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JiYong se sentó a la mesa de la cocina mirando en el menú de comida para llevar mientras SeungHyun les servía un
poco de vino y le preparaba la comida a su gato, a quien había presentado finalmente como Lucky -llamada así por haber sido un gato que había salvado de que muriera dos veces en la mesa de operaciones mientras le intervenía en
una patita.

Perro y gata se había reunido con algunas dudas mientras SeungHyun y JiYong estaban sacudiendo los resortes de la cama.

Habían bajado para encontrar a Lucky
escupiendo veneno mientras que GaHo estaba con la cabeza en sus patas, mirando angustiado por su mala
recepción.

Ahora estaba sentado con la cabeza en el regazo de JiYong, manteniéndose bien lejos del beligerante felino.

—No necesitabas traer ninguna comida a GaHo, — dijo SeungHyun—. Estoy seguro de que tengo un montón de
cosas en el congelador en las que estaría interesado.

JiYong se encogió de hombros. No quería que le regalaran la comida a GaHo de ninguna de las maneras.

Las palabras en el menú se volvieron borrosas ante sus ojos. Quería preguntarle SeungHyun cómo podía amarlo y si
estaba seguro de ello, pero tenía miedo de romper la magia de haber oído esas palabras. En su vida, ningún hombre había dicho que lo amaba.

SeungHyun lo besó en la parte superior de su cabeza y le entregó una copa de vino.

—¿Te has decidido?

—No, no tengo hambre.

—No empieces con eso otra vez. Cristo, ¿por qué
siempre te vuelves a encerrar en ti mismo cuando sales de la cama?

JiYong se levantó, ruborizándose.

—¿Si soy una pésima compañía entonces por qué me quieres aquí?

—Yo nunca he dicho eso.

—No tenías que hacerlo. —JiYong se alejó, con la
intención de marcharse.

SeungHyun tenía toda la razón. Una vez que estaba vestido, sin yacer bajo SeungHyun, no tenía nada que decir, no había manera que mostrara una
personalidad chispeante.

Así no iba a ganarse a SeungHyun como pareja.

—Vuelve aquí. —SeungHyun lo cogió de la muñeca, tirando de JiYong contra su cuerpo.

Sus ojos negros brillaban—.Deja de huir de mí. —JiYong le golpeó en el pecho con un puño—. ¿Por qué me amas? —Exclamó—. ¿Por qué diablos me amas?

SeungHyun lo miró, cogiéndole el rostro con la mano
manteniéndolo inmóvil.

—Oh JiYong, ¿qué es lo que no pueda amar de ti?

JiYong lo miró con ojos suplicantes.

Finalmente, cayó en los brazos de SeungHyun.

🌼



Se comieron la pizza delante de la TV, con el gato acurrucado en una silla y perro en otra.

JiYong se inclinó hacia SeungHyun, lamiendo sus dedos y SeungHyun besó sus labios llenos de tomate.

Ellos dejaron las cajas y los platos en el suelo y se abrazaron en el sofá.

SeungHyun sostuvo a JiYong en sus brazos y sintió que la desesperación y la soledad del pasado se disipaban. De repente, su vida tenía un propósito
y significado, si pudiera hacer que JiYong viera eso.

JiYong levantó la cabeza.

Tenía salsa en la esquina de su boca y SeungHyun lo lamió.

Se besaron y SeungHyun desabrochó la camisa de JiYong, sintiendo en su interior las suaves
manos de SeungHyun sobre el pecho de JiYong.

Apretó la boca sobre su garganta, sintiendo el duro golpe del pulso de
JiYong. Él miró a los ojos acaramelados de su amante.

—No tengas miedo.

JiYong no dijo nada.

Sólo acercó a SeungHyun más y lo besó con el mismo fervor familiar, el fervor que siempre le
había dicho todo lo que necesitaba saber acerca de la pasión de JiYong por él.

Se tumbaron juntos, desnudándose, acariciándose y cuando SeungHyun sintió la tensión JiYong en su mano, sintió su lengua en su boca y su respiración ronca mientras se acercaba al clímax, rezó porque todo fuera a estar bien.

Las llamas del fuego se habían reducido a humeantes brasas cuando JiYong se despertó en los brazos de SeungHyun en el sofá.

GaHo estaba dormido; Lucky miraba de una
manera siniestra al perro.

JiYong sintió la constante ansiedad algo disminuida.

Su corazón latía cada vez más constante y parecía
serenarse. JiYong no tenía ninguna duda de que él era una persona débil en general. Se había acomodado y había dejado que la vida pasara de él en lugar de hacer algo acerca de su miserable situación.

¿Así que por qué alguien
como SeungHyun lo amaba?

Eso no parecía posible.

Lo más probable es que SeungHyun  se había encaprichado y cuando se hubiera cansado del placer que le daba el cuerpo de JiYong, lo dejaría tirado. Otras personas habían hecho a JiYong ser escéptico. No podía hacer nada aunque lo intentara.

No.

Mejor no dejar que SeungHyun se acercara más.

Al menos, no de esta manera. Él sería bueno para unos cuantos revolcones, una visión de una vida mejor, pero eso
era todo lo que podía llegar a ser.

JiYong no tenía nada que
ofrecerle, nada con lo que retener a SeungHyun.

Se liberó del abrazo de SeungHyun y se puso de pie, vistiéndose a toda prisa.

Silbó suavemente en voz baja a GaHo y el perro bajó lo más decorosamente posible de la silla, como si no quisiera despertar a SeungHyun tampoco y
siguió a JiYong al pasillo.

JiYong le puso a GaHo su correa. Abrió la puerta y
dejó que GaHo saliera delante de él y la cerró sin hacer ruido detrás de él, corriendo a su coche.




🌻





🙁 Ji bb.... ¿Porque no se deja amar por Seung?


🌼



Jihyun_87



Alone (Gtop)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora