CAPÍTULO 5

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La emoción de Andy era notoria la noche del baile. Las fiestas nunca habían atraído a Khai, pero su amigo consiguió transmitirle algo de su entusiasmo durante el trayecto al instituto. Le resultaba increíble que el último año ya hubiese pasado y que seguramente esa sería una de las últimas ocasiones en las que vería a gente que le había acompañado durante años, a los cuales nunca había cogido especial cariño, ya que siempre pasó desapercibido por sus compañeros de Cáncer, Escorpio y Piscis, con Andy como excepción.

-Quiero que conozcas ya a la chica con la que voy al baile –dijo Andy mientras que andaba pegando pequeños saltitos.

-Ah sí, cierto, la chica que mencionaste hace unos días –comentó Khai-. Supongo que ya sabrás su nombre, ¿verdad?

Un silencio siguió a esa pregunta, provocando que Khai girase su cabeza hacia su amigo, el cual había adoptado una postura tensa.

-¿Me lo estás diciendo en serio? Pues bien empiezas con ella para ser "el amor de tu vida" como me dijiste –se burló a la vez que le daba unas palmaditas en el hombro.

-Por lo menos yo he conseguido pareja –dijo Andy intentando desviar la atención hacia Khai.

Era cierto que no había conseguido encontrar a nadie que fuese al baile con él, pero la verdad es que no le importaba. Prefería ir solo y pasar una noche más tranquila mientras que veía cómo Andy bailaba descontrolado en la pista de baile sin importarle las miradas de los de alrededor. Tampoco había nadie en el instituto que alguna vez le hubiese despertado cierto interés; por lo que así estaba bien.

Cuando llegaron a la puerta, pudieron ver cómo todavía estaban los decorativos del otro día para dar una alegre bienvenida a todos los que querían formar parte de este evento. Entre toda la gente que estaba entrando, consiguieron ver a una chica preciosa que los saludaba al mismo tiempo que se acercaba a ellos.

-Hola –los saludó.

-Estás preciosa –la alagó Andy-. Khai, te presento a mi pareja.

-Encantado de conocerte –dijo sorprendido sin saber cómo el castaño había conseguido convencerla para que fuesen juntos.

Andy la cogió de la mano y entraron los tres juntos. Atravesaron varios pasillos hasta que llegaron a su destino, el gimnasio. Aun con la puerta cerrada se podía oír un gran estruendo proveniente de la alta música y los gritos de los jóvenes, de los cuales algunos ya habían perdido el control de la bebida que habían tomado a pesar de que la noche acabase de empezar.

Había muchas luces y focos que iluminaban el lugar y varias mesas con comida y bebida en cada uno de los lados de la sala. Una gran aglomeración de gente estaba situada en el centro del salón, en la que estaban personas disfrutando de los temas que ponía un dj. En el techo se encontraban globos que se habían soltado de los altavoces a los que habían sido atados como decoración.

-¡Vamos allá! –soltó Andy yendo hacia la pista de baile llevando tras él a la chica, quien también pegó un grito de júbilo.

Khai se quedó un poco más atrás, dudando si unirse a ellos o no. Estaba a punto de ir a por una bebida cuando notó cómo alguien le agarraba de la muñeca y lo arrastraba hacia el centro del gimnasio.

-No voy a dejar que te vayas solo sin ni siquiera haber bailado un poco –le dijo su amigo, que iba en dirección hacia donde los esperaba su pareja.

Decidió hacerle caso; así que no opuso resistencia alguna. Andy no paró ni un segundo. Tan solo llegar se puso a dar saltos al ritmo de la música alentando a los otros dos a imitarlo. La chica fue la primera en ponerse a bailar, seguida por Khai, que poco a poco se fue animando hasta bailar con la misma intensidad que su amigo.

LA ORDEN DEL ZODIACODonde viven las historias. Descúbrelo ahora