Un buen movimiento

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-Ahora mismo Pre-Vizla  se encuentra camino a Coruscant-Mintió con tono desinteresado, sabía que si decía que la togruta habia ido, la senadora no correría peligro, Ahsoka no la dañaría, según habia podido deducir eran amigas-Expecíficamente al apartamento de la senadora Amidala-Dijo cabreando al Jedi.

-¡Déjala!-Gritó Anakin furioso, Maul sonrió victorioso, había encontrado el punto débil del elegido.

-A estas alturas debe de estar llegando-Contó él con tranquilidad, sabía que el jedi cada vez estaba mas molesto, por lo que seguramente conseguiría su cometido.

-¡Dile que la deje, no tiene nada que ver con esto!-Alegó mientras golpeaba los barrotes de su celda.

-Dime la razón Skywalker, ¿Por qué confías tanto en el Canciller?-Preguntó nuevamente sintiendo la mirada curiosa de Kenobi, el cual se dedicaba a observar aquella extraña discusión, los clones estaban aun más confundidos desde sus celdas, no entendían nada de lo que pasaba, por lo que se dedicaron a escuchar.

-Porque él es el único que confía y se preocupa por mi-Dijo molesto, molesto por tener que admitir aquello, sobretodo enfrente de su maestro.

-Anakin-Llamó Obi-Wan sorprendido-Yo confió en tí-Dijo dolido, ¿Por qué su aprendiz dudaba de él?

-Conmovedor-Se burló Maul caminando entre las dos celdas de los jedis, los cuales le dieron una mirada acusadora.

-Dile que la deje-Gruñó Anakin.

-Nunca prometí eso Skywalker-Dijo mirándolo fijamente, podía sentir todo ese odio hacia él, sin duda sería un poderoso sith-¿No cree que se preocupa demasiado por  la senadora, Kenobi?-Preguntó al contrario-Si mal no recuerdo los jedi tienen prohibido los apegos.

Anakin apretó los puños mirando fijamente al sith, Obi-Wan no debía saber eso, si no su carrera como jedi llegaría a su fin. Obi-Wan miraba al hombre de cuernos durante varios segundos, él quería provocarlo, quería que ambos pelearan por aquella norma, eso es lo que él creía que buscaba, por lo cual miró con sinceridad a su aprediz y habló.

-Se preocupa porque es su esposa-Dijo como si fuera lo más obvio del mundo, Anakin lo miró sorprendido ¿Como sabía eso?¿Desde cuando? Y lo más importante ¿Se lo había comunicado al consejo?

Maul se tragó una sonrisa, debía parecer que aquello no era lo que quería.

-Maestro-Llamó avergonzado, pero antes de poder seguir, Kenobi, levantó la mano para que lo dejara seguir.

-Lo se desde hace tiempo, no sois muy discretos a decir verdad-Dijo él-Lamento si has dudado de mi confianza Anakin, pero quiero que sepas que confío en tí-Admitió mirándole con cariño, era como un pequeño hermano para él.

Maul rodó los ojos con repugnancia, esos jedi eran unos completos idiotas.

-Tampoco te podría culpar, sería demasiado hipócrita por su parte, ¿No cree Kenobi?-Preguntó con una sonrisa malvada, Obi-Wan apretó los puños controlandose, no debía caer en la tentación-Ohh... Fue una pena-Dijo fingiendo lástima-Era muy guapa y estoy seguro que debía ser una gran mujer para que alguien como tú, tan apegado a esas patéticas reglas, las rompiera por ella.

-No eramos nada-Se obligó a decir sintiendo dolor por cada palabra dicha.

-Eso no es lo que me pareció cuando ella murió en tus brazos-Recordó él acercándose a Obi-Wan, el cual mantenía sus puños y ojos cerrados, debía resistir-¿Podrías repetir sus últimas palabras? No las recuerdo del todo-Se burló preguntando mientras disfrutaba de la cara de sufrimiento del pelirrojo.

Al ver que el jedi no hablaba decidió darle un empujón. Maul abrió la celda de los clones y sacó a uno de ellos al azar con la fuerza hasta que lo tuvo a sus pies, con rapidez sacó su sable y lo encendió, dejando su arma a escasos centímetros del clon.

OSCURIDADDonde viven las historias. Descúbrelo ahora