el cigarro, lo miré a los ojos de forma seria.

—Claro que si Matt, y me encantas justamente tu—. Matt se rió bastante de aquello, pero no pasó bastante tiempo, ya que justo llegamos a casa de Jamie.

Yo baje y toque la puerta, la madre de Jamie me abrió bastante adormilada pero alegre, lo llamo y este se apareció apurado, íbamos 10 minutos tarde, se despidió de su madre y le dijo que la vería al día siguiente.

Corrimos hacia la camioneta de Matt y nos fuimos directo al bar. El camino fue bastante animado a diferencia de otras noches, ya que estuvimos haciendo bastantes chistes sobre todo el tema de mi vida amorosa

—¿Me estás diciendo que jamás te has enrollado con ninguna chica en los baños de un bar?

Jamie parecía saber más del tema de yo hubiera pensado, algo que no me esperaba de él.

—Mmm, tal vez, pero eso no significa que no lo vaya a hacer en un futuro, ¿sabes?. Creo que no entienden mi punto chicos, solo no he encontrado la correcta para esas cosas.

Ellos comenzaron a reírse y burlarse un poco de mi, aunque si bien ellos encontraban bastante divertida mi vida amorosa casi casta, yo no. La mayor parte de los años de mi vida me la pasé intentando gustarle a las chicas del colegio, aunque ellas preferían a chicos con más seguridad, nunca había podido ligar con ninguna. De repente, mi mente recordó a la chica del parque; aquella chica había llamado tanto mi atención aquel día que aunque había pasado un mes de aquel encuentro, de vez en cuando regresaba a mi cabeza.

La noche en el bar transcurrió como lo usual, bastante tranquila y pacífica, tocamos varias canciones y el ambiente se puso cada vez mejor. Para el final de la noche, había varias personas que nos rogaron por más canciones, a lo que nosotros aceptamos porque significaba más propina y un pago un poco más alto de parte del bar.

Después de tocar y de estar un rato en el bar, Matt estaba bastante ebrio hablando con una chica de cabello negro y piel bastante blanca casi pálida, como era bastante tarde, decidí acercarme, ya que nos teníamos que ir.

—Matt, ehmmm, veras, es bastante tarde y Jamie y yo necesitamos irnos a casa, ¿te importaría si...?

Matt giró divertido y comenzó a reír cuando dije aquello

—Alex, alex, mi mejor amigo Alex, ¿por que tan temprano? la noche aún es joven no te preocupes, eres muy serio, lo sabes ¿verdad?

Comenzó a reír con la chica con la que estaba aunque ella parecía bastante incómoda y nerviosa, al notar esto simplemente hice un gesto de risa y me giré para hacerle un par de señales a Jamie para me ayudara con Matt.

Obligue a Matt a que me diera sus llaves y yo termine manejando todo el camino a mi casa, Matt vomito encima de Jamie porque lo que decidimos que Matt también se quedaría la noche en mi casa. Al llegar, todo tuvimos que entrar a mi casa por la misma ventana de la cocina de la que yo había salido, ayude a Jamie con Matt para que ellos fueran los primeros en entrar y pudieran ir arriba a mi habitación, mientras que yo me quede un momento en el patio delantero buscando una plumilla que se me había perdido ese día.

—Ughhh, debí ponerla en algún lado, recuerdo perfectamente tenerla en el bar y luego ya no.

Estaba muy frustrado y pase más de 20 min buscándola, era importante porque fue con la primera que aprendí a tocar una guitarra, era de la suerte.

Después de otros 20 min sin éxito alguno de haberla encontrado, cansado, molesto y frustrado cerré la puerta de la camioneta de Matt de un portazo y me senté un momento en el suelo, mientras veía la casa de enfrente. Muy linda y con un color rojo ladrillo que se alcanzaba ver por las lámparas de las calles, no conocía a las personas que vivían allí porque la mayor parte del tiempo yo no estaba en casa.

De repente, una luz en las habitaciones de arriba se prende, me quede viéndola detenidamente, la sombra de una chica medio alta y con cabello largo se asomo por la ventana hacia la calle, me sentí curioso por saber quien era. Minutos después la chica se acercó a la misma ventana por la que yo estaba viendo, disponiéndose a abrirla. Al hacerlo pude ver una chica castaña con tez blanca y más o menos de la misma edad que yo.

Esto sin duda llamo rápido mi atención, me quede observándola un poco más de tiempo hasta que ella se dio cuenta, por lo que volteé la mirada rápidamente apenado.

Cuando decidí regresar a mirar la ventana, ella ya no se encontraba allí.

that's where you're wrong || alex turner Donde viven las historias. Descúbrelo ahora