Sábado de flojera por la tarde

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—Buenas tardes, Señor Dupain.

—Hola, Félix. Pasa. Ya te he dicho que me digas Tom, decirme señor es muy antiguo.

El rubio entró a la casa de la amorosa familia de su mejor amiga.

—¿Qué haces por aquí?

—Bueno... venía a ver a Marinette.

—Oh, sigue en su habitación trabajando en ese diseño para el concurso de Gabriel Agreste de la semana que viene, buena suerte si la sacas de su lugar de concentración, traté de que deje la máquina de coser pero creo que es imposible.

—Veamos que se puede hacer. Iré a su habitación si me da permiso.

—Adelante, eres como de la familia y oye... Sé paciente con ella.

—¿P-paciente?

—Sabemos que te gusta. No somos ciegos, Sabine y yo detectamos un gusto cuando aparece a la vista.

—¿Tan evidente soy?

—Mucho, hijo. Pero igual anda a verla.

—Gracias, Tom. —dijo sonriente.

-.-

—¿Félix? ¿Qué estás haciendo aquí?

—Andaba de flojo en casa y dije ¿Por qué no fastidiar a mi azabache favorita y pasar el rato en otro lugar?

—Soy la única azabache que conoces, Fel.

—Si, y mi favorita.

—¿Entonces solo viniste para pasar el rato aquí? —dijo ella sin soltar la máquina de coser y mucho menos mirarlo cuando le hablaba.

—Solo quisiera que hicieramos algo diferente, además tus padres me dijeron que estás enfocada en eso y no lo haz dejado en todo el día.

Marinette soltó el aparato. Suspiró y soltó todo lo que sentía.

—Bien, acepto un descanso de una hora y nada mas.

—¿Quieres salir a algun lugar?

—No, tengo el trabajo, recuérdalo.

—Entonces, ¿no quisieras pasar el rato jugando Twister? Traje el juego porque bueno, me pareció interesante el nombre cuando pasé por una tienda antes de venir aquí.

—Sabes que lo único que se me enreda es la mente y no soy tan buena con esos juegos.

—Ni yo, pero intentemos a ver si nos gusta.

—Está bien, confío en ti.

Sacaron uno de los juegos de la caja y extendieron la gigantografía de aquellos puntos que hizo que los dos se sorprendieran.

—¿Qué tal si hacemos este juego emocionante, Mari?

—De acuerdo, ¿qué propones?

—Si gano, te quedas conmigo y tus padres a jugar videojuegos mas tarde y si no, te quedas trabajando.

—Fel, tengo mucho trabajo y es en verdad un montón.

—A ver dime, ¿cuántos días te faltan para entregar ese modelo en lo que estás trabajando?

—Cuatro.

—Pues ya lo tienes casi listo y te quedará perfecto porque tu lo eres...

"No seas idiota, aún no."

—¿Yo qué, Fel? —dijo ella.

—T-tu lo eres haciendo diseños geniales. —dijo nervioso. —¿Amiga mia? —le chocó un puño en el hombro.

Feelings.  - Felix Month 2020Donde viven las historias. Descúbrelo ahora