RENT A BOYFRIENDS

CAP 19

Había que ser un idiota para creer que las palabras de Michael eran sinceras.

 
Importarle, pensó Hemmings con ironía, importarle cuando lo desecharía tan pronto su objetivo del novio falso se cumpliera. Una voz dentro de su cabeza le advertía que
aceptar la preocupación del oji-verde sería un grave error, que lo mejor que podía hacer era apartarse y cortar cualquier lazo que los uniera fuera del ámbito profesional.

Un negocio, un contrato. Que estuvieran en relativamente buenos términos, no significaba que pudieran traspasar la línea que dividía al cliente y al empleado. Podía escuchar a James diciéndole que no cometiera una estupidez impulsado por la curiosidad. Que Clifford era y siempre sería alguien de quien debía mantenerse alejado. 

Pero esos ojos verdes habían sido su talón de Aquiles desde el primer día, y sin darse cuenta, Luke se permitió a sí mismo confiar una vez más en el hombre que había
roto su corazón en el pasado, jurándose que eso no volvería a ocurrir. Que era un error del que se arrepentía. 

Sin saber que inevitablemente, Clifford pisotearía su corazón de nuevo y él no sería capaz de esconderse o huir. 

—Michael— lo llamó en un hilo de voz. El mayor ladeó la cabeza con curiosidad—. Tú... ¿Por qué me besaste cuando estaba dormido?

Podía sentir sus mejillas ardiendo. Tan sólo recordarlo le daba vergüenza. Dios, él realmente debió haberlo castrado cuando tuvo la oportunidad. La desfachatez del oji-verde  superaba los límites y era su responsabilidad como víctima detenerlo. Antes de que se volviera peor. 

Hemmings fue engullido por el suspenso al notar que Michael se ensimismaba en sus pensamientos y no se dignaba a otorgarle una respuesta. ¿Y si decía algo que hería su orgullo? Tenía demasiado miedo de ser humillado nuevamente por ese hetero-imbécil; quien por cierto aparentemente ya no era tan hetero ni tan imbécil.

Los segundos transcurrían y el silencio no mejoraba la situación, menos las conjeturas pesimistas que inundaban el cerebro del rubio. Se había arriesgado haciendo esa
clase de pregunta, cuando no tenía ni la menor idea de si le gustaría saber la verdad.

De cualquier forma, ¿cuál sería la respuesta que le agradaría recibir? ¿Cuáles eran las opciones?

"Te besé porque me atraes". No le hagan reír. Ni en mil millones de años eso ocurriría.

Michael jamás lo vería de esa manera.

Jamás.

—No sé— murmuró el oji-verde, encogiéndose de hombros. Luke estaba a punto de golpearlo. Yo preocupándome y él dice que no sabe. Cuando prosiguió—. Me gusta besarte. Se siente bien.

La respiración se atascó en su garganta tan pronto procesó las palabras. ¿Cómo? Se congeló, observando con incredulidad la expresión tímida plasmada en el rostro de Michael. "Me gusta besarte". Tragó saliva, recién percatándose de lo mucho que había abierto los ojos ante esa declaración.

¿Pero cómo se atreve a decirme algo así? ¿Se ha vuelto loco?

Que le gusta besarme. Su corazón palpitaba con fuerza, golpeando una y otra vez contra su pecho, en tal magnitud que los latidos retumbaban en sus oídos. Está loco. Las aguas termales le fundieron el cerebro y ha perdido la razón.

Vio a Michael morderse el labio inferior mientras posaba la mirada en su boca.

Un escalofrío recorrió la espina dorsal del rubio, la frase de antes quedando bien grabada en su memoria. "Se siente bien". Pese a su usuales reacciones de molestia, en
aquel momento no fue capaz de reaccionar, sin moverse ni apartarlo a patadas cuando el oji-verde se inclinó y sus narices se rozaron entre sí.

—Si me miras así, ¿cómo quieres que no me den ganas de besarte?— susurró. A Luke le había comido la lengua el gato y, sin razón alguna, medio aturdido por lo que estaba pasando, deseaba que Michael  le comiera la lengua también.

Eso está mal, se aseguró. Esto está tan, tan mal en tantos niveles, todos los posibles niveles de mal y equivocado.

Besar a Michael... No, el simplemente querer besar a Michael era incorrecto y un error. Una pesadilla con la que se odiaría al despertar.Pero sus labios cosquilleaban. Y él no se hallaba dispuesto a despertar aún.

Gracias a Dios, Michael pareció entender el mensaje, lanzándose sin que Luke tuviera que rogarle en voz alta. Las bocas chocaron con suavidad. Hemmings estaba muriéndose de los nervios por estar besando a Clifford completamente consciente, a voluntad propia y sin ninguna excusa que pudiera usar para evadir la realidad.

¿Qué demonios haces, Hemmings?, se reprendió, suspirando cuando Michael lamió su labio inferior y adentró la lengua a su boca, barriendo con cualquier rastro de negación e inseguridad.

Mientras el oji-verde lo guiaba y lo consumía, el lado lógico de Hemmings se reía con socarronería en la distancia. No había decidido iniciar esa conversación para chuparle la
boca a Michael. Lo había hecho para comprender las razones detrás de su comportamiento en la secundaria, para saber si había adivinado en cuanto a su sexualidad, para entenderlo y expresarle que él lo hacía también.

¿En qué punto sus intenciones habían hecho ese giro inesperado?

—No— murmuró, cortando el contacto entre ambos. Un hilo de saliva unía sus bocas y un sentimiento extraño se asentó en Luke cuando se dio cuenta. Se habían besado. Con lengua—. Michael, eso fue...

—No te gustó.

—Michael, no se trata de eso— El mundo le daba vueltas. Jesusito, ¿qué hice?—. Somos cliente y empleado. No podemos hacer eso. Está mal. Es... Estaríamos confundiendo las cosas. No puede repetirse.

—¿Entonces te gustó?

—Eres una jodida molestia— suspiró con cansancio. Michael se inclinó otra vez y Luke se sobresaltó, relajándose cuando lo único que el oji-verde hizo fue juntar sus frentes.

—¿Estás enfadado?— dijo bajito. Luke no halló en sí mismo la suficiente molestia como para decirle que sí y hacer una rabieta—. Perdón. Hago cosas sin pensar.

Ni me lo digas. Luke se relamió los labios, buscando qué decir. Se había dejado llevar en demasía. No estaba entre sus planes entregarle a Michael todas sus primeras veces, pero al parecer su boca no entendía eso.

Exhaló, repentinamente estando muy consciente de lo cerca que estaba el cuerpo de Michael. Contó mentalmente hasta tres y habló.

—Te gusta besarme— dijo, intentando no temblar al decirlo—. Aunque sea hombre.

—Sí.

Dudó un poco antes de continuar.

—¿Entonces... te gustan los hombres?

—Eso creo— rió levemente, mostrando sus dientes de conejito—. ¿Tienes curiosidad?

—Cuando íbamos a la escuela, creía que eres homofóbico— La expresión de Michael decayó al oírlo—. ¿Qué cambió?

El oji-verde sacudió la cabeza, exhalando.

—Es una larga historia.

La mirada de Clifford era sombría y Luke sintió que se le apretaba el pecho al pensar en que el oji-verde se había visto enfrentado a los mismos prejuicios que el rubio sufrió cuando era más joven. Esbozó una sonrisa, sin percatarse de que con ello esperaba reconfortar a Michael aunque fuese un poco.

—Tenemos tiempo.

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Perdón por no terminar de subir el maratón, técnicamente es el último capítulo que iba a subir del maratón ......pero como me tarde mucho subire tres capítulos  más :)))

¡Gracias por leer!

Lxssss amooo

Bye 🥰