No temas

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Una bella togruta paseaba por la sala del trono hasta llegar a aquel lujoso asiento.

-Mi lady-Llamó Pre-Vizla entrando al lugar.

-¿Qué quieres?-Preguntó Ahsoka con un tono hostil, ella recordaba a aquel hombre, hacia tiempo la había intentado asesinar en Karlac, ahora él la servía a ella, irónico.

-Hemos encontrado otro posible traidor-Informó colocando sus manos tras la espalda, la chica lo miraba sentada en aquel trono.

-Enciérrenlo-Demandó levantándose del lugar-En breve iré a interrogarlo.

-Como usted desee-Dijo con algo de rencor, él debía estar en aquella posición, no ella.

El hombre se retiró por donde había venido y dejó a la chica sola en la penumbra de la habitación.

Con paso decidido bajó los escalones notando como su capa negra arrastraba tras ella, en un movimiento elegante y rápido se subió su capucha, quedando oculta al resto de personas.

Caminó por los pasillos del Palacio hasta llegar a una zona nueva creada por ella y su maestro, una celda.
Pero no era una cualquiera, en ella se llevaban a cabo sus interrogatorios y en ocasiones sus asesinatos, ella no toleraría traidores entre sus soldados.

Ya en la puerta la abrió con ayuda de la fuerza, dentro pudo ver a un mandaloriano, su casco estaba en una mesa al lado junto algunas pertenencias de interés.

-En pie-Gruñó al hombre-Ahora-Gritó al ver que no lo hacía.

Él se levantó de prisa, pero su rostro permanecía neutro, no dejaría que lo viera asustado, a pesar de que lo estaba.

-¿Crees que me puedes engañar? -Preguntó girando a su alrededor.

Él se tensó mientras comenzaba a sudar frío, no sabía lo que pasaría.

-No temas-Dijo en tono amable la chica acariciando su mejilla mientras avanzaba hasta quedarse en frente suyo-Te daré una oportunidad, si me dices lo que quiero te aseguro que te dejaré salir en buenas condiciones de aquí-Dijo bajando su mano a su pecho.

-¿Qué quieres saber?-Preguntó barajando aquella oferta.

-¿Eres un traidor? -Preguntó directa-Si eres sincero no tendrás nada que temer-Dijo subiendo su mano a la zona del cuello.

-No

Ahsoka lo observó a los ojos fijamente, él intentaba mantenerle la mirada.

-Mientes-Dijo ella firme-Te di una oportunidad y la has echado a perder-Dijo apretando su cuello-No me dejas otro remedio.

La joven retiró su mano del cuello del hombre, quien tosía y jadeaba en busca de aire.

Con otro movimiento de mano hizo que el hombre le diera toda la información que deseaba saber, cuando acabo de sacarle todo la chica cogió sus dos sables y los encendió.

-Solo tenías que decirme la verdad-Dijo la ella moviendo sus sables en forma de equis.

La cabeza del hombre cayó primero que el cuerpo, alguna sangre goteaba el suelo limpio, pero no pareció importarle en absoluto.

Ahsoka se giró y salió sin mirar atrás, al traspasar la puerta se encontró con su maestro, quien la esperaba.

-¿Para quien? -Preguntó lo mismo de siempre.

-Bo-Katan-Respondió la chica-Pero no sabe de más infiltrados-Dijo con un suspiro resignado, parecía que todos eran infiltrados de la misma mujer, pero ninguno sabía quien más estaba en su situación, algo muy inteligente de su parte, pero algo muy molesto para su maestro y ella, debían ir descubriendo de uno en uno.

Maul asintió con la cabeza, esa mujer empezaba a ser un estorbo.

-Me encargaré de ella en cuanto nos traiga a nuestros invitados-Dijo cogiendo la barbilla de la chica con una mano-Tú debes descansar, no falta mucho para que lleguen y te necesito más fuerte que nunca.

-Como quiera, maestro- Dijo firmemente, sus grandes ojos lo miraban atenta.

Con un pequeña sonrisa se alejó de él y se giró hacia su habitación.

Maul sonrió de lado perversamente y caminó hacia donde sabía que estaba Pre-Vizla, pronto tendrían visita, su plan iba por buen rumbo.

Ahsoka cerró aquella habitación con vistas a la ciudad, con lentitud caminó hacia su enorme cama, mientras avanzaba se quitaba de encima aquella capa, dejándola en un bonito vestido negro, en un lateral había una raja que dejaba ver una parte de su muslo, así tenía más movilidad a la hora de pelear, sus montrals tenían una diadema del color del cristal adornadas con unas cadenas del mismo material, dándole un bello aspecto. Un regalo de parte de su maestro.

Se sentó en una orilla de la cama mientras cogía sus dos sables y los limpiaba. Al acabar los encendió para poder ver su resultado, dos hojas rojas iluminaban la habitación.

Esas armas también habían sido un regalo de su maestro, ella no era una Sith, no había podido hacer sangrar su cristal, pero eso no preocupó a Maul, podían sacar más provecho de ese modo, él sabía que tenía su lealtad y con eso le bastaba.

La togruta se levantó de la cama y miró por la ventana sonriendo de forma cínica, el momento que esperaban había llegado.













Los Jedi estaban listos junto a los demás, era hora de actuar.

La puerta se abrió y los mandalorianos se precipitaron activando sus mochilas propulsoras, los soldados de la República les imitaban junto a sus nuevos complementos.

Bo-Katan y los Jedi saltaron últimos, la pelirroja activó su mochila mientras los Jedi se apoyaban en las naves enemigas y suyas.

Se había formado un completo caos en apenas unos segundos, los Jedi tenían un mal presentimiento, parecía como si los estuvieran esperando.

Anakin en especial notaba algo raro en todo aquello, sentía una presencia conocida, pero no podía averiguar de quien se trataba exactamente.

Los soldados no paraban de pelear, no se equivocaban en pensar que aquello sería difícil, pero para su suerte parecía que iban en ventaja.

Por otro lado Bo-Katan estaba confusa, ahí había menos soldados de lo que recordaba, se tuvo que obligar a pensar en la misión, no podía pensar en si habían sido asesinados.

Anakin y Obi-Wan llegaron al suelo, una fuerte explosión se produjo a sus espaldas, pero no la tomaron en cuenta, estaban demasiado ocupados bloqueando múltiples disparos enemigos.

Rex aterrizó al lado de su general y comenzó a disparar sin parar.

Los mandalorianos comenzaron a estar rodeados por los soldados de la República y los hombres de Bo-Katan, la estrategia de Kryce estaba dando resultado, los estaban ganando.

Pronto pudieron retener a todos ellos, parecía que la suerte estaba de su lado.

-No está-Dijo la pelirroja llegando al lado de los jedi-Pre-Vizla no está entre los soldados-Comentó con nerviosismo, aquello no era bueno, él siempre peleaba con sus hombres, eso significaba que quedaba más.

-Creo que es obvio donde hay que buscar-Dijo Anakin observando el Palacio.

Obi-Wan asintió mientras acababa de atar a un enemigo.

-Tendremos que ir con mucho cuidado-Dijo sintiendo que ahí se desarrollaría la verdadera batalla.

-Prepara a tus hombres-Dijo Bo-Katan-Los míos custodiarán a los traidores.

Anakin asintió reuniendo a su escuadrón, Obi-Wan a su lado observaba todo aquello, pero solo podía pensar en la persona que encontraría tras esos muros.









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