RENT A BOYFRIENDS

CAP 29

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Andy

¿Quieres almorzar conmigo mañana?

Lukey
Me encantaría pero le prometí a Sarah  que iríamos por pizza! Otro día tal vez?

Andy 
Claro, no hay problema. Es sólo que... me gustaría verte de nuevo.

Lukey
Awww, eres todo un cariñosito. Hoy tengo la tarde libre, si te interesa

Andy
¿Y la noche?

Lukey
Mientras no hayan homicidios involucrados, por supuesto! Qué tienes en mente?

Andy
Un amigo me contó de un nuevo bar en el centro. ¿Qué dices? ¿Quieres ir por unos tragos?

Lukey
Debo informarte que soy un muy mal bebedor y te verás arriesgado a acabar con mi vómito encima

Andy
La vida es un riesgo.

—¿Con quién hablas?

Luke brincó del susto, causando que el teléfono se resbalase de sus manos y acabara chocando contra las baldosas bajo la mesa. Se petrificó por un instante en su
sitio, antes de reaccionar.

—Dios, Michael. ¡No vuelvas a sorprenderme así!— lo regañó, agachándose para recoger el artefacto y verificar que estuviese en buenas condiciones. El oji-verde
arqueó ambas cejas y tomó asiento frente a él.

—Vaya, estás... bastante alterado. ¿Está todo bien?

—C-Claro que sí— titubeó, un poco (muy) consciente de lo que Michael provocaba en su sistema. Sobre todo vistiendo esa jodida camisa. ¿Por qué se había comprado esa
camisa? ¿Acaso no notaba que se adhería demasiado bien a sus músculos?

La cita en el parque de atracciones había terminado bien. Comieron algodón de azúcar, Luke ganó un peluche de felpa, hicieron el famoso recorrido de la casa embrujada.
Una cita doble estándar con un final feliz.O medianamente feliz. Porque lamentablemente en toda historia existen malas noticias ¿no?

Para clarificar, Luke nunca había tenido la intención de enamorarse de Michael. Eso había sido un accidente, del que desgraciadamente no podía retractarse. Los
sentimientos ya estaban ahí, propagándose por la sangre y llenando su corazón; no había una forma instantánea de eliminarlos. Por lo que, se veía obligado a aprender a
vivir con ellos.

Querer a Michael Clifford de manera romántica era, honestamente, un asco. Una pesadilla. El oji-verde parecía ignorar por completo los sentimientos de Luke, lo que
dificultaba las cosas considerablemente. Que le llamase "bebé", que lo tratase como un jodido príncipe azul, que lo fuese a visitar a la universidad y que se reuniesen a comer
juntos... No ayudaba, para nada, en su miserable intento de comportarse con normalidad.

Y tampoco lo hacía esa camisa, arremangada,permitiéndole una mejor vista de sus brazos. Dios... ¿Por qué hacía tanto calor de repente?

—¿Tienes algo que hacer después de clases?— preguntó Michael, para luego darle un sorbo a su café.

Era viernes. Y por algún motivo que desconocía, Michael  le había pedido que desayunaran juntos. Quizá debió haberse negado pero... pero era débil ¿de acuerdo? No iba a rechazar un desayuno con el chico que le gustaba.

—Nada que hacer— respondió casi mecánicamente, breves segundos antes de recordar que había quedado de ver a Andy aquella noche—. Espera, no. Tengo un compromiso.

—¿Con quién?

—Andy. El de las aguas termales ¿recuerdas?— Michael  asintió con lentitud y Luke juraba ver los flashbacks reproduciéndose en la cabeza del oji-verde.