El Final.

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Minutos antes.

Abrió la puerta.

—Hola, princesa. —dijo angelicalmente viendola.

—¿A-adrien?

—¿Esperabas a alguien?

—N-no. Y no quiero esperar a alguien.

Se adentró en la morada.

—Vine porque no me diste una respuesta.

—¿De qué?

—De que si volverías conmigo.

—Ya te lo dije, en la otra vida.

Se acercó a ella.

—La vida es una, debes disfrutarla...—tomó la camiseta de la chica y comenzó a subirla. —...al máximo.

—¡N-no! —lo empujó. —No con alguien tan idiota y traicionero como tu.

—Pero Marinette...

—Pero nada, Agreste.

Vio el nuevo cuadro que estaba en una de las mesas de la sala de estar.

—Creo que ahora harás lo mismo que yo, ¿no?

—¿Q-qué quieres decir?

—Ser de alguien mas. —tomó el cuadro. —No recuerdo que tuvieras esta foto en tu apartamento.

Miró las hojas alrededor del lugar, vio el libro y algo que sobresalía de ahí.

—Es por él que ahora me dices que no, ¿cierto? —el rubio miró a su alrededor y tenía la nota que sobresalía en el cuadro, la miró con una intensidad.

—N-no, no es así. Es solo un amigo.

Leyó la nota.

—¿Amigo o amigo cariñoso? —comenzó a romperlo en miles de pedazos.

—¡Adrien, no hagas esto! —gritó Marinette.

—¿Hacer qué? ¿Dejar que un rubio de pacotilla me robe a mi chica?

—Ya he dejado de ser tu chica hace mucho. —se soltó de su agarre y se encerró a su habitación.

Estaba frustrada y molesta con Adrien. Él tenía que superar esto, como ella que trataba y aunque su corazón era conflictivo, comenzaba a dudar de su amor hacia el Agreste. Nunca lo había visto tan furioso y mucho menos celoso.

Comenzaron los golpes fuertes que él daba a la puerta.

—Marinette, sal de ahí. —gritó.

Era una faceta que jamás había visto de él, mas cuando ella sabía que era cariñoso y dedicado a ella.

"Lastima que era así también con su amante."

—No vas a escaparte de mi, princesa. —dijo con una voz irreconocible.

Decidió coger su teléfono y hacer una llamada.

—Hola, haz llamado a Alya Cesaire, estoy ocupada, te responde...

—Mierda.

Solo tenía a ella como amiga en ese lugar. Si tan solo conociera

"¡Amigo, eso es!"

Llamó desesperadamente a Felix, gracias al cielo le había hablado antes.

La puerta se abrió.

—¿Hola?

—F-félix, ayúdame...—dijo ella algo temblorosa viendo como se acercaba.

—¿Marinette?

Feelings.  - Felix Month 2020Donde viven las historias. Descúbrelo ahora